08 agosto, 2014

Signos Etéreos: Capítulo 27


Quedan muy pocos capítulos para que concluya Signos Etéreos, por lo que lo mejor de las aventuras de Jacs, Kira y Valtron está por venir. Sin ir más lejos, en este capítulo podrán presenciar no sólo una de las mejores batallas que se han visto hasta ahora, sino también uno de los puntos claves en los que gira la trama, y si creen que el villano principal, Fragar será el protagonista en esta ocasión piénsenlo dos veces. ¿Quieres saber cómo termina este combate? ¡No esperes más, que el capítulo 27 está a punto de comenzar!





Nombre: Jacs Rengard
Residencia: Pueblo Sunabi

Jacs es un joven que fue criado por su madre y por sus abuelos en una granja en las afueras del pueblo Sunabi, situado a las orillas del bosque gris, por lo que se le considera uno de los asentamientos humanos más remotos. Aprendió el arte del combate con espada de su abuelo, quien desde pequeño tomó el papel de su padre después de que éste muriera repentinamente. Las razones de su muerte nunca le fueron revelta años después.

A la edad de 17 años su abuelo también muere en extrañas circunstancias por un asesino misterioso, lo que lo hace emprender un viaje para vengar la muerte de su querido abuelo. Es así como empieza su aventura…


Nombre: Kira Lenndraken
Residencia: Ciudad Paragon

Criada en el seno de una familia de hechiceros respetables de clase alta, aprendió desde muy temprana edad a usar la magia gracias a un riguroso entrenamiento para estar a la altura de las expectativas de su padre, quien antes de que ella y sus hermanas nacieran ansió tener un hijo varón que siguiera sus pasos para formar parte del consejo mundial de hechiceros.

Fuera de su carácter impaciente y temperamental, es una disciplinada estudiosa de la magia. A pesar de dominar y conocer muchos tipos de magias se especializa en magia de agua, a la que ha dominado a la perfección. 



Nombre: Valtron Molvus
Residencia: desconocida

Caza recompensas errante de pasado misterioso. Conoció a Jacs y a Kira luego de que Fragar lo contratase para matarlos, aunque durante la búsqueda de las esencias se unió al grupo renunciando así a Fragar, para luchar en su contra.

Es un personaje balanceado que emplea la espada y hechizos en combate a costa de no tener ninguna especialización.









Descripción de hechizos:

Magia de fuego:


Magma de impacto: se crea un espeso magma que, a pesar de ser más lento que el plasma, provoca daños colaterales una vez llega al objetivo al estallar.


Magia de viento / trueno:


Ojo de huracán: invoca el poder de tornado combinado con relámpagos. En su interior, la víctima es destrozada por la fuerza centrífuga mientras es atacada con relámpagos.









Descarga el capítulo


Titulo: Reencuentro con el pasado: un nuevo espíritu de lucha
Escenario: La isla sagrada
Tiempo: Una semana después de haberse enfrentado a Fragar
Personajes: Jacs

Después de ser derrotados por Fragar, Jacs fue transportado a una misteriosa isla en donde un anciano llamado Genval decidió enseñarle a dominar la magia de la luz. Ha pasado una semana desde que llegó a la isla y gracias a su entrenamiento y dedicación ha progresado mucho desde entonces.

Jacs permanece sentado, en medio de un claro entre la selva. Su rostro está cubierto de perlas de sudor, intentando concentrar toda su energía. Finalmente y con un grito hace que la esfera de energía de luz que descansa en sus manos se eleve por entre los árboles liberando un deslumbrante resplandor que opaca el sol de medio día. Cuando el haz de luz desaparece, Jacs se tira en el suelo, exhausto.

En ese momento Genval aparece detrás de él –Parece que has mejorado mucho en estos días. Ya eres capaz de dominar la magia de la luz, aunque no por completo –lo felicita.

Jacs –Lo sé. He estado entrenando día y noche y aún no soy capaz de conjurar hechizos –le responde con la respiración todavía agitada por el esfuerzo.

Genval –Eso no es tan importante ahora. Ya has logrado avances muy importantes en muy poco tiempo. Ahora que puedes dominar el poder de la luz podrás aprender a usar hechicería más fácilmente.      

