19 junio, 2021

Signos Etéreos, Tercer Tomo: Capítulo 14

Ha llegado la hora de una nueva entrada y con ella, un nuevo capítulo, en el que Jacs y compañía tienen serias dificultades frente a Galiax y sus hombres.

Como nota adicional, he estado trabajando en la siguiente ilustración del personaje Blarg, pero he tenido que consultar algunas guías para su armadura, además de aprender a usar mejor los programas digitales que uso para mejorar mi técnica de entintado y diseño. Cuando la ilustración tenga un progreso sustancial, mostraré mis progresos.



Nombre: Jacs Rengard
Residencia: Pueblo Sunabi

Jacs es un joven que fue criado por su madre y por sus abuelos en una granja en las afueras del pueblo Sunabi, situado a las orillas del bosque gris, por lo que se le considera uno de los asentamientos humanos más remotos. Aprendió el arte del combate con espada de su abuelo, quien desde pequeño tomó el papel de su padre después de que éste muriera repentinamente. Las razones de su muerte nunca le fueron revelta años después.

A la edad de 17 años su abuelo también muere en extrañas circunstancias por un asesino misterioso, lo que lo hace emprender un viaje para vengar la muerte de su querido abuelo. Es así como empieza su aventura…



Nombre: Kira Lenndraken

Residencia: Ciudad Paragon

Criada en el seno de una familia de hechiceros respetables de clase alta, aprendió desde muy temprana edad a usar la magia gracias a un riguroso entrenamiento para estar a la altura de las expectativas de su padre, quien antes de que ella y sus hermanas nacieran ansió tener un hijo varón que siguiera sus pasos para formar parte del consejo mundial de hechiceros.

Fuera de su carácter impaciente y temperamental, es una disciplinada estudiosa de la magia. A pesar de dominar y conocer muchos tipos de magias se especializa en magia de agua, a la que ha dominado a la perfección. 



Nombre: Valtron Molvus
Residencia: desconocida

Caza recompensas errante de pasado misterioso. Conoció a Jacs y a Kira luego de que Fragar lo contratase para matarlos, aunque durante la búsqueda de las esencias se unió al grupo renunciando así a Fragar, para luchar en su contra.

Es un personaje balanceado que emplea la espada y hechizos en combate a costa de no tener ninguna especialización.





Nombre: Xolfia Deltariz
Residencia: El templo de la luz

Huérfana de pequeña, fue acogida por los sabios del templo de la luz. A una muy corta edad fue instruida en el uso de magias espirituales y psíquicas. Posteriormente aprendió los secretos de la magia de la luz y con ellos partió en lo que sería su primer viaje como misionera para convertirse en sacerdotisa.



Nombre:  Blarg Bandak

Residencia: desconocido

Guerrero formidable en el combate y portador de la legendaria armadura negra, una de las últimas armas legendarias conocidas. Su padre robó la armadura de Fragar, e intentó usar a su hijo para derrotarlo, pero cuando Blarg se reveló, lo asesinó. De carácter frío y solitario, contrasta con la camaradería de los demás integrantes del grupo, aunque brinda un invaluable apoyo en combate, ya que al lado de Jacs ambos forman un poderoso dúo.




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Capitulo x14

Jacs y Xolfia pidieron a Genval que les guiara hasta la cuarta y última piedra del legado del cielo faltante, pero cuando estaban a punto de tomarla aparecieron Galiax y sus secuaces, que los atacaron. Finalmente, Galiax los reunió exigiéndoles la piedra…
 
Una luz cegadora cubre a todos los presentes, que aparecen frente a Galiax. –Denme de inmediato las piedras, o de lo contrario me enfadaré de verdad con ustedes. No importa si me hayan liberado o no, los mataré sin pensarlo dos veces si se rehúsan a obedecer.
 
Blarg – ¡Infeliz! Tú fuiste quien robó la piedra. ¡Devuélvemela ahora mismo!
 
Con los ojos llenos de furia, Blarg ataca a Galiax sin pensarlo dos veces con un hechizo oscuro que Doran detiene con su poder de luz.
 
Doran – ¿Quiere que me encargarme de él, Galiax? –pregunta servicialmente.
 
