25 abril, 2014

Signos Etéreos: Capítulo 12


La búsqueda de las esencias continúa esta semana con Jacs y sus amigos dirigiéndose a tierras más elevadas; a las montañas Pao Pao para ser específico, en donde extraños sucesos bajo cero están ocurriendo en torno a las montañas. ¿Qué clase de criaturas habrá entre ellos y la esencia helada? ¿Saldrá el abominable hombre de las nieves en este capítulo? ¡Averígüenlo en el capítulo número 12 de Signos Etéreos!




Nombre: Jacs Rengard
Residencia: Pueblo Sunabi

Jacs es un joven que fue criado por su madre y por sus abuelos en una granja en las afueras del pueblo Sunabi, situado a las orillas del bosque gris, por lo que se le considera uno de los asentamientos humanos más remotos. Aprendió el arte del combate con espada de su abuelo, quien desde pequeño tomó el papel de su padre después de que éste muriera repentinamente. Las razones de su muerte nunca le fueron revelta años después.

A la edad de 17 años su abuelo también muere en extrañas circunstancias por un asesino misterioso, lo que lo hace emprender un viaje para vengar la muerte de su querido abuelo. Es así como empieza su aventura…


Nombre: Kira Lenndraken
Residencia: Ciudad Paragon

Criada en el seno de una familia de hechiceros respetables de clase alta, aprendió desde muy temprana edad a usar la magia gracias a un riguroso entrenamiento para estar a la altura de las expectativas de su padre, quien antes de que ella y sus hermanas nacieran ansió tener un hijo varón que siguiera sus pasos para formar parte del consejo mundial de hechiceros.

Fuera de su carácter impaciente y temperamental, es una disciplinada estudiosa de la magia. A pesar de dominar y conocer muchos tipos de magias se especializa en magia de agua, a la que ha dominado a la perfección. 



Nombre: Valtron Molvus
Residencia: desconocida

Caza recompensas errante de pasado misterioso. Conoció a Jacs y a Kira luego de que Fragar lo contratase para matarlos, aunque durante la búsqueda de las esencias se unió al grupo renunciando así a Fragar, para luchar en su contra.

Es un personaje balanceado que emplea la espada y hechizos en combate a costa de no tener ninguna especialización.







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Titulo: La leyenda de las montañas Pao Pao: Un difícil camino
Escenario: a la entrada del pueblo
Tiempo: Dos semanas después de pasar por Xeliar
Personajes: Jacs, Kira y Valtron

El camino hasta las montañas Pao Pao ha sido difícil, pero finalmente nuestros héroes han llegado a su destino: un frío y desolado pueblo en la falda de la cordillera de montañas los recibe con una fuerte ventisca, en donde el frío no será la mayor de sus preocupaciones.

Tras haber caminado por horas en medio de una fuerte nevada, los tres finalmente llegan penosamente a la puerta de una taberna que se localiza en la parte más remota del pueblo. Hambrientos y cansados, se sientan en una de las mesas, esperando comer algo.

Jacs -¡Me muero de hambre! –exclama al tiempo que se deja caer en la silla y toma unos cubiertos.

Kira –Yo también –agrega ella igualmente exhausta dejando caer la parte alta de su cuerpo sobre la mesa.

Valtron –Es comprensible considerando que no hemos probado bocado en al menos tres días. Por cierto, ¿alguno de ustedes dos trae dinero?

No han pronunciado Kira y Jacs una palabra cuando un hombre mal encarado, evidentemente ebrio se les acerca.

-¡Eh, forasteros! –brama el extraño-, ¡más les vale que se larguen! Aquí no hay comida para  ustedes –los amenaza arrojándoles su tarro de cerveza que se estrella en la pared detrás de ellos. El ruido del cristal llama la atención de todos los parroquianos a su alrededor.

Valtron –Escucha, amigo. Más vale que te calmes, solamente hemos venido a comer. Nadie pidió tu opinión.

-Que, ¿Acaso quieres pelear? –amenaza el sujeto levantándose bruscamente y dirigiéndose hacia ellos con mala actitud.

En ese punto, Valtron se levanta haciendo ademán de sacar su espada.

Al ver que el humor de los presentes está subiendo de tono Kira intenta apaciguarlos interponiéndose entre los dos: -Esperen, esperen chicos. No todo se resuelve con violencia –se dirige al lugareño y a Valtron intentando sonar lo más amable posible.

Jacs –Mira quién lo dice… -agrega entre dientes, todavía sentado, bebiendo un vaso de agua.

Kira -¡Tú cállate! Lo que trato de decir es que…

 –¡A ti nadie te preguntó niña tonta! -El hombre entonces le da un leve empujón a Kira con el hombro, lo cual provoca su ira.

Segundos después, un potente chorro de agua atraviesa el techo de la taberna junto con el hombre atrapado en ella hasta perderse en la ventisca. Del agujero del techo comienza a entrar el gélido viento al tiempo que copos de nieve caen en los hombros y el cabello de la todavía malhumorada Kira. –Nadie me llama niña tonta sin recibir su merecido –sentencia palmeando sus manos. -¿Alguien más? –agrega mirando desafiantemente al resto de personas que se encuentran en el lugar con el puño en alto.

