14 febrero, 2014

Signos Etéreos: Capítulo 2

El segundo capítulo  ya está aquí con la introducción de un nuevo personaje, quien acompañará a Jacs en su acentura después de haber dejado su pueblo natal. Pero, ¿Quién es este nuevo personaje? ¿Cuál es su personalidad? ¿Se llevará bien con nuestro protagionista? Averíguenlo leyendo el capítulo número dos de Signos Etéreos. 


Nombre: Jacs Rengard
Residencia: Pueblo Sunabi

Jacs es un joven que fue criado por su madre y por sus abuelos en una granja en las afueras del pueblo Sunabi, situado a las orillas del bosque gris, por lo que se le considera uno de los asentamientos humanos más remotos. Aprendió el arte del combate con espada de su abuelo, quien desde pequeño tomó el papel de su padre después de que éste muriera repentinamente. Las razones de su muerte nunca le fueron revelta años después.

A la edad de 17 años su abuelo también muere en extrañas circunstancias por un asesino misterioso, lo que lo hace emprender un viaje para vengar la muerte de su querido abuelo. Es así como empieza su aventura…




Nombre: Kira Lenndraken
Residencia: Ciudad Paragon

Criada en el seno de una familia de hechiceros respetables de clase alta, aprendió desde muy temprana edad a usar la magia gracias a un riguroso entrenamiento para estar a la altura de las expectativas de su padre, quien antes de que ella y sus hermanas nacieran ansió tener un hijo varón que siguiera sus pasos para formar parte del consejo mundial de hechiceros.

Fuera de su carácter impaciente y temperamental, es una disciplinada estudiosa de la magia. A pesar de dominar y conocer muchos tipos de magias se especializa en magia de agua, a la que ha dominado a la perfección. 


Descripción de hechizos:

Magia de fuego: 

Bomba de fuego: crea una bola de fuego que estalla al contacto.

Magia de agua:


Corriente acuática: un fuerte chorro de agua es invocado desde las manos del hechicero. Este hechizo es lo suficientemente potente para hacer un daño considerable debido a la alta presión del agua.
Ola marina: una ola con más de 10m de atura arrasa todo a su paso con fuerza.


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Titulo: Llegada a la ciudad Paragon: La guerrera del agua aparece
Escenario: La ciudad Paragon
Tiempo : Segundo día de viaje; medio día
Personaje: Jacs

Tras la muerte trágica de su abuelo a manos de un misterioso asesino, Jacs emprende un viaje hacia el mundo en busca del culpable que le arrebató la vida a sus seres queridos. Armado sólo con la espada y el medallón que perteneció a su ancestro, comienza su aventura en pos de unos objetos misteriosos de los que su abuela le contó.

Después de caminar por varias horas sin descanso, Jacs recorre un camino desierto rumbo a la ciudad más cercana. Sin detenerse arroja el corazón de una manzana a un lado del camino después de devorar su jugosa carne, entonces da un vistazo al saco de sus provisiones sólo para darse cuenta de que la bolsa está vacía.

Jacs –Oh, no… parece que tendré que comprar más provisiones apenas llegue a la ciudad Pragoni –admite con resignación, rascándose la cabeza.

El sol se mueve hacia el horizonte y Jacs finalmente llega a la ciudad a través de dos grandes puertas abiertas que conducen al centro de la metrópolis, cuyas calles bullen de gente y mercaderes que hay por doquier.

Mientras Jacs se detiene en un puesto para decidir qué víveres comprar, se escucha no muy lejos de allí el grito de una mujer. En medio de la plaza, unos hombres hacen acto de presencia acusando a una mujer y a su hijo exigiéndole dinero.

La mujer se interpone entre los maleantes y su pequeño para evitar que le hagan daño. Al ver la escena desde lo lejos Jacs desenfunda su espada y corre en auxilio de la mujer, pero antes de llegar hasta ellos un potente chorro de agua le corta el paso hasta llegar a los cinco criminales a los que el agua golpea arrastrándolos contra una pared sin dañar a la mujer ni al niño.

Jacs -¿Qué fue eso? –se pregunta sorprendido intentando averiguar el origen del ataque.

En lo alto de una iglesia, donde se encuentra la campana mayor se puede ver a una joven que lo mira con cara de pocos amigos. Su rostro es cubierto por las sombras al estar en dirección contraria al sol.

??? –Malvados criminales, ¿así que otra vez están cometiendo fechorías a espaldas de la justicia? Yo me encargaré de darles una lección que no podrán olvidar –exclama la desconocida con voz firme.

Al ver que la chica lo señala con el dedo, Jacs se siente confundido. -¿E... estás hablando conmigo? –inquiere con un titubeo.

