¿Creías que no habría nuevo capítulo? ¡Pues hoy es tu día de suerte con este nuevo tardío capítulo! Aunque la buena suerte de Jacs y sus amigos se ha terminado, y su situación ha empeorado luego de que Jacs y Blarg fueran separados de sus amigos al ser encerrados en aquella dimensión y Galiax se haya apoderado de las piedras del legado del cielo. ¿Qué le depara a nuestros héroes? ¡Descúbrelo en el capítulo 16 de Signos Etéreos!
Residencia: Pueblo Sunabi
Jacs es un joven que fue criado por su madre y por sus abuelos en una granja en las afueras del pueblo Sunabi, situado a las orillas del bosque gris, por lo que se le considera uno de los asentamientos humanos más remotos. Aprendió el arte del combate con espada de su abuelo, quien desde pequeño tomó el papel de su padre después de que éste muriera repentinamente. Las razones de su muerte nunca le fueron revelta años después.
A la edad de 17 años su abuelo también muere en extrañas circunstancias por un asesino misterioso, lo que lo hace emprender un viaje para vengar la muerte de su querido abuelo. Es así como empieza su aventura…
Nombre: Kira Lenndraken
Residencia: desconocida
Caza recompensas errante de pasado misterioso. Conoció a Jacs y a Kira luego de que Fragar lo contratase para matarlos, aunque durante la búsqueda de las esencias se unió al grupo renunciando así a Fragar, para luchar en su contra.
Es un personaje balanceado que emplea la espada y hechizos en combate a costa de no tener ninguna especialización.
Nombre: Xolfia Deltariz
Residencia: El templo de la luz
Huérfana de pequeña, fue acogida por los sabios del templo de la luz. A una muy corta edad fue instruida en el uso de magias espirituales y psíquicas. Posteriormente aprendió los secretos de la magia de la luz y con ellos partió en lo que sería su primer viaje como misionera para convertirse en sacerdotisa.
Nombre: Blarg Bandak
Guerrero formidable en el combate y portador de la legendaria armadura negra, una de las últimas armas legendarias conocidas. Su padre robó la armadura de Fragar, e intentó usar a su hijo para derrotarlo, pero cuando Blarg se reveló, lo asesinó. De carácter frío y solitario, contrasta con la camaradería de los demás integrantes del grupo, aunque brinda un invaluable apoyo en combate, ya que al lado de Jacs ambos forman un poderoso dúo.
Capitulo x16
Siendo separados por obra de Galiax, Jacs y Blarg libran una batalla a muerte en otra dimensión sin saber que sus amigos también la están pasando igualmente mal afuera, en el mundo real.
Han pasado horas desde que Jacs y Baltron fueron encerrados en aquella dimensión, y desde entonces han estado luchando sin descanso. A pesar del extenuante combate, ambos de alguna forma logran mantener la fuerza suficiente para llamar a sus criaturas astrales, que están tan cansadas y malheridas como ellos. En los rostros de ambos se aprecia un cansancio que poco a poco se ha convertido en un agotamiento total.
A pesar de su agotamiento, Blarg parece sobrellevar mucho mejor la pelea que Jacs, quien no para de jadear y apenas puede sostener su espada.
Blarg –Es inútil que te resistas, Jacs. Antes de que Galiax me concediera sus poderes, ambos teníamos casi la misma fuerza. No tienes posibilidades de vencerme en el estado en el que te encuentras ahora.
Jacs –Tal vez, Blarg –le contesta haciendo un esfuerzo por sonreír-, pero no puedo fallarles a mis amigos. Puede que no lo entiendas, pero no estoy peleando por mí, sino por ellos. No puedo fallarles… ¡No ahora!
Blarg lo mira son expresión en el rostro. -…parece que ninguno de los dos tiene salida en este combate, ¿verdad?
Jacs – ¡Si lo hay! Si unimos nuestras fuerzas, ¡podremos salir de aquí los dos juntos! Blarg, ¡escúchame!, yo…
Blarg – ¡Es demasiado tarde! ¡Muere!
Con sus dos espadas al frente, Blarg intenta clavar la punta de sus armas en el pecho de Jacs, que esquiva el taque con un salto hasta caer detrás de su contrincante. Antes de que pueda contraatacar, Blarg le lanza un rayo oscuro que lo hace caer al suelo.
Tendido en la arena, las fuerzas parecen abandonarlo. “Es… ¡demasiado fuerte!” –piensa mientras intenta levantarse- “Si no soy capaz de vencerlo, ¿cómo podré derrotar a Galiax?”
-o-
En lo profundo del bosque, caminado en un escarpado terreno, Kira, Valtron y Xolfia pasan dificultades debido al agotamiento y a la falta de comida.
