21 marzo, 2014

Signos Etéreos: Capítulo 7


Hola de nuevo, aventureros de historias fantásticas. Ha llegado un nuevo viernes y con él otro capítulo más de Signos Etéreos. En este capítulo Jacs y Kira deben aventurarse en mar abierto para conseguir la segunda esencia mágica, la esencia del agua, misma que descansa en el fondo del mar. ¿Quieres saber cómo la obtienen? ¡Entérate en el capítulo número 7!



Nombre: Jacs Rengard
Residencia: Pueblo Sunabi

Jacs es un joven que fue criado por su madre y por sus abuelos en una granja en las afueras del pueblo Sunabi, situado a las orillas del bosque gris, por lo que se le considera uno de los asentamientos humanos más remotos. Aprendió el arte del combate con espada de su abuelo, quien desde pequeño tomó el papel de su padre después de que éste muriera repentinamente. Las razones de su muerte nunca le fueron revelta años después.

A la edad de 17 años su abuelo también muere en extrañas circunstancias por un asesino misterioso, lo que lo hace emprender un viaje para vengar la muerte de su querido abuelo. Es así como empieza su aventura…


Nombre: Kira Lenndraken
Residencia: Ciudad Paragon

Criada en el seno de una familia de hechiceros respetables de clase alta, aprendió desde muy temprana edad a usar la magia gracias a un riguroso entrenamiento para estar a la altura de las expectativas de su padre, quien antes de que ella y sus hermanas nacieran ansió tener un hijo varón que siguiera sus pasos para formar parte del consejo mundial de hechiceros.

Fuera de su carácter impaciente y temperamental, es una disciplinada estudiosa de la magia. A pesar de dominar y conocer muchos tipos de magias se especializa en magia de agua, a la que ha dominado a la perfección. 







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Titulo: En busca de la gema azul: la aventura submarina
Escenario: En el océano
Tiempo: Algunas semanas después del encuentro en el rió Zifraga
Personajes: Jacs y kira


Tras haber tenido un desafortunado encuentro con Valtron, el mercenario, Jacs y Kira logan dejar a su persecutor atrás adentrándose mar adentro a bordo de una burbuja mágica creada por Kira. Entre tanto, Jacs se ocupa de buscar la esencia con ayuda de su tesoro.

Kira -¿Cuánto falta para llegar? -Pregunta finalmente con impaciencia  -, dijiste que no estaba lejos y ya llevamos más de media hora adentrándonos en el mar.

Jacs -No tienes por qué quejarte, ya casi llegamos -le contesta serenamente, sin apartar la vista del destello de la gema de su tesoro que apunta hacia el frente y parpadea con más frecuencia conforme se acercan al punto en el que se encuentra su objetivo.

No pasa mucho tiempo hasta que la burbuja se detiene en medio del océano -Aquí es- señala Jacs.

Kira -¡Bromeas! Aquí no hay nada en kilómetros que no sea agua. -repone al no ver nada a su alrededor.

Jacs -Eso es porque la esencia debe estar en el fondo marino.

Kira suelta un suspiro de resignación tras oír sus  palabras -…supongo que también tendremos que emplear magia para llegar hasta ella.

De improviso, la burbuja desaparece haciendo que ambos caigan al mar.

Jacs sale a la superficie agitado y tosiendo -¿Por qué hiciste eso? -le reprocha, molesto.

Kira -¡Oye!, usar ese tipo de magia durante tanto tiempo es muy cansado, ¿sabes? Esta vez vas a ayudarme. Ambos utilizaremos un hechizo que nos permitirá respirar bajo el agua.

Al momento de decir esto, Kira toca su cuello con ambas manos para lanzar un hechizo sobre sí misma, entonces hace lo mismo con Jacs. En sus cabezas aparecen pequeñas burbujas a modo de batiscafo

KIra -Listo, ahora podemos respirar bajo el agua por algún tiempo mientras se mantenga el hechizo, ahora viene tu ayuda, Jacs. Quiero que hagas una burbuja exactamente como las que yo hice, pero más grande para que los dos podremos usarla. 

Jacs -¿Disculpa? ¡Yo no puedo hacer semejante hechicería todavía! -replica al punto.

Kira -Claro que puedes. ¡Solamente inténtalo! Después de todo, te presté mi medallón de agua para que tuvieras ese tipo de magia en tu tesoro para una situación como esta.

Jacs -Está bien -responde de mala gana-, lo intentaré.

Con grandes esfuerzos y después de varios intentos fallidos, Jacs logra aparecer una pequeña burbuja que con el tiempo crece lo suficiente para que ambos quepan en su interior. Cuando está terminada, entran en la nueva burbuja, que a diferencia de la de Kira, se hunde rápidamente en el agua.