Jacs –Supongo que tiene razón…

Genval le advierte mirándolo fijamente: -Debes apresurarte muchacho. Estoy seguro que Fragar no se ha quedado con las manos cruzadas todo este tiempo. Presiento que algo está por suceder.

Jacs –Comprendo, pero no puedo esperar más. Mis amigos me necesitan. Tengo que saber que están bien y por eso he decidido volver. Mañana intentaré hacer un hechizo, y si lo logro, regresaré con ellos.

Genval –Admiro tu dedicación, muchacho. Yo también quisiera poner de mi parte y darte algo que seguramente te ayudará en la batalla, pero será hasta mañana cuando te lo entregue.

Esa misma noche Jacs yace en la cama sin poder  dormir. Pesadillas acosan su mente sobre lo ocurrido el día en que peleó en el castillo. Se ve a sí mismo peleando junto a sus compañeros, pero no importa qué magia utilicen, pues Fragar es inmune a sus ataques. Al final, su enemigo libera una enorme cantidad de energía oscura que termina por engullirlo a él y posteriormente a sus amigos.

En medio de la pesadilla escucha una voz que conoce bien, pero que no había escuchado en mucho tiempo. –Jacs… debes ser fuerte… Tus amigos te necesitan…

Jacs despierta en ese momento agitado. Se levanta y mira por la ventana al exterior en dirección a la luna. “Abuelo… protege a mis amigos” -dice para sus adentro

La mañana del día siguiente amanece nublado. El mar está agitado, pero eso no detiene el entrenamiento de Jacs, que desde el amanecer se encuentra practicando en la playa. Después de formar esferas de luz de energía, las lanza hacia el mar agitado. En cuestión de segundos los rayos de luz estallan en la lejanía al caer al mar. Genval, como siempre, observa sus progresos en silencio cerca de allí.

Pronto se desata una nueva tormenta que cobra fuerza conforme poderosos truenos caen haciendo retumbar la tierra con su poder. En cierto momento, uno de los truenos cae tan cerca de Jacs que se ve obligado a saltar para no ser alcanzado por el impacto.

Jacs -¿Qué fue eso? –se pregunta asusutado, mirando al lugar en el que cayó el trueno.

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De pronto un fuerte viento comienza a soplar desde mar adentro. La luz de un trueno a sus espaldas revela una sombra detrás de Jacs. En lo alto de una palmera, una figura lo observa y de un salto baja hasta donde está él. –Volvemos a vernos cara a cara, Jacs Rengard.

Jacs -¡Quién eres! ¡Da la cara! –grita sin poder reconocer entre el vendaval la forma de su interlocutor.

-¿Es que acaso no me reconoces? Soy Shinka Ud. El hombre más fuerte después de Fragar, y he venido por lo que me corresponde.

En un parpadeo, Shinka se coloca al lado de Jacs –Tú y yo tenemos una pelea pendiente. Fragar no me permitió acabar contigo en el castillo, pero ahora no hay nada que me detenga. Reclamaré tu vida como mía, y así acabaré de una vez con el último de los Rengard.

Entonces Genval interviene.  -Eres muy osado al pisar tierra sagrada con intenciones siniestras, muchacho. Si yo fuera tú, me iría de inmediato a menos que quieras morir a manos de los espíritus que custodian esta isla.

Shinka lo voltea a ver con desprecio – ¡Este asunto no es de tu incumbencia, anciano! Es un asunto familiar entre él y yo.

Jacs -¿Familiar? ¡Qué quieres decir con eso!

Shinka suelta una risotada –Para ser tan hábil con la espada eres un poco lento. Fragar no asesinó a tu abuelo ni a tu padre. Fui yo.

Jacs enmudece en el momento en el que otro relámpago resuena.

Shinka –Así es. Aunque fue Fragar el que ordenó su muerte, yo fui quien cumplió esa orden.

Jacs –Por qué... ¡Por qué los asesinaste!

