09 octubre, 2015

Signos Etéreos, Segundo Tomo: Capítulo 7


Es momento para otra aventura de Signos Etéreos. Acompaña a Jacs y sus amigos, quienes han quedado varados en un planeta remoto en su búsqueda por la esencia metálica.

Nombre: Jacs Rengard
Residencia: Pueblo Sunabi

Jacs es un joven que fue criado por su madre y por sus abuelos en una granja en las afueras del pueblo Sunabi, situado a las orillas del bosque gris, por lo que se le considera uno de los asentamientos humanos más remotos. Aprendió el arte del combate con espada de su abuelo, quien desde pequeño tomó el papel de su padre después de que éste muriera repentinamente. Las razones de su muerte nunca le fueron revelta años después.

A la edad de 17 años su abuelo también muere en extrañas circunstancias por un asesino misterioso, lo que lo hace emprender un viaje para vengar la muerte de su querido abuelo. Es así como empieza su aventura…


Nombre: Kira Lenndraken
Residencia: Ciudad Paragon

Criada en el seno de una familia de hechiceros respetables de clase alta, aprendió desde muy temprana edad a usar la magia gracias a un riguroso entrenamiento para estar a la altura de las expectativas de su padre, quien antes de que ella y sus hermanas nacieran ansió tener un hijo varón que siguiera sus pasos para formar parte del consejo mundial de hechiceros.

Fuera de su carácter impaciente y temperamental, es una disciplinada estudiosa de la magia. A pesar de dominar y conocer muchos tipos de magias se especializa en magia de agua, a la que ha dominado a la perfección. 



Nombre: Valtron Molvus
Residencia: desconocida

Caza recompensas errante de pasado misterioso. Conoció a Jacs y a Kira luego de que Fragar lo contratase para matarlos, aunque durante la búsqueda de las esencias se unió al grupo renunciando así a Fragar, para luchar en su contra.

Es un personaje balanceado que emplea la espada y hechizos en combate a costa de no tener ninguna especialización.




Residencia: Planeta artificial M-17
Nombre: Milon Erconoz

Es el príncipe al mando de las fuerzas del planeta M-17. Después de llegar a la tierra, Milon ayuda a Jacs ya sus amigos durante una invasión de sus hombres. Él les advierte del peligro que corren al portar las esencias y les pide ayuda para detener a Quázar y sus aliados.

Es un líder nato, de carácter centrado que sabe mantener la sangre fría en situaciones difíciles, aunque sus habilidades en combate no sean sobresalientes.






Titulo: ¡Es una trampa!: la traición de los Ñuga
Escenario: El pueblo ñuga
Tiempo: Esa misma noche
Personajes: Jacs, Kira, Valtron y Milon

Jacs y sus amigos lograron deshacerse de Líseme, un terrible tirano que había estado sometiendo a los ñuga a cumplir sus exigencias. Después de un día pesado, ellos descansan cómodamente en las habitaciones del castillo sin saber que debajo de ellos, en los pisos inferiores se lleva a cabo una reunión secreta que está por decidir su futuro.

Celun junto a otros ñuga se reúne con dos soldados: uno lleva el traje metálico característico del planeta M-17, mientras que el otro lleva un traje rojo mucho más ligero y de apariencia plástica. Uno de los soldados se acerca a Celun enseñándole una proyección holográfica en la que aparecen Milon, Jacs y los demás.

El pequeño ñuga apenas mira por un momento la imagen. – Estoy seguro que ellos son las personas que buscan.

– Perfecto –dice de forma complaciente el soldado metálico-. Mañana deberá llevarlos cerca de nuestra base como acordamos si es que quieren salvar este basurero que llaman planeta.

Debo recordarte viejo –interviene el segundo soldado vestido de rojo-, que si algo sale mal, éste será el próximo planeta que experimentará en carne propia la furia del emperador Quázar.

Celun baja la mirada sin decir nada ante sus amenazas.

En pocas horas, la luz del sol se muestra en el horizonte del árido planeta iluminando a los ñugas, que arrastran la enorme nave tirando de ella a través de cuerdas que mueven una plataforma flotante seguidos de cerca por Jacs y compañía.

Mientras atraviesan la enorme llanura Jacs deja escapar un largo bostezo. - ¡Pero qué bien he dormido! –exclama en el momento en el que estira los brazos para desperezarse.