Kira –Tengo mucha hambre... –musita de repente durante el viaje.
Valtron –Deja de quejarte. No eres la única.
En ese instante Xolfia parece recordar algo e inmediatamente busca algo en su bolsillo. De él saca unas cuantas galletas que se encontraban cuidadosamente envueltas en un pañuelo y se las muestra a sus amigos: –Tengo estas galletas que podemos comparti...
Antes de que pueda terminar de ofrecérselas, Kira se las arrebata de las manos tan rápido que ella tarda unos segundos en notarlo. -¡Galletas! –exclama al ver las suculentas golosinas, pero cuando parece que está a punto de zampárselas todas de un bocado, las reparte equitativamente con sus dos amigos.
Kira –Al menos nos calmarán el hambre por un rato. –le dice en forma de agradecimiento a la sacerdotisa.
Después de comer y descansar por unos momentos reinician su viaje, pero apenas se levantan el sonido de los pájaros huyendo en parvada los alerta sobre un peligro que se acerca. De un momento a otro la atmósfera tranquila cambia por una mucho más pesada.
Kira -¿Puedes decirnos de quién se trata, Xolfia?
Xolfia se concentra cerrando los ojos y expandiendo su aura: –No es Galiax, pero este tipo de aura no es humana.
De repente, de entre los arbustos aparecen criaturas espectrales, aparentemente hechas de fuego y hielo detrás de las cuales aparecen hombres roca junto con seres hechos de sombras. En poco tiempo las criaturas les cierran el paso por todos los flancos quedando atrapados en el medio.
Valtron -¿¡Qué rayos son esas cosas!?
Kira –Parecen ser espíritus elementales…
Valtorn –No entiendo nada de lo que dices. ¿Podrías ser más precisa?
Xolfia interviene. -Es una versión más débil de las invocaciones que llama a criaturas inferiores hechas de energía pura o de objetos inanimados.
Kira –Es tal y como lo dice Xolfia, y quien esté detrás de esto, debe estarlas controlando a distancia.
Valtron da un paso al frente, desenfundando su espada. –Entonces déjenmelos a mí.
Xolfia –¡Espere, señor Valtron! Si no atacamos su fuente de poder no seremos capaces de destruirlos. Cada vez que acabe con uno de esos aparecerán más.
La risa de Merlun se escucha en ese momento: –Veo que ustedes son más listos de lo que aparentan. –asegura apareciendo sobre la rama de un árbol, observándolos desde lo alto.
Xolfia -¡Es Merlun!
Kira – ¡Dinos quién está haciendo esto! Estoy segura que una vieja bruja no tiene los poderes para invocar a semejantes criaturas tan repugnantes.
Merlun parece irritarse ante sus comentarios, pero se contiene. –Si quieres saberlo, ¿por qué no vienes y lo averiguas? –la reta para luego desaparecer entre el follaje.
Kira -¡Espera! ¡Vuelve aquí! –le grita al ir tras ella
Valtron -¡Kira! ¡Regresa de inmediato! –la llama inútilmente hasta verla desaparecer también entre los árboles.
Valtron y Xolfia intentan seguirla, pero los espíritus se interponen en su camino.
Valtorn –Escúchame Xolfia: tienes que ayudarme a encontrar a Asrot, seguramente es él quien ha creado estas cosas.
Xolfia –Está bien. Haré lo que pueda.
Valtron –No te preocupes, yo te cubriré, así que usa toda tu energía para saber en dónde está. Entonces iremos a ayudar a Kira.
-o-
Blarg castiga sin piedad el cuerpo de Jacs con el filo de sus espadas, quien a pesar de estar protegido por el poder de la luz, va presentando múltiples heridas en la piel conforme se recrudecen los ataques de su enemigo hasta que éste lo lanza de un golpe que lo manda al piso. Al levantarse, Jacs se limpia un poco de sangre que brota de su boca.
Blarg –Ahora, ¡mi ataque final!: ¡ANTIMATERIA!
El gran poder de Blarg ocasiona que la tierra donde está de pie Jacs se desintegre por completo, pero cuando creía haberle dado el golpe definitivo descubre con sorpresa que Jacs ha logrado contener su ataque con su espada y la magia de la luz al máximo.
Blarg -¡Imposible! A estas alturas no debería ser capaz de soportar un ataque como ese.
Haciendo acopio de todas sus fuerzas Jacs le responde: -¡No moriré aquí Blarg!
En lo que es su último esfuerzo, Jacs logra rechazar el hechizo.