Galiax –No, espera. –Lo detiene con una mirada inquisitiva, atraído por la repentina explosión de temperamento de Blarb-. Cuéntame, ¿qué hay en esa piedra que tanto deseas, humano? No creo que estés tras el poder que ocultan, ¿o sí?
 
Blarg – ¡No tengo por qué decírtelo! Yo tengo mis razones…
 
Galiax –Creo que no lo entiendes. Quizás podamos llegar a un acuerdo tú y yo.
 
Blarg -¿De qué estás hablando?
 
Galiax –Hablo de que mis poderes no conocen límites. Si en verdad quieres algo, puedo hacerlo realidad.
 
Las palabras de Galiax impresionan a Blarg, por lo que finalmente decide revelar su motivo ante todos los presentes. -…esa piedra le pertenecía a mi único pariente: Mi hermana, Velia. Es el único recuerdo que tengo que ella, y juré protegerlo en su honor.
 
Jacs -¿Así que no quieres las piedras por el secreto del hechizo que guardan?
 
Xolfia –Señor Blarg, ¿por qué no nos contó sus verdaderas intenciones con la piedra antes? Lamento mucho haberlo juzgado mal.
 
Blarg – ¡Cállense! No me importa nada más en esta vida que recuperar esa piedra, y nadie me detendrá en recuperarla, ni si quiera Galiax. ¡¿Me oíste?!
 
Galiax -¿Qué le sucedió con ella?
 
Blarg baja la mirada al rememorar sus recuerdos del pasado:
 
“Velia y mi padre eran los únicos familiares que conocí y eran los únicos con los que vivía. Desde muy pequeños, mi padre me obligó a entrenar muy duro para poder usarme para sus propios fines. Él, al igual que tu abuelo eran soldados bajo el mando de las fuerzas oscuras de Fragar. -Todos, en especial Jacs quedan atónitos con la confesión-. Un día, movido por su propia ambición, mi padre logró robar uno de los tesoros de Fragar que resultó ser la armadura negra que ahora llevo puesta y con ella, mi padre decidió entrenarme en las artes oscuras debido a mi gran afinidad con esta magia con la intención de derrocar a Fragar, entonces me rebelé contra él y lo asesiné con mis propias manos. A partir de entonces mi hermana y yo vivimos juntos hasta que ella enfermó gravemente… Después de que los médicos a los que vimos determinaron que su enfermedad era incurable y le quedaba poco tiempo de vida, pensé que en usar la magia, pero la hechicería oscura sólo sirve para destruir, así que la dejé a cargo de una vecina mientras emprendía un viaje con la esperanza de encontrar una cura. No tardé en escuchar rumores que decían que el poder que encerraban las piedras del legado del cielo podría curar a mi hermana. Pero cuando por fin logré obtener una que encontré después de varios meses en un templo en ruinas y regresé a su lado, ella había muerto… Entonces usé la piedra como lápida de su tumba y juré resguardarla en su memoria como pago por no haberla podido salvar…”
 
Kira –Blarg… No sabía que el significado de esa piedra fuese tan importante para ti. Yo también te debo una disculpa, te juzgué mal desde el principio.
 
Blarg –¡No necesito de su estúpida compasión! Les recuerdo que solamente estaré de su lado hasta que consiga mi objetivo.
 
Galiax –Si ese es el caso, creo que yo podría ayudarte.
 
Blarg -¿Qué dices? ¡Explícate! –le exige a gritos.
 
Galiax despliega una amplia sonrisa al ver su reacción.  –Si eso es lo que en verdad quieres, puedo darte algo mucho mejor que la piedra a cambio de tus servicios. Yo podría revivir a tu difunta hermana como pago si me juras obediencia y te unes a mi bando.
 
Blarg -¡No juegues conmigo! Por más poderoso que seas, ¡es imposible que puedas revivirla con la magia! ¡Ni siquiera la magia espiritual que gobierna por sobre los muertos es capaz de hacer tal cosa!
 
En el silencio más absoluto, Galiax de pronto mira en todas direcciones hasta que encuentra a un conejo buscando alimento entre el follaje, no muy lejos de allí. Alza la mano y de un solo movimiento dispara un rayo de su dedo que mata al animal, fulminándolo en tan sólo un instante, después lo recoge y con toda delicadeza apoya su palma en la herida. Después de unos segundos, el animal parece despertar de un sueño y de un salto escapa de sus manos para perderse en el bosque.
 