Celun – Todavía tendremos que caminar un buen tramo. El único en el planeta que tiene refacciones y conoce de naves espaciales, es un ermitaño que vive al otro lado esta llanura, pasando por  el valle del silencio.

Jacs - ¿Existe algún peligro por el cual tengamos que preocuparnos en ese valle, Celun?

Celun – Descuiden, espero podamos llegar a nuestro destino para el medio día.

La caravana continúa a través del valle mientras la luz del sol se hace más fuerte conforme el día avanza.
Al final del valle se detienen ante una gran estructura en medio de la nada que recuerda a un hangar de piedra. Jacs y sus compañeros quedan impresionados por las dimensiones del edificio, que contrastan con la naturaleza salvaje del lugar.

Kira – Es… ¡muy grande!

Valtron  - No me digas que un solo hombre vive en un lugar como este. –refiriéndose a Celun, quien parece perturbarse por su curiosidad.

Celun -¡Ehem!, eso es porque esto no es sólo una casa. Allí dentro es donde guarda todas las refacciones y repara las pocas naves interplanetarias que suelen detenerse por aquí.

La gran puerta de la estructura se abre sin darle tiempo a Valtron para replicar. Desde el interior pueden verse un par de ojos amenazadores que los observan desde las sombras, lo que pone en guardia a los cuatro. La figura de un ñuga robusto y grande, similar a la clase guerrera los toma por sorpresa cuando sale a la luz, que se refleja en los enromes gogles que lleva en la cabeza.

- ¿En qué les puedo servir? –pregunta el ermitaño al verlos todos allí reunidos.

Celun es el primero en hablar dando un paso al frente– Estas personas nos ayudaron a vencer al terrible Liseme, y queremos recompensarlos reparando su nave.

-Muy bien –brama el ermitaño con voz grave al echar un vistazo a la nave-, pero les costará bastante considerando los materiales de los que está hecho su artefacto volador.

Celun -El costo de las reparaciones no será un problema para nosotros.

-En ese caso, me pondré a trabajar de inmediato. –agreta antes de darles la espalda para regresar a su taller, pero antes de poder entrar Jacs le sale al paso extendiendo su mano en señal de amistad.

Jacs – Es un gusto conocerte.

El gesto parece perturbarlo por un momento hasta que finalmente pasa de largo de él entrando al taller seguido de los ñugas, que introducen la nave a través de las grandes puertas.

Celun – Discúlpenlo, pero es un poco desconfiado de los extranjeros. –Les asegura tras presenciar lo ocurrido.

El ermitaño emerge una vez más para advertirles: -Tendrán que esperar a fuera mientras reparo su nave. Les haré saber cuando haya terminado. –tras lo cual cierra la puerta con fuerza.

Milon se acerca a Celun con recelo - ¿Cuánto tiempo cree que le tomará repararla?

Celun  –Iré a preguntarle-. Después de un rato regresa para comunicarles el estado de la nave. –Dice que las averías no parecen ser muy graves y que la tendrá lista para cuando el sol se ponga de nuevo.

Valtron –Vaya, eso sí que es rapidez.

Kira –Un momento, exactamente, ¿cuántas horas terrestres le tomará repara la nave hasta el atardecer? –dirigiéndose a Milon, quien hace las conversiones de inmediato.

Milon – En horas de su planeta... –se rasca la cabeza-, creo que alrededor de unas 23 horas.

Jacs – Al menos tendremos tiempo libre para descansar antes de continuar el viaje.

Los ñuga que ayudaron a traer la nave se retiran dejando a los cuatro a la espera que el ermitaño termine su trabajo. Celun aprovecha un momento en el que están distraídos para entrar de nuevo al taller sin que ellos lo noten.

Una vez dentro, Celun se acerca al ermitaño, quien continúa reparando la nave y le dice: –Recuerda que debes hacer los cambios que acordamos o si no, ¡esos sujetos espaciales nos matarán!

– No hay problema, pronto estará lista... –replica continuando con las modificaciones sin asomo de emoción-. Después hace una pausa en su trabajo y voltea a verlo. -aprecias a esos muchachos, ¿no es cierto?

Celun desvía la mirada –…Ellos fueron los que nos ayudaron después de todo, pero esos hombres espaciales son mucho peores que Liseme. Si ellos llegaran a invadir este planeta, estaremos perdidos.

