14 enero, 2015

¿Entiendes lo que es la libertad de expresión?


Debido a los acontecimientos recientemente ocurridos en Francia con relación al atentado terrorista a la revista Charlie Hebdo, me he dado cuenta que la mayoría de las personas no entienden el concepto de libertad de expresión y lo confunden con la sátira, lo interpretan como una falta de respeto, o incluso lo ven abiertamente como discriminación.



La importancia de la libertad de expresión

La libertad de expresión es uno de los bienes morales más importantes para las sociedades humanas ya ha jugado un papel muy importante en el desarrollo de nuestra civilización a lo largo de la historia. Irónicamente es uno de los puntos menos comprendidos por las sociedades democráticas actuales; uno puede medir el nivel cultural de un país poniendo a prueba el nivel de tolerancia y libertad de expresión que ejerce la gente que vive en él, y para muestra nada mejor que los recientes hechos ocurridos en Francia.

Personalmente me parece admirable la postura de los editores de esta revista que, pese a haber sobrevivido a una situación de vida o muerte no sólo tengan el coraje y los ánimos para continuar su labor, que bien o mal recibida, es necesaria, y en vez de irse por el camino fácil,de crear una portada con rencor y odio su respuesta haya sido el camino del perdón.

Desde el día del atentado se han creado movilizaciones en Francia y en varias partes del resto del mundo para promover la tolerancia y defender el derecho a la libre expresión. Lo más notable de esto es que incluso personajes influyentes de origen musulmán se han unido a estas causas.

La diferencia entre despotricar y criticar

Aun así podemos ver en redes sociales en los medios informativos que la opinión está dividida. Por una parte estamos los que reprobamos la violencia de cualquier tipo y defendemos los derechos de libertad de expresión, mientras que por el otro lado hay quienes de alguna manera, ya sea directa o indirectamente justifican el atentado queriendo dar a entender que la revista hacía algo más que una sátira e incitaba el odio y la xenofobia hacia toda una cultura.

¿Cuántas personas habrían muerto ya con esta caricatura de actuar como los musulmanes radicales? ¿Alguna vez te has tomado en serio todo lo que pasa en este programa?  

Hay que dejar algo bien claro, la sátira puede ser ofensiva y hasta cierto punto provocativa, pero sólo para quienes todo se lo toman como algo personal. Para estas personas, es lo mismo ir por la calle y llamar “terrorista” a voz en cuello a una persona con turbante que señalar en un debate público los errores que ha cometido el islam, y es que existe una línea que divide entre la crítica y la discriminación.

Por un lado, la crítica se centra en mostrar las deficiencias y los errores humanos, algo que puede ser positivo si se sabe escuchar y rectificar los errores. A esto debo añadir que una crítica sólo es útil cuando es bien intencionada y tiene fundamentos. Usar malas palabras o usar la crítica para ventilar frustraciones y rencores no sólo es innecesario, sino inservible. Para que las críticas sean útiles éstas siempre deben estar encaminadas para hacer notar los errores con fundamentos, libres de prejuicios personales o bien, para mejorar.

El fanatismo no tiene nombre ni religión

El islam no es una religión de paz, como muchos suelen afirmar, igual que el catolicismo. Tan sólo basta echar una mirada a ambas doctrinas para ver que la principal razón de la expansión de estas creencias ha sido a través de la violencia y el miedo. Tampoco quiero hacer esta opinión personal una encrucijada contra una religión, ya que así como se puede matar en nombre de un dios también se puede –y se ha hecho- en nombre de una ideología, un escudo de armas, una bandera...

¿Por qué debemos defender la libertad de expresión?

La libertad de expresión es la más poderosa herramienta del hombre común, y en conjunto es la clave para una sociedad civilizada. Ella nos permite alzar la voz y ser escuchados como individuos, algo que para aquellos en el poder y con recursos han temido desde el surgimiento de la civilización. Cualquiera que esté en contra de la libertad de expresión es porque es ignorante de sus propios derechos, teme a las ideas y valores diferentes a los suyos, o desea tener el control absoluto de la verdad.

Si no defendemos el derecho de terceros de expresar ideas, incluso si estas no nos agradan, corremos el riesgo de perder este derecho para todos, porque si no eres capaz de expresar tus propias ideas, tarde o temprano alguien más lo hará por ti.





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