Valtron  -¡De verdad lo hizo… ese maldito de verdad pudo revivir a ese conejo como si fuese cualquier cosa!
 
Galiax -¿Ahora me creen?  Claro que no sería justo para ti pelear con ellos en tu estado actual, y por ello te facilitaré las cosas prestándote un poco de poder. Si me das la esencia oscura que llevas, yo puedo cargarla con energía cósmica para que te vuelvas mucho más fuerte de lo que ya eres. Así tendrás la victoria asegurada. ¿Qué duces?
 
Doran se exalta al escuchar la oferta que le propone a Blarg. -¿¡Qué!? No puede hacer eso. ¡Nosotros somos los encargados de acabar con ellos! ¡Para eso nos construiste!
 
Makia –No es justo que a él le ofrezcas tus poderes así como así, amo Galiax.
 
Jacs -¡No lo hagas Balrg! Él sólo quiere manipularte.
 
Blarg titubea. -¡Silencio! ¡Tú no sabes por lo que he pasado!
 
Galiax –Y bien, ¿qué respondes, Blarg?
 
Blarg mantiene su mirada fija en el suelo. Su mente se ve enturbiada por emociones que afloran desde el pasado. Después de lo que parece una eternidad, finalmente toma una decisión postrándose a los pies de Galiax. -¿Qué es lo que quieres que haga?
 
Galiax sonríe complacido. –Tu primera tarea será matar a Jacs. Después te encargarás de las demás molestas.
 
Jacs -¿¡Cómo dices!?
 
Valtron -¡Maldito Blarg! Sabía que no era un tipo de confiar. No después de haber entregado su alma a la esencia oscura.
 
Xolifa intenta hacerlo entrar en razón suplicándole: –Por favor señor Blarg. Ninguna magia es capaz de volver a la vida a una persona, ni siquiera la magia de la luz puede obrar tales milagros si la persona ya ha muerto. Es una de las reglas esenciales de la magia.
 
Blarg –Ya he tomado mi decisión, lo siento –contesta secamente apartándola gentilmente y dándole la espalda.
 
Galiax –Bien Blarg, ahora entrégame tu esencia para que puedas usar mi maravilloso poder. Con él, no serás rival para Jacs ni para nadie, lo que te dará una victoria segura.
 
Jacs –Blarg, ¡detente! –le suplica una última vez.
 
Sin hacer caso, Blarg saca la esencia oscura que guardaba en la gema de su casco y se la entrega a Galiax quien la mira con detenimiento y cierta fascinación. –Ahora, con mi poder haré de esta esencia mucho más poderosa de lo que te imaginas.
 
Galiax usa su poder cósmico el cual transfiere a la esencia a través de sus manos invadiéndola hasta su núcleo. Un resplandor enceguecedor emana de la esencia por unos instantes hasta consumirse por completo. La esencia que sostiene Galiax no parece la misma, pues emana una energía mucho más agresiva que lanza pequeños rayos a su alrededor y absorbe el paso de la luz a su alrededor.
 
Blarg toma la esencia de regreso y al tocarla siente que el poder invade su cuerpo. –Así que... ¡este es el poder de Galiax! –exclama incrédulo al sentirlo correr pos sus venas.
 
Galiax  -Ahora, para asegurarme de que cumplas con tu parte, los encerraré a ambos en una dimensión paralela de la cual solamente podrán escapar hasta que uno de los dos muera. -¡PRISIÓN PLATEADA!-.
 
Frente a ellos se crea un vórtice que arrastra a su interior a Jacs y a Blarg desapareciendo en lo que se reduce a una especie de perla de color metálico, que cae al suelo.
 
Kira -¡Jacs! ¡¿Qué les has hecho?!
 
Galiax –Por ahora los he transportado dentro de esa prisión. Pero antes de preocuparte por tus amigos deberías preocuparte por ti.
 
Valtron -¡¿Qué piensas hacer con nosotros?!
 
Galiax –Les tengo una proposición: –Entréguenme las dos piedras que están en su poder, y les prometo que su destrucción será rápida y sin dolor.
 
Valtron –Y sin nos negamos. ¿Qué piensas hacer?
 