De un salto, ella baja al piso y lo ataca con un potente chorro de agua que aparece de sus manos sin hacer más preguntas -¡CORRIENTE ACUÁTICA!

Los bandidos, que para ese entonces ya se habían recuperado huyen despavoridos al ver el hechizo dejando solo a Jacs en medio de una multitud, que observa los acontecimientos a prudente distancia. -Es otra vez esa niña loca ¡Larguémonos de aquí! –dice uno de los bandidos antes de poner pies en polvorosa.

Jacs logra evadir el hechizo dando un salto.

??? –Eso es, ¡corran! –dice la extraña con una mirada desafiante dejando ver sus ojos azules, entonces fija su atención en Jacs-. ¡Tú! –Señalándolo nuevamente con el dedo- Ese medallón que llevas contiene el emblema del fuego. Solamente los criminales y los bandidos utilizan ese tipo de magia en esta ciudad.

Jacs –Pero… yo no soy un bandido. Sólo vine aquí de paso para comprar víveres –se excusa tratando de apaciguarla.

??? –A mí no me engañas tan fácilmente. Seguramente debes ser un nuevo miembro de la banda, así que tendré que enseñarte quién manda aquí.

Tras ver que sus intentos por calmar la situación han fallado, Jacs da media vuelta e intenta salir de allí lo más rápido posible con la chica detrás de él.

Corriendo entre las calles, Jacs esquiva las fuertes ráfagas de agua a presión que le lanza la desconocida causando destrozos por doquier. Uno de los ataques le obliga a dar un salto para esquivarlo. Momentos después el agua hace pedazos un puesto de frutas.

Jacs -¡Espera! Yo no he hecho nada. ¡Ni siquiera conozco a esos sujetos! –le grita al detenerse por un momento.

Kira –Ya te dije que no podrás engañarme, ahora ríndete pacíficamente o tendré que usar la fuerza.

Jacs emprende nuevamente la huída, pero esta vez tiene un plan para deshacerse de ella y da la vuelta en un callejón en donde ella no pueda verle por unos instantes.

Cuando la chica llega al sitio le ha perdido el rastro. Entonces un ruido sobre su cabeza la alerta, pero reacciona demasiado tarde en el momento en el que una lona de mercado cae sobre ella quedando atrapada.
Al ver que su treta ha dado resultado Jacs sale de su escondite y salta desde segundo piso haciendo un corte en la lona con su espada por el cual la chica saca la cabeza -¡Sácame de aquí ahora mismo! –le exige furiosa la joven apenas asoma su rostro.

Jacs –Lo haré en cuando me prometas dejar de seguirme por todos lados.

La chica se le queda mirando por unos momentos con cara de disgusto y cuando por fin está por decir algo los sonidos de unos pasos los toma por sorpresa a ambos. En la entrada del callejón se dejan ver por lo menos diez bandidos, los cuales los observan con sus armas, listos para el combate.

–Parece que por fin te tenemos en nuestras manos, niña loca –brama el más grande de todos y el que parece ser el líder de los malhechores.

–Ahora pagarás por todo lo que nos has hecho. –agrega uno de sus secuaces detrás de él.

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El jefe de los bandidos entonces pone su atención en Jacs –Deberíamos agradecerte por haber capturado a esta chica. Si lo deseas, puedes unirte a nuestra banda. Piénsalo, serás recompensado con riquezas y oro de nuestro próximo botín ¿Qué dices?

Jacs -¿Unirme? –pregunta extrañado ante la inesperada situación.

???-¡Sabía que eras uno de ellos! –dice la chica.

 –Ahora hazte a un lado y déjanos el resto a nosotros. –dice uno de los sujetos dándole un empujón mientras se abre paso hacia la chica armado con un cuchillo.

Jacs entonces saca su espada y le impide el paso mientras encara a los asaltantes sin perder la calma  –Esperen un momento, yo no le hice esto para que ustedes la lastimen. Aunque trató de atacarme, no merece que la deje en manos de unos rufianes como ustedes.

-¿Pero qué estás diciendo niño insolente? ¡Te daremos una lección! –brama el líder a voz en cuello.

En ese instante el líder invoca  magia de fuego que hace aparecer llamas en sus dedos mientras apunta éstos directamente hacia la cabeza de la chica, lanzando su hechizo hacia ella -¡BOMBA DE FUEGO!

Incapaz de moverse, la chica se limita a cerrar los ojos en el momento en el que ve el resplandor de la flama, pero antes de que logre alcanzarla, Jacs utiliza la hoja de su espada para desviar el hechizo lanzándolo de vuelta a los maleantes causando una explosión de fuego en el lugar entre los gritos de los malvivientes.

Afortunadamente para ellos, casi todos los bandidos logran hacerse a un lado antes de que las llamas los alcancen. El líder de la banda entonces pierde la paciencia -¡Ustedes dos ya me hartaron! ¡Al ataque! –ordena a sus esbirros.