Su conversación se ve interrumpida por la voz de un desconocido que los observa desde las sombras.

???  - Y tienes mucha razón, ñuga. Más les vale ejecutar el plan tal y como lo acordamos, o reduciré a tu pueblo al polvo. En cuanto termines las reparaciones, tráelos dentro de este taller, nosotros nos encargaremos del resto.

Las primeras estrellas titilan en el firmamento cuando las grandes puertas se abren de par en par despertando a los impacientes aventureros.

Celun sale para confirmarles que su nave ya está reparada - Listo, su nave ha sido totalmente reparada.

Jacs - Muchas gracias por tu hospitalidad, Celun.

El cumplido de Jacs hace que Celun baje la cabeza levemente, lo que confunde a Jacs.  –Bueno… es lo menos que podemos hacer después de que nos hayal liberado de la tiranía de Liseme y de sus hombres.

El ermitaño sale segundos después – No conozco los códigos que la hacen funcionar, así que antes de entregarles la nave, necesito que me ayuden a sacarla del hangar.

Todos entran al edificio para abordar la nave y sacara encendiendo los motores a mínima potencia para hacerla salir del hangar a través de la plataforma flotante.

– Aún hay algo que deben ver –agrega el ermitaño con recelo-. Encontré una pieza que parece ser importante, pero no atiné a adivinar para qué es.

Milon – Permítame verla.

– Síganme...

Los cuatro siguen al ermitaño por segunda vez al interior, en donde las puertas se cierran tras de ellos de súbito. El ermitaño sólo se les queda viendo sin pronunciar palabra alguna.

Jacs – Bien, ¿dónde está la pieza? –atina a decir finalmente.

Ermitaño -...no hay ninguna pieza.

De entre todos los rincones del lugar aparecen soldados escondidos. Algunos de ellos portando el singular traje rojo.

Valtron  - Lo sabía, ¡es una trampa!

Kira - ¿Por qué hiciste esto, Celun?

Celun – Lo siento, no tuve alternativa... –se disculpa mientras camina hacia atrás para retirarse.

Kira - ¿Lo siento?, ¡eso es todo! ¡Eres un traidor!, y después de todo lo que hicimos por ustedes…

Jacs – Espera Kira, creo que fueron obligados por estos soldados para que nos entregaran.

Una figura alta e imponente que Jacs ya había visto con anterioridad hace acto de presencia. –Correcto, muchacho.

Kira – Es... ¡Es ese tipo que nos atacó en la tierra!

??? – Así es, niña, pero eso no tiene importancia por el momento. Ahora vendrán con nosotros por las buenas, o por las malas.

Valtron  - ¡Por ninguna de las dos será!
Posando sus manos en el suelo, Valtron crea un terremoto que hace colapsar el lugar. Los cuatro alcanzan a ponerse a salvo afuera del edificio para correr en dirección hacia la nave. Detrás de ellos se escucha una detonación que lanza los escombros de la estructura por todas partes de entre los cuales reaparecen varios soldados.

Milon se da cuenta que no llegarán a tiempo a la nave, por lo que, por medio de un dispositivo remoto, activa sus motores a distancia antes de que lleguen. Una vez todos han abordado, la nave despega a toda velocidad.

Para ese momento el tipo alto de armadura roja sale de los escombros. Los soldados detienen la persecución y se reúnen ante él.

–Creo que escaparon, señor. –le informa uno de sus súbditos.

??? – No importa, no llegarán muy lejos – se jacta sosteniendo un aparato entre manos el cual mira con una sonrisa.

Celun, quien después del ataque se puso a salvo detrás de unos matorrales observa cómo la nave desaparece en el cielo. –Suerte, amigos…


De regreso en la nave, Jacs y los demás creen haber escapado de sus perseguidores una vez más.
.
Milon – Perfecto, solamente tengo que introducir las coordenadas y... –en ese momento, la computadora de la nave parece volverse loca al hacer cálculos que Milon no ha introducido. El sistema pronto se bloquea, y la nave emprende un viaje en una dirección desconocida entrando en un agujero de gusano

Kira –Pero, ¡¿qué está pasando?!

Milon – Parece ser que están controlando la nave por control remoto.

Jacs - ¿Sabes a dónde nos dirigimos?

Milon – No, no lo sé, pero te aseguro que no será a un lugar en el que queramos permanecer cuando lleguemos.

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