Temerosos por lo que acaban de presenciar, los demás comensales salen en estampida por la puerta dejando el lugar completamente vacío.

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Más tarde, mientras devoran cada pedazo de carne, fruta y platillos en la mesa, una anciana encorvada y de muy avanzada edad que había estado observándolos desde su llegada se les acerca.

Anciana –Me parece que los conozco. ¿Acaso no son ustedes los viajeros que están en busca de las esencias?

Jacs, que aún tiene un gran trozo de carne en la boca le contesta entre balbuceos –Así es. ¿Cómo sabe de nosotros?

Valron –Veo que nos hemos vuelto muy famosos. Eso explica el por qué nos han estado persiguiendo tanto últimamente.

Kira –Bueno, pero,  ¿y a qué viene todo esto anciana?

Anciana –Se escuchan rumores de que unos jovencitos planean reunir las esencias para enfrentar a malvado rey oscuro Fragar; si ese es el caso, yo podría ayudarles.

Jacs -¿Cómo piensa ayudarnos?

Anciana –En estas latitudes el clima es muy extremo. Además, deben tener en presente los peligros que los esperan más delante de este pueblo si piensan ir en busca de la famosa esencia del hielo. En primer lugar, déjenme explicarles por qué los lugareños los han tratado tan hostilmente: 

“Nuestra forma de vida está ligada a las montañas, de las cuales obtenemos alimentos y agua; también recogemos frutos y hierbas en la primavera, pero este año, como pueden ver, no ha llegado hasta aquí a pesar de que la temporada invernal terminó hace tres semanas”.


Jacs –…no lo entiendo del todo.

Anciana –Nosotros, los habitantes de ésta montaña creemos en una entidad llamada la dama de hielo, la cual a demás de resguardar la esencia, es la que protege estas montañas. Debido al mal tiempo, creemos que algo la ha puesto de mal humor. Algunos dicen que es por causa de los forasteros los cuales la hicieron enfadar, por lo que nos ha enviado ventiscas que causan estragos en toda esta área.


Kira –Ya entiendo… y supongo que usted quiere que vayamos a averiguar qué es lo que le sucede, ¿no es verdad?

Anciana –Hasta ahora, nadie ha visto en persona a la dama de hielo en al menos doscientos años, pero se dice que estará dispuesta a ayudar a aquellos de corazón noble, ya que aquellas personas de corazón mezquino que se atreven a entrar a sus dominios desaparecen sin dejar rastro o son convertidos en estatuas de hielo que permanecen en su jardín de hielo por siempre.

Valtron – Lo que nos interesa saber es dónde se encuentra esa dama de hielo exactamente.

Anciana –Ella vive en un castillo de hielo, al otro lado de las montañas conocido como el valle de la luna blanca. Es un sitio rodeado de montañas el cual permanece en eterno invierno no importa qué estación del año sea.

Jacs – Parece que no será fácil llegar hasta allá.

Valtron –Tienes razón. Necesitaremos comprar equipo y ropa para la nieve.

Anciana –Dejen que yo me encargue de eso. Quizás si logran gustarle, la dama de hielo pueda concederles un deseo.

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Kira –Lo que nosotros necesitamos es la esencia.

De pronto la anciana cambia su actitud amable  y comienza a gritarles  -¡Que ni se les ocurra tomar la esencia! La dama de hielo ha estado custodiando la esencia por siglos. ¡Su poder es el que protege estas tierras de influencias negativas, como los soldados de Fragar!

Jacs –No habrá más remedio que buscar a la dama de hielo y hablar con ella personalmente.


Anciana – Tendrán que atravesar la montaña para alcanzar el valle de la luna blanca. Pueden quedarse en mi casa esta noche si quieren. No es muy grande, pero es acogedora y cálida.  

Jacs –Es muy amable. Prometemos ayudarles en lo que podamos.

A la mañana siguiente, los tres parten bien equipados y con ropa de invierno hacia la montaña en medio de una terrible ventisca. Valtron usa su magia de viento alrededor de ellos para atenuar las fuertes corrientes congeladas que golpean inclementemente su cara descubierta con furia, helándoles la sangre.

Jacs -¡Es demasiado frío aquí! –comenta casi gritando entre el rugido de la tormenta.

Valtron -¡Ánimo!, ya casi alcanzamos la cima.

Mientras avanzan, Kira tiene un presentimiento, entonces un escalofrío recorre su nuca. –Esperen, ¿qué fue?... –se pregunta deteniendo su marcha y mirando en todas direcciones.

Valron -¿Qué sucede,  Kira? –haciendo una pausa en su andar.

Kira –Hace un momento –agrega fijando su vista a su derecha-,  sentí como si algo nos estuviese observando…

Jacs -¿Será algún enemigo? –pregunta intentando distinguir algo entre la tormenta.

A lo lejos, de manera apenas perceptible, puede verse cómo unos ojos con un resplandor rojo los observan entre la nieve y en un instante se desvanecen sin dejar rastro. -…no lo sé, pero se sentía como una presencia. Una muy poderosa. Parece ser que ya se ha ido -concluye ella.