Los bandidos se lanzan en contra de Jacs, quien los espera manteniendo firmemente su espada al frente.

El primer bandido lo ataca de frente con su espada, pero con un rápido movimiento Jacs quiebra la hoja de su enemigo y lo remata con una fuerte patada en el rostro. El bandido cae con tanta fuerza, que arrastra a dos de sus compañeros que estaban detrás de él.

Sin darle un segundo de respiro una segunda oleada de tres atacantes le hacen frente al mismo tiempo, distrayéndolo. Entre tanto, la chica logra salir por sí sola de la lona y liberarse sin que nadie se dé cuenta de ello. En medio del combate Jacs está ocupado combatiendo al frente un cuarto bandido intenta atacarlo por la espalda con un cuchillo, pero la chica lo deja fuera de combate con su magia de agua.

Tras terminar con sus enemigos, Jacs se da cuenta de lo sucedido y le agradece a la chica –Gracias por haberme ayudado.

-Ahórrate los agradecimientos para después –dice sin quitar la mirada a sus adversarios-. Primero debemos acabar con estos tontos –replica poniéndose al frente de la batalla.

Los últimos cuatro rufianes los atacan con llamaradas creadas con magia que la chica detiene fácilmente creando un campo de energía para luego contraatacarlos con una ola de agua que los arrastra por las calles hasta perderse -¡OLA MARINA!

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 Al ver a sus cómplices derrotados y habiéndose quedad solo en el campo de batalla, si líder opta por pedir perdón arrodillándose ante ellos en tono suplicante. --¡Lo siento mucho! Por favor, no me hagan daño, solamente estaba bromeando.

-¡Ahora serás llevado a prisión! –le grita la chica antes de amordazarlo.

Tras haber pasado una mañana muy agitada, los dos finalmente tienen la oportunidad de conocerse después de haber entregado al jefe de los bandidos en la prisión de la ciudad. Es entonces cuando ella lo conduce a las orillas de la ciudad, hacia la entrada de una mansión muy lujosa.

Jacs -¿En serio vivies aquí? –pregunta asombrado al ver las enormes puertas de la residencia que dan a un espacioso jardín.

Kira –Por supuesto que sí. –le asegura abriendo la puerta como si nada-. Vamos, ¡deja de bobear allí afuera y entra de una vez! –le grita fingiendo disgusto. Lo menos que puedo hacer por haberme ayudado el día de hoy es invitarte a cenar… Me dijiste que estabas aquí para comprar víveres, ¿no? Pareces hambriento.

Jacs –¡Y que lo digas! –exclama caminando detrás de ella camino a la entrada de la gran mansión con el sol del atardecer a sus espaldas.

Ambos pasan por la amplia sala hasta el comedor, en donde los espera una decena de cocineros con un desfile de platillos apetitosos que Jacs comienza a devorar apenas se sienta. En contraste, la chica come con mucha más calma y compostura observándolo sin poder disimular una sonrisa ante su falta de modales en la mesa.

Repentinamente Jacs detiene su frenesí un momento para preguntarle algo –Por cierto, aún no me has dicho, ¿cuál es tu nombre.?

Ella parece un poco sorprendida ante tal pregunta tan repentina –Me llamo Kira Lenndraken.

Jacs -Lenn… ¿qué? –repite.

Kira -¡Draken! ¡Lenndraken! Es el apellido de mi familia. ¿A caso nunca lo habías escuchado antes?

En eso un hombre de larga barba y de edad madura llega de improviso, saluda a su anfitriona y luego se dirige a Jacs. -Así que tú eres el joven que ayudó a mi pequeña hija. ¿Cómo te llamas, joven aventurero? ¿Qué te trae por estas tierras?

-¡Papá! –repone ella un tanto avergonzada por su intromisión.

Maldez -¡Oh!, Perdón. ¿Dónde están mis modales? Mi nombre es Maldez Lenndraken, el padre de Kira.

Jacs –Yo soy Jacs Rengard –se presenta formalmente levantándose de la mesa y dándole un apretón de manos. He venido desde el pueblo Sunabi en una misión personal en busca de unos artefactos llamados tesoros que se encuentran en el pico del sabio, pero creo que después de todo lo que ha pasado en la ciudad he perdido el rumbo.

Maldez -¿Dijiste…? ¡Rengard! -El nombre del joven despierta en Maldez recuerdos de una época pasada. En donde un hombre mayor le tiende la mano en señal de amistad cuando apenas era un niño. De golpe regresa al presente guardando la compostura, evitando así que el joven descubran su asombro.

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Kira -¿Tesoros? ¡Te refieres a “esos” tesoros! –pregunta apenas escucharlo.