De esa manera descienden lentamente hasta llegar al lecho oceánico. La luz se va volviendo cada vez más escasa con forme descienden en las profundidades del mar, de manera que Kira debe encender una llama mágica azul cuando la oscuridad se vuelve casi total. Pronto, la señal de sus tesoros los los conduce hasta la entrada de una cueva submarina.

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Jacs -Parece ser la entrada de una cueva…

Kira -Con una burbuja tan grande como esta no podremos entrar allí. Es momento de valernos de las más pequeñas si queremos explorarla.

Jacs está a punto de salir de la burbuja cuando Kira lo hala del brazo. -¡Espera!, primero debemos asegurarnos de que podremos comunicarnos por si tenemos dificultades más adelante. Potenciaré el hechizo que puse sobre nosotros para que podamos hablar debajo del agua.

Tras hacer los últimos preparativos, ambos penetran en la cueva. La caverna, iluminada únicamente por la llama azul que portan Jacs y Kira parece muy antigua. El estrecho pasadizo en un principio pronto da  paso a uno mucho más grande. A lo lejos un destello fugaz proveniente desde el fondo de la cueva llama su atención.

Kira -¿Viste eso?

Jacs -También lo vi. Quizás se trate de la esencia del agua.

Con cautela, el joven espadachín se acerca al lugar en donde ambos vieron el haz de luz, con sus manos comienza a cavar en la arena provocando que el agua circundante alrededor de ellos se vuelva turbia, impidiéndoles ver por unos instantes. Cuando ésta vuelve a ser más clara, ambos contemplan lo que la arena había estado ocultando: un anillo reluce ante la luz azul de la llama, el cual para su sorpresa está sujeto a mano esquelética. Asustado por el encuentro, Jacs tira inconsciente de la mano dejando al descubierto el resto de un esqueleto. Los dos sueltan un tremendo grito mientras retroceden ante el descubrimiento.

Kira -No quisiera averiguar el por qué está allí ese cadáver.

En ese momento, los tesoros de ambos comienzan a reaccionar emitiendo pulsaciones de luz azuladas.

Kira -Olvídate de eso la esencia debe de estar muy cerca.

Jacs -Si no me equivoco, debemos estar a menos de cien metros de ella.

Retomando su búsqueda, los dos continúan adentrándose en la cueva, que termina abruptamente en una saliente en la que comienza un abismo. No muy lejos de ellos, en una saliente, descansan los restos de un barco hundido. Tras el hallazgo, ambos descienden cautelosamente por las escarpadas paredes del abismo hasta alcanzar la embarcación. En ese momento Kira tiene un presentimiento. Al mirar sobre la oscuridad del abismo puede distinguir varios destellos entre la oscuridad. Una sensación de ser observada la invade.

Kira -Jacs, que… ¿qué es eso?- pregunta señalando hacia donde los destellos parecen hacerse más frecuentes.

Sin tiempo para poder contestarle, un tiburón asoma su enrome cuerpo de entre la oscuridad y los ataca.

Jacs se coloca entre el tiburón y Kira para defenderla. -¡Atrás, Kira! Yo te protegeré. Acto seguido, Jacs intenta atacar a la criatura con un hechizo de fuego, pero apenas la flama aparece ésta se extingue de inmediato debido a la presión del agua.

Kira -¡¿Qué acaso eres tonto!?  ¡No puedes usar magia de fuego debajo del agua! Eso lo sabe hasta un niño pequeño.

Jacs -Ya veo -dice tranquilamente Jacs mientras el animal se dirige a toda velocidad hacia él.  -¡Entonces usaré magma! -continúa reasumiendo su posición de ataque.

Kira -¡Detente! Si usas magma, el agua alrededor tuyo se calentará tanto que te cocinarás como arroz. -Finalmente harta de discutir y ya con el tiburón a punto de morder la cabeza de Jacs, le da un codazo apartándolo rápidamente. -¡A un lado!

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Kira entonces procede a atrapar a la criatura marina en una corriente de agua que termina por convertirse en un remolino. El tiburón, incapaz de salir de éste, termina arrastrado por la corriente hasta perderse de vista,  en el azul profundo, pero apenas se deshacen del escuálido dos morenas se lanzan contra Jacs, quien esta vez utiliza su espada para defenderse acabando con los enemigos de un tajo.

Jacs -¿Por qué hiciste eso? -le pregunta extrañado a su compañera.

Kira -Respeto a las criaturas marinas. No soy capaz de hacerles daño –admite.

Jacs –Pero, ¿por qué?

Kira –Mi elemento es el agua; yo respeto al mar y a todas las criaturas que habitan en él, por eso no puedo hacerles daño.

