Residencia: Pueblo Sunabi
Jacs es un joven que fue criado por su madre y por sus abuelos en una granja en las afueras del pueblo Sunabi, situado a las orillas del bosque gris, por lo que se le considera uno de los asentamientos humanos más remotos. Aprendió el arte del combate con espada de su abuelo, quien desde pequeño tomó el papel de su padre después de que éste muriera repentinamente. Las razones de su muerte nunca le fueron revelta años después.
A la edad de 17 años su abuelo también muere en extrañas circunstancias por un asesino misterioso, lo que lo hace emprender un viaje para vengar la muerte de su querido abuelo. Es así como empieza su aventura…
Nombre: Kira Lenndraken
Residencia: desconocida
Caza recompensas errante de pasado misterioso. Conoció a Jacs y a Kira luego de que Fragar lo contratase para matarlos, aunque durante la búsqueda de las esencias se unió al grupo renunciando así a Fragar, para luchar en su contra.
Es un personaje balanceado que emplea la espada y hechizos en combate a costa de no tener ninguna especialización.
Nombre: Xolfia Deltariz
Residencia: El templo de la luz
Huérfana de pequeña, fue acogida por los