Regreso al reino de
Leivan
Para ponerle fin a la batalla,
Dine y Doma cedieron sus poderes temporalmente a Leiyus, quien finalmente logró
acabar con Argol. Debido a esto, su conciencia regresó a un estado salvaje, por
lo que existía la posibilidad de que atacase a sus amigos, quienes lograron
contenerlo rápidamente antes de que perdiese el control. Con Leiyus controlado,
todos decidieron regresar a Leria, en donde sus poderes serían nuevamente
sellados mientras buscaban una misteriosa perla blanca que se encuentra oculta
en las cercanías del reino Leivan.
Desde lejos, puede verse a
tres imponentes figuras atravesando el cielo en dirección a un valle desértico,
cuya superficie está sembrada de enormes esqueletos que han permanecido quemándose
al sol durante el paso de los siglos. Las tres figuras, que resultan ser Volgia
y sus dos lacayos: Ráfaga y Delta, pronto aterrizan en la reseca tierra para
después echar un vistazo a su alrededor.
Volgia repentinamente se
separa de ellos y con su mazo diabólico en mano, da un fuerte golpe al suelo.
La onda expansiva del mazo parece llevar consigo una especie de energía
misteriosa, que en poco tiempo hace que los huesos comiencen a moverse por sí
solos para satisfacción del dragón negro.
–Es tiempo que regresen a la
vida, mis fieles seguidores. ¡El tiempo para hacer de este mundo nuestro hogar,
está por llegar! –asegura con placer al ver que los esqueletos se reconstruyen,
formando ante sus ojos una legión de dragones resucitados, cuyos huesos son
cubiertos por una sustancia líquida y oscura similar a la brea, que hace las
veces de su piel. Una vez terminan el proceso de resucitación, las criaturas
alzan el vuelo en masa, cubriendo el cielo casi en su totalidad.
En ese momento llega volando
en zigzag un pequeño demonio ojo a donde ellos se encuentran, quien le comunica
algo a Delta, el cual le comunica el mensaje a su superior: –Nuestros espías me
han comunicado que lo aliados de Dyamat planean viajar al que se cree es el
árbol de la resurrección donde el núcleo del alma de nuestro enemigo permaneció
oculta... Ellos creen que probablemente allí, se encuentre la clave para que el
muchacho al que llaman Leiyus, pueda dominar sus poderes de dragón.
Tras escucharle, Volgia mueve
la cabeza apenas un instante para mirarla, demasiado absorto en esos momentos
en el espectáculo que se suscita frente a sus ojos, mientras los dragones
resucitados empreden el vuelo en masa cubriendo el sol.