En ese instante, la fuerza de la tormenta arrecia con mayor violencia. Los furiosos vientos amenazan con lanzarlos al vacío bajo sus pies viéndose obligados a asirse fuertemente de las rocas para sostenerse. Debido a la fuerza de la tormenta, la protección de aire de Valtron cede y son golpeados de lleno por los vientos gélidos. Aferrándose lo mejor que pueden a las rocas, los tres suben lenta y penosamente por la pared de roca. Buscando apoyo, Jacs aferra sus manos al filo de una roca, pero ésta cede ante su peso provocando que todos caigan desencadenando una avalancha a su paso en la que son arrastrados.

Poco a poco, Jacs recupera la conciencia  medio enterrado en la nieve con la cabeza apenas sobresaliendo de entre la nieve compacta. Trata de liberarse, pero no lo logra usando sus propias fuerzas, así que recurre a la magia de fuego creando una llamarada a su alrededor que derrite la nieve permitiéndole salir con facilidad.


En ese momento se da cuenta que al caer la avalancha lo arrastró al otro lado de la montaña, al comienzo de un valle congelado con árboles de pino medio congelados. Todo a su alrededor parece cubierto por una gruesa capa de hielo. -¡Kira!, ¡Valtron!-, grita Jacs al aire sin obtener respuesta. El eco de su voz resuena por todo el lugar debido al casi abosluto silencio que reina en ese sitio.

Jacs -¡Tengo que encontrarlos! –se motiva. Utilizando su tesoro, intenta rastrear la localización de la esencia del agua que Kira posee. Así, se pone en marcha hacia donde indica la luz de su tesoro.

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Los minutos se convierten en horas caminando sólo en un silencio sepulcral que apenas es roto por el sonido de sus pasos al hundirse en la nieve. Finalmente logra llegar al borde de lo que parece ser un lago  congelado.

Detiene su marcha en seco al sentir la extraña sensación de ser observado y que Kira tuvo anteriormente .A lo lejos los mismos ojos rojos que vio en lo alto de la montaña se materializan en un lobo de inmaculado color blanco, que lo observa sentado desde el otro lado de la orilla.

Durante unos segundos, ambos se miran fijamente uno al otro hasta que el animal desaparece entre la nieve de con un ágil movimiento -¡Espera! –le grita Jacs inútilmente mientras el viento se lleva sus palabras.

Inesperadamente, la tormenta regresa con toda su furia obligando a Jacs a cubrirse el rostro. -¡Qué está sucediendo! –se pregunta.

El viento sopla cada vez con mayor fuerza convirtiendo literalmente en hielo todo a su alrededor. Estando consciente del peligro de morir congelado, Jacs utiliza su magia de fuego rodeándose a sí mismo de llamas que le protegen del frío extremo. La tormenta alcanza temperaturas cada vez más extremas descendiendo la temperatura cada vez más. Haciendo acopio de todas sus fuerzas, Jacs mantiene las llamas a su alrededor al máximo, pero sus esfuerzos son incapaces de detener el avance del viento gélido reduciendo cada vez más y más las flamas que lo separan de una muerte segura.

Tan repentinamente como llegó, la tormenta cesa de un momento a otro. Es entonces cuando Jacs se da cuenta de lo cerca que estuvo de morir congelado al notar que todo a su alrededor se ha convertido en hielo sólido con excepción del pequeño espacio de tierra en el que se encuentra y que ha quedado expuesta por la alta temperatura de sus llamas.

“Eso fue muy extraño, ¿qué está pasando aquí?” –se pregunta, confundido.

Retomando la búsqueda de sus amigos, Jacs logra llegar a un claro en el cual se ve a lo lejos un castillo que resplandece desde lo lejos al estar hecho de cristales de hielo. Pronto Jacs logra acercarse con precaución a las enormes puertas del castillo cuando siente una fuerte vibración en el hielo bajo sus pies. Entonces una enorme mano hecha de hielo sale de entre el suelo intentando capturarlo, pero Jacs logra apartarse antes de que la mano lo atrape.

De de debajo de la nieve surge un gigante hecho de nieve y hielo interponiéndose entre él y el castillo. Jacs decide atacar al gigante con su espada, pero al intentar herirle con ésta sólo logra hacerle una pequeña muesca en el duro hielo de uno de sus costados.

Esto no es bueno…” –piensa intentando formular  otra estrategia.

Con un golpe de sus manos, el gigante del hielo hace temblar la tierra de la cual aparecen esquirlas del suelo que crecen  hacia Jacs, quien las derrite en utilizando su magia de fuego antes de que puedan alcanzarle.

Cuando Jacs está a punto de contraatacar al gigante con un hechizo de fuego, se escucha una voz: -¡Alto!

Detrás de la criatura de hielo se asoma el rostro de una hermosa mujer de mirada inexpresiva y tez ligeramente azulada.

Jacs –Quién… ¿quién eres tú? –interroga a la misteriosa dama.



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