Maldez –Estoy realmente impresionado, jovencito. No es común que una persona esté en busca de tales objetos mágicos. Exactamente, ¿por qué los estás buscando?

La expresión de Jacs se pone seria y rehúye la mirada de Maldez cuando le pregunta:  –Lo que sucede es que, hace poco, alguien asesinó a un ser querido. –responde apretando inconscientemente los puños. Mi abuela me aseguró que esos objetos podrían ayudarme a encontrar al culpable.

Kira –Pero los tesoros tienen como propósito… ¡¿Entonces piensas encontrar las esencias de las que hablan las leyendas?! –interrumpe la chica, evidentemente alterada por su comentario.

Jacs -¿Esencias? –pregunta extrañado-. No tengo idea de lo que estás hablando.

En ese momento Kira mira a su padre consternada –Papá, creo que Jacs necesita la ayuda de alguien con conocimientos mágicos si quiere encontrar las esencias. Además, ésta podría ser la oportunidad ideal para demostrarte mis habilidades como hechicera.

Su padre se queda callado y aparta la vista sin encontrar una respuesta adecuada para su hija.

Kira -¡Por favor padre! –insiste acercándose a él-. Tú siempre quisiste que alguien de nuestra familia entrenara en las artes mágicas. Ninguna de mis hermanas quiso aprender hechicería, y aunque siempre has dicho que dejarme viajar sola es muy peligroso, me prometiste que si encontrabas a alguien de confianza, me dejarías realizar ese viaje.

Maldez –Comprendo cómo te sientes, Kira, pero apenas acabas de conocerlo, tú no sabes…

Kira –Pero él me salvó de esos bandidos a pesar de que yo lo confundí con uno de ellos. ¿Esa no es prueba de su valentía y buenas intenciones?

Maldez –Le prometí a tu madre que te cuidaría –repone-, además…

Kira –Lo sé –lo interumpe-, pero ya no soy una niña. Si alguna vez quiero convertirme en una verdadera hechicera tengo que salir al mundo. Además, le debo un favor a este chico. Al menos permíteme acompañarlo hasta la montaña del sabio.

Maldez  lo piensa unos momentos –Después de todo, se lo debo… -murmura entre labios. Entonces agrega:
-Jacs, ¿puedo pedirte un favor?

Jacs, que ha vuelto a atragantarse con comida sin haber prestado mucha atención a la conversación de él y su hija lo escucha nuevamente con una pieza de pollo todavía en la boca.

Maldez -Como acabas de escuchar, mi hija siempre ha soñado con viajar para ampliar sus conocimientos en las artes mágicas. Desde niña ha mostrado una gran inteligencia y determinación. Tan fuerte ha sido su deseo, que le permití utilizar sus poderes para proteger esta ciudad desde que las tropas del ejército oscuro confiscaron casi por completo los objetos mágicos de esta ciudad, incluyendo los medallones. Sé que es parte de su destino. Ella podría serte de gran ayuda y enseñarte a usar la magia si me prometes que la vas a proteger de los peligros del mundo exterior.

Kria -¡Es verdad! Yo soy la persona indicada para guiarte hacia la montaña del sabio.

Jacs -¿De verdad me llevarías hasta el pico del sabio?

Kira –Se llama la montaña del sabio y sí, sé dónde se encuentra.

Jacs –Está bien. Entonces seremos compañeros de viaje –le dice estrechando su mano en señal de amistad, todavía con un poco de arroz pegado en su mejilla.

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La mañana del día siguiente, después de un abundante desayuno, Jacs espera a Kira fuera de la puerta de la mansión junto a un sirviente y a un enorme costal que contiene provisiones. Kira finalmente sale de su casa y le da los buenos días.

Jacs -¿Piensas llevar todo eso para el viaje? –le pregunta levantándolo para mostrárselo.  

Kira –Mi padre ha insistido en que llevemos todo esto para no pasar hambre.

Al ver la expresión de Jacs, Kira adivina sus pensamientos –No seas tonto ¡Estas cosas son provisiones y alimentos! No soy esa clase de chicas que llevan su guardarropa entero a todas partes.

Jacs intenta alzar la pesada carga llevándosela a la espalda, pero es incapaz de hacerlo hasta el tercer intento. –Aun así, seré yo el que cargue todo esto –dice con voz apesadumbrada.

Kira –Por supuesto que sí. Es por eso que mi padre te pidió que te acompañe. Sabe que eres un chico bastante fuerte –agrega con alegría poniéndose en marcha para después dejarlo atrás al correr. Jacs intenta seguirla rezagándose atrás debido a su pesada carga que lleva a cuestas-

Kira –Vamos, no tenemos todo el día –le dice en tono apremiantemente a Jacs, que camina lastimosamente tras ella con lentitud.





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