Galiax –No estarán pensando en serio en pelear sin sus amigos más fuertes en contra de mis guerreros, ¿o sí?
Descuiden, no se las quitaré por la fuerza ahora si eso es lo que piensan. A cambio, comenzaré por destruir lentamente su mundo empezando ahora.
 
De pronto, el cielo es cubierto por grandes y espesas nubes oscuras que ocultan la luz solar. El viento comienza a soplar con fuerza y las plantas a morir secándose por toda la isla.
 
Xolfia -¡No, no lo hagas! ¡Por favor, detente! –le ruega con lágrimas en los ojos.
 
Galiax – ¡La muerte de miles de personas y animales recaerá en ustedes!
.
Kira –Eres... ¡un desalmado! –clama sintiéndose impotente.
 
Galaix –Si quieren cambiar de opinión, los esperaré en mi nueva fortaleza que se encuentra en lo profundo del bosque gris. Mis sirvientes estarán allí para darles la bienvenida en caso de que no quieran morir de inanición y frío en los próximos días.
 
Valtron – ¡Maldito seas!
 
Galiax –Oh, casi lo olvidaba… no esperen un buen recibimiento de personas en ciudades y pueblos, pues pronto, todos los seres humanos de este planeta estarán bajo mi influencia y atacarán a cualquiera que no sea uno de ellos. Les deseo un buen viaje hasta me base.
 
Dicho esto, Galiax y sus secuaces se elevan por el cielo hasta desaparecer.
 
Kira entonces corre a recoger la perla plateada que ha quedado olvidada en el suelo en donde están encerrados Jacs y Blarg. –Tenemos que sacar a Jacs de esa prisión.
 
Valtron -¿Cómo piensas hacer eso? No sabemos qué hechizo utilizó Galiax.
 
Kira -¡Xolifa! Tú eres experta en magia psíquica y de luz. Estoy segura que puede hacerlo.
 
Xolfia parece insegura por su petición -...podría hacerlo, pero me es imposible romper el hechizo desde afuera sin la esencia de la luz.
 
Valtron –Sólo nos queda esperar a que esos dos encuentren la manera de escapar de allí sin que se maten el uno al otro.
 
Kira parece decepcionada por su respuesta, pero concuerda con él. –Tienes razón... por ahora sólo nos debe preocupar salir de esta isla y encontrar la base de Galiax.
 
-o-
 
Jacs abre los ojos y pronto se da cuenta que ya no está en la isla, sino en un sitio árido en el que sólo alcanza a ver rocas y arena coronado por un cielo púrpura, con matices anaranjados y amarillos. -¿Dónde estoy? –se pregunta intrigado e intentando orientarse.
 
Repentinamente ocurre una explosión cerca de él que lo lanza con fuerza al suelo. Al alzar la vista reconoce la silueta de Blarg, que se acerca a él con paso lento.
 
Blarg -Veo que al fin has despertado, Jacs. No quería tomar ventaja mientras estabas inconsciente.
 
Jacs -¡Blarg! ¡Qué estás haciendo!
 
Sin responderle, Blarg cubre su rostro con la protección de su casco y se pone en posición de ataque. –Espero que no consideres esto personal.
 
Jacs –Sabes que no tenemos por qué pelear. Si unimos nuestras fuerzas...
 
Blarg–Tú no sabes lo que es la soledad –lo interrumpe-, Jacs. Estás rodeado de personas que te aprecian y te admiran. No sabes cuanto lamento apartarte de ellos, pero creo que ya has tenido una oportunidad de conocer lo que es la felicidad.
 
Jacs trata de disuadirlo negándose a luchar. –Blarg, Galiax no cumplirá su promesa. ¡Estoy casi seguro de ello! Lo que está haciendo es manipularte para ponerte en contra nuestra. Y aunque reviviera a tu hermana, con las cuatro piedras en su poder podría destruir el mundo.
 
Blarg –Piénsalo otra vez, Jacs. Si realmente quisiera destruir el mundo no necesitaría de las piedras. No tienes idea del poder que tiene Galiax, ¿verdad? Ahora, te pido que no te resistas y te daré una muerte digna y sin dolor.
 
Sin más remedio Jacs se ve obligado a sacar su espada. –Lo siento Blarg, no quiero pelear con tigo, pero si insistes, tendrás que derramar hasta la última gota de tu sangre para poder lograrlo.
 
Blarg –¡Que así sea!
 

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