Shinka –Tu abuelo fue el hombre más fuerte en su momento. Eso ya deberías saberlo, y al darle muerte demostré que yo era digno de tomar su título como el hombre más fuerte del ejército de Fragar, pero cuando estaba a punto de darme ese título, Fragar se enteró que existía un descendiente más del que debería encargarme antes de ocupar el máximo cargo, ¡y ese descendiente eres tú! Cuando mueras, seré conocido como la leyenda que mató al guerrero fénix y acabó con toda su dinastía.

La ira de Jacs al escuchar esto le hace hervir la sangre –Mi… mi abuelo… era un anciano cuando lo mataste. Ni siquiera llevaba consigo su espada ni su medallón ese día. ¡¿Y aún así te jactas de haberlo vencido, cobarde?! ¡No eres más que un asesino a sangre fría sin honor!

Shinka – ¡Cuida tus palabras, chico! Debo admitir que no fue una pelea limpia, pero eso se puede arreglar. Es por eso que he venido por ti. Tengo instrucciones de llevar tu cuerpo ante Fragar y recuperar la espada junto con el medallón de fuego que llevas, pero eso me da igual. Esto es personal; será un duelo limpio entre tú y yo. Estoy ansioso por ver lo que ese viejo decrépito te enseño con la espada.

Jacs –Si realmente eso es lo que quieres, ¡acepto tu desafío!

Shinka –Entonces que así sea. Será un desafío a muerte.

Genval -¡Espera un momento! No puedo permitir que manchen con sangre un sitio como este.

Jacs –Lo siento, Genval, pero es mi pelea. ¡Necesito acabar con él por lo que le hizo a mí familia! Si no soy capaz de vencerlo, entonces jamás tendré posibilidad alguna de vencer a Fragar. Es momento de ponerme a prueba. El motivo de mi viaje fue encontrar al responsable de la muerte de mi abuelo y de mi padre, y ahora que lo tengo enfrente de mí, ¡no lo dejaré escapar!

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Genval recapacita por unos momento -…muy bien, si eso es lo que realmente quieres, no los detendré. Pero no seré responsable de tu muerte si acaso llegas fallar.

Jacs –Lo entiendo y acepto el riesgo.

Genval –Buena suerte entonces.

Habiendo llegado a un acuerdo con el anciano, ambos contendientes desenfundan sus armas y se lanzan uno contra otro en pleno apogeo de la tormenta. El sonar de los metales al chocar a gran velocidad resuena por toda la isla. Shinka toma ventaja de la partida en una fracción de segundo en la que Jacs se distrae hiriéndolo en el hombro derecho. Jacs logra reaccionar haciéndole un corte superficial a su enemigo antes de éste pueda alejarse.

Después de un intenso enfrentamiento entre espadas ambos se separan para tomar un respiro. –Nada mal para un chico de campo como tú. ¡Es momento de llevar esta pelea a otro nivel! –grita Shinka adquiriendo una pose ofensiva.

Utilizando  las esencias de viento y del trueno, encanta su sable con ambos poderes. Jacs hace lo mismo encantando su espada con magia de luz. –Que así sea.

Shinka es el primero en atacar a Jacs ráfagas de energía que son esquivadas hábilmente. Pronto, las acometidas de Shinka se vuelven más agresivas y difíciles de esquivar, por lo que Jacs se ve en dificultades. Los aceros de ambas hojas se encuentran de nuevo en el aire chochando con violencia producto de las energías de las que están cargadas.

Enfurecido, Shinka comienza un ataque a gran velocidad con su espada generando ráfagas de energía que provocan cortaduras por todo el cuerpo a su adversario. Desesperado, Jacs lanza una ráfaga de energía que contrarresta el ataque obligando a Shinka a defenderse recibiendo el ataque con su espada. La onda de choque es tan poderosa que sus pies hacen fricción contra el suelo. Todavía aturdido por el ataque, Shinka no se percata de la cercanía de Jacs, que aparece de un salto frente a él con intención de clavarle su espada en el pecho, pero falla cuando el ninja reacciona y se mueve evitando así el fatal ataque. La espada de Jacs queda por un momento enterrada en el tronco de un árbol.

Secando el sudor de su frente, Shinka queda asombrado por la habilidad de Jacs. -Debo confesarlo, creí que vencerte sería más fácil, pero has resultado ser un gran oponente. Sin duda hay algo de tu abuelo en tu sangre.