Blarg observa atónito que, a pesar de sus heridas y la ropa humeante Jacs todavía sigue en pie. –Es sorprendente tu determinación. No cabe duda que eres digno de llamarte un guerrero.
Jacs –¡Prepárate, porque ahora sé cómo acabar con esto…! aunque no quisiera hacerlo de este modo.
Al verlo tan débil, Blarg no se inmuta. –Adelante, niño. ¡Dame tu mejor golpe!
Jacs –Eres la segunda persona que me ha orillado a estos límites. –dice con una mirada de determinación y un resplandor en los ojos.
-o-
Kira corre por el boque buscando a Merlun sin darse cuenta que ha dejado atrás a sus amigos llega hasta un claro en el que la encuentra sentada sobre un árbol al lado de Failkaz.
Failkaz –No has tardado mucho en separarlos. –le dice con una sonrisa perversa.
Merlun –Pero qué tonta eres niña engreída. ¡Has caído directamente en nuestra trampa!
Al mismo tiempo, en otra parte del bosque, Valtron lucha con todas sus fuerzas contra las criaturas elementales que se congregan a su alrededor. Xolfia entre tanto usa sus poderes para localizar a Asrot. En medio de la batalla, Valtron logra descuartizar con su espada a varias criaturas de las sombras, para después concentrar su ataque en una criatura de hielo a la cual le hunde su espada, que está encantada con magia de viento, creando vibraciones ultrasónicas en su interior que terminan por desintegrarla por completo, pero para su sorpresa, tanto las sombras como la criatura de hielo que acababa de derrotar reaparecen sin daño alguno.
Detrás de él escucha la voz de Xolfia: -¡CELESTIUS!
El poderoso ataque de Xolfia pasa muy cerca de su cabeza hacia unos árboles obligando a Asrot a salir de su escondite, revelando su presencia. Casi de inmediato as criaturas que los atacaban desaparecen.
Asrot se levanta como si nada y se acerca a ellos flotando en el are. –Ya es suficiente de juegos, entréguenos las piedras. –les exige.
Valtron -O si no, ¿qué?
Asrot desaparece en el aire sin decir palabra alguna.
-o-
Con la figura de la criatura de luz todavía sobre él, Jacs alza su tesoro, que se encuentra en el guante de su mano derecha. La gema que contiene brilla con una luz dorada inmaculada, pero pronto cambia por varios matices que van del rojo al amarillo hasta volverse anaranjada.
Jacs - Llama que calcinas hasta la más temida de las bestias.... Poder rojo que reanimas la fuerza de la vida...
Blarg comprende lo que él está por hacer: –Pero, ¿acaso intenta…? ¡No puede ser capaz!
Jacs recita la invocación del fuego, y al terminar el fénix de fuego aparece junto al arcángel de luz.
Blarg -No puedes ser capaz de invocar a dos criaturas a la vez ¡Tú no eres un ser humano! –exclama conteniendo el aliento.
Jacs se prepara entonces para acometer contra Blarg con sus dos criaturas, pero antes de poder hacerlo nota que se forma un pequeño halo de luz frente a él que lo detiene momentáneamente.
Entonces escucha una voz en el interior de su cabeza que le suplica: “Por favor, no lo lastimes…”
Blarg queda desconcertado la repentina pausa de Jacs, que queda inmóvil durante unos segundos mirando al frente sin siquiera pestañear para luego ver cómo las criaturas de luz y fuego desaparecer, regresando al interior del tesoro de Jacs, cuya luz se extingue.
-¿Qué sucede? –Pregunta Blarg-. ¿Es que quieres rendirte?, o simplemente agotaste toda tu energía y ya no puedes pelear. Sabía que el invocar a dos criaturas astrales al mismo tiempo terminaría con tus reservas de energía.
Jacs vuelve a moverse otra vez al tiempo que le contesta: –No Blarg… Tu hermana me pidió que no peleara contigo.
Blarg -¿Qué? ¡No digas tonterías!
Jacs –Me dijo que no quería que te entregaras al mal por ella, y también me encomendó que juntos tratemos de salvar al mundo que tanto amó en vida.
Las palabras de Jacs lo exaltan. -¡Mentiras!
Jacs entonces se acerca a él y extiende su mano con el puño cerrado hacia Blarg. Al abrirlo le muestra un prendedor para cabello que le es familiar.
Los ojos de Blarg se humedecen –Esto era de...
Jacs – ¿Ahora lo entiendes? No tenemos que pelear. ¡Tenemos que unir fuerzas!; eso es lo que tu hermana hubiera querido.
Blarg se queda en silencio unos instantes mirando el prendedor hasta que atina a decir y toma el prendedor: -...está bien, te ayudaré.
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