Jacs -Pues parece que el sentimiento no es mutuo -agrega con sarcasmo mientras se quita un pequeño pulpo de la espalda que le chorrea de tinta la cara antes de escapar.

Con los peces y criaturas marinas atacándolos y acosándolos sin descanso conforme avanzan, los dos apenas alcanzan la cubierta del barco. De pronto una sombra detrás de Jacs lo pone en alerta  -Parece que tenemos más compañía -asevera al volver la cabeza.

Una anguila y una mantarraya aparecen en su camino amenazadoramente, y en un rápido movimiento la mantarraya toma por sorpresa a Kira rompiendo con su cola la burbuja que lleva en la cabeza privándola de oxígeno, lo que la pone en una situación vulnerable.

Jacs llega de inmediato a auxiliarla creando una burbuja protectora más grande alrededor de ella, permitiéndole nuevamente respirar. -Quédate aquí-. Le ordena a Kira en tono severo. Acto seguido, continúa su lucha contra las criaturas marinas.

Como último recurso y recordando las palabras de Kira, en vez de hacerle daño a las criaturas usa magia de agua hasta formar un remolino que arrastra a ambas criaturas lejos de allí.

Habiendo pasado el peligro los dos vuelven a reunirse. -¿Estás bien? -le pregunta Jacs a su compañera, que había estando recuperándose de la falta de oxígeno.

Kira -Sí… gracias. -le responde sonriendo tímidamente.

Jacs -Sigamos entonces.

A pesar de los percances continúan explorando el casco del viejo barco en busca de una forma de entrar,  pues las puertas de acceso a la nave han sido bloqueadas o enterradas en la arena. Después de un rato logran entrar al interior del barco gracias a una hendidura en el casco. Dentro sólo encuentran ruinas y escombros en su interior. Los chirridos provocados por la endeble madera al moverse con las corrientes de  agua provocan escalofríos en Kira, quien no se aparta de Jacs.

Conforme  más bajan a los pisos inferiores,  más perciben un resplandor azulado que parece hacerse más fuerte cuando finalmente, en la parte más remota del barco encuentran un espacio que alguna vez sirvió de bodega, y al final de esta hallan una puerta que deja escapar un intenso resplandor azulado desde su interior.

Jacs -Detrás de esa puerta debe estar la esencia –conjetura.

Entre los dos hacen varios intentos por abrir la puerta. No es sino hasta después de varios intentos y mucho esfuerzo  cuando logran abrirla. En su interior encuentran a cientos de criaturas marinas de todos tamaños reunidas alrededor de las esencia del agua.

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Kira -Estas criaturas… sólo trataban de proteger la esencia. -dice al ver allí a las criaturas reunidas.

Como por arte de magia y para su sorpresa, las criaturas se hacen a un lado dejando al descubierto la esencia para ellos.

Jacs -A mi me parece que lo que estaban haciendo era probar nuestra valentía para llegar hasta aquí.

Ya con la esencia en sus manos emergen del fondo marino hasta la superficie. La noche ha caído cuando alcanzan la orilla de la costa bañado por un cielo plagado de estrellas. Después de un día agitado toman un respiro y se relajan al calor de una fogata que encienden junto al mar. Mientras están sentados descansando, Kira observa la recién adquirida esencia del agua entre sus manos, la cual resplandece como una gema a  la luz de la luna, entonces desvía su mirada hacia Jacs.

Kira -Como acordamos antes, yo me quedaré con esta esencia, ¿estás de acuerdo?

Jacs asiente un poco distraído, intentando abrir un coco cortándolo con el filo de su espada. -¿Tienes alguna idea de a dónde nos dirigiremos ahora?

Kira -¿A dónde más puede ser? Buscaremos la esencia del viento.

Jacs -…considerando que yo fui quien peleó con esas criaturas, deberías darme la esencia. -le responde en un tono serio.

Kira -Bueno, eso está por verse.

Jacs -Era sólo una broma, puedes quedártela si quieres. A mí no me interesan las esencias ni el poder que tienen. Yo solo quiero encontrar al responsable de la muerte de mi abuelo.

Kira  -Tienes mucha determinación. -Después de una pequeña pausa en la que mira hacia las estrellas de manera pensativa, agrega-. No te preocupes, estoy segura que lo haremos.

Jacs -¿A qué te refieres?

Kira –Encontraremos al responsable de la muerte de tu abuelo. Después de todo, estamos juntos en esto.

Jacs  -Gracias por acompañarme en este viaje. Jamás habría podido llegar tan lejos de no ser por tu ayuda –le dice muy sonriente.

El comentario parece incomodar a Kira, por lo que desvía la mirada.



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