Jacs lo mira con rencor mientras habla –¡Tus halagos no me hacen falta! Eres la razón por la que estoy aquí. Con tu muerte, el espíritu de mi abuelo podrá encontrar la paz.

Shinka cierra los ojos simulando confianza –No son halagos, eso es lo que lo hace divertido.

Jacs – ¡No te dejaré vivir por lo que me has hecho!

Shinka –Muy bien, si así lo quieres. ¡Puedes perdonarme en el otro mundo!

El ninja lo ataca con todas sus fuerzas y a una velocidad tal, que Jacs simplemente no puede ver sus movimientos con claridad. Shinka aparece frente a él blandiendo su espada listo para matarlo, pero Jacs logra poner su espada un momento antes de ser cortado por el sable. El golpe es tan fuerte que su espada sale volando de sus manos cayendo a varios metros de allí. Jacs hace un intento por distraer a Shinka lanzando llamas hacia él sin contar con que su enemigo las extingue con sólo un corte de su arma. Creyéndose vencedor, el ninja avanza hacia él, tirado en el suelo, en un estado vulnerable y sin su espada.

Jacs hace un último intento por recuperar su arma haciendo un salto hacia atrás, pero Shinka no se lo permite pateando su espada hacia otra parte. Sin otra salida, Jacs se ve obligado a escapar hacia los árboles de los que salta de rama en rama con la esperanza de permanece fuera del alcance de su enemigo.

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Durante la prosecución Shinka lo acosa lanzándole estrellas encantadas de trueno y viento. Repentinamente, cuando están muy cerca el uno del otro, Jacs se da media vuelta atacándolo con un hechizo de fuego. -¡MAGMA DE IMPACTO!-. Una columna de magma se eleva desde el suelo entre los contendientes. Sorprendentemente, Shinka pasa sobre el magma sin ningún problema. -¡OJO DE HURACÁN!

El poder del ninja choca con el magma causando que el éste sea arrojado en todas direcciones  provocando incendios en toda la jungla y en el bosque. Jacs y Shinka saltan en direcciones opuestas para ponerse a resguardo del magma. En su caída, Shinka se golpea de espaldas contra un árbol perdiendo su sable. Aprovechando esto, Jacs logra recuperarse e intenta atacarlo con sus puños sin darse cuenta que el ninja lo espera con una pequeña daga que mantenía escondida bajo su ropa. Aunque Jacs logra evitar el primer ataque, una segunda daga logra herirlo en el vientre al no poder apartarse a tiempo. Aturdido y debilitado, Jacs cae pesadamente de espaldas al suelo. Intenta levantarse una vez más, pero la pérdida de sangre lo debilita. Sus energías lo abandonan así como su espíritu de lucha.

Con la vista borrosa observa cómo Shinka se le acerca para asestarle el golpe final con su sable. En ese momento, escucha la voz de Kira que le llama –Jacs… ¡Jacs!

El tiempo parece detenerse para él cuando mira la figura de su abuelo arrodillado frente a él:

 “Jacs, lamento no poder haberte protegido. Has tenido que pagar por mis errores, pero no es momento de rendirte. Tus amigos te necesitan. ¿Recuerdas por qué te enseñé a usar la espada?” -. En ese momento sus recuerdos de su infancia afloran:

Jacs puede verse a sí mismo a los cinco años, practicando con su abuelo el combate de espada usando como sustituto unas ramas secas afuera de su cabaña, en el bosque.  Aunque el niño toma el entrenamiento como un juego, pone atención a todas las indicaciones que su abuelo le da.

Mientras tanto, Shinka se toma su tiempo para atacar cargando su espada al máximo de energía al tiempo que salta muy alto en el aire para después poner toda su fuerza en el ataque final que tiene como objetivo clavar su arma en el corazón de Jacs. Aún delirando, tendido bajo la lluvia, Jacs recobra la consciencia de golpe sólo para ver a Shinka caer del cielo sobre él. –No… puedo rendirme, ¡no ahora!

La recuperación de Jacs sorprende a Shinka -¿Qué?, ¿cómo es posible que aún pueda ponerse en pie?... pero es demasiado tarde para ti. ¡Muere!

El poder de Shinka es tan poderoso, que a ese punto pareciera un cometa que desciende a gran velocidad a causa de la enorme cantidad de energía que ha acumulado a su alrededor.

Jacs toma su espada, que yacía tirada cerca de él para encantarla de nuevo con magia de luz. Entonces da un largo salto para encontrarse con Shinka. “Sí. ¡No puedo rendirme! Vale la pena vivir, ¡quiero vivir! Abuelo, ¡guía mi espada!”.

Ambas fuerzas colisionan en el aire creando una onda expansiva que se extiende por toda la isla y por un momento, el tiempo parece detenerse. Puede verse cómo el sable de Shinka se hace añicos ante la fuerza de la espada de Jacs, que atraviesa el aire hasta encajarse el pecho del ninja.

Habiendo gastado toda su energía, Jacs se deja caer al suelo junto con el cuerpo inerte de Shinka. Al poco tiempo recobra la consciencia. Haciendo un gran esfuerzo logra ponerse de pie y con pasos vacilantes, camina hacia unos pasos hacia Genval antes de desplomarse de nuevo.

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Genval acude en su ayuda, pero antes de poder llegar hasta él, un brazo toma por el cuello a Jacs mientras siente cómo el frío metal se entierra en su espalda. Jacs deja escapar un alarido en el momento en el que Shinka, ya moribundo lo sujeta por detrás. –Lo hiciste muy bien, pero no pienso irme al otro mundo solo. ¡Te llevaré conmigo al infierno! Subestimaste a tu adversario; ese tipo de cosas son las que hacen de tu linaje débil. –continúa Shinka al tiempo que entierra a mayor profundidad la daga en su espalda.

En un esfuerzo supremo, Jacs toma el mango de su espada, que todavía permanece enterrada en el pecho de Shinka y con sus últimas fuerzas la encanta con el poder de la luz. La energía dorada atraviesa la hoja hasta adentrarse en el cuerpo de Shinka. Los ojos del ninja, así como su boca, dejan escapar un resplandor de luz.
En un último grito de dolor el cuerpo de Shinca se desvanece en medio de la poderosa luz hasta que no queda nada de él. Ya sin fuerzas y herido Jacs se deja caer al suelo, perdiendo el conocimiento al instante.

Han pasado horas desde que terminó la batalla. Jacs recobra la conciencia,l recostado en una cama. Pronto reconoce el interior de la casa de Genval, quien permanece en la misma habitación, junto a la chimenea. Cuando nota que ha despertado se le acerca.

Jacs -¿Qué sucedió? ¿Qué pasó con Shinka?

Genval le responde con una sonrisa –Parece que lo venciste, muchacho. Utilizaste muy bien la magia de la luz para derrotarlo. Ahora estás muy débil para partir, pero en cuanto mi magia curativa surta su efecto te recuperarás por completo.

Jacs –C… creí que al vengar a mi padre y a mi abuelo encontraría algo de paz en mi interior, pero sólo conseguí abrir viejas heridas…

Genval –El camino de la venganza no trae más que dolor. Pero ahora, gracias a eso has podido dominar la magia de la luz. Ahora estás listo para desafiar a Fragar.

Jacs –No… me siento… capaz todavía…

Genval –Por el contrario. Ahora eres capaz de manejar la luz. Ten en cuenta que en tu próxima batalla no lucharás solo. –El anciano entonces procede a entregarle unos brazaletes dorados-. Estos brazaletes ayudarán a aumentar tu afinidad con la magia de la luz. Con ellos, podrás manejar mucho más fácil la magia.

Acto seguido le muestra su espada, que muestra la marca del símbolo de la luz en su hoja. -Además, me he tomado la molestia de sellar un hechizo de luz en tu espada. Ten en cuenta que sólo funcionará una vez, por lo que deberás usarlo en el momento preciso en la batalla. No debes encantar tu espada por ningún motivo con otro tipo de magia antes de activarlo, o el hechizo de luz se perderá.

Jacs examina detalladamente el símbolo grabado con un resplandor dorado: “Con esto, ¡seguramente podré vencer a Fragar! Esperen un poco más amigos. Que pronto estaré con ustedes”. –dice para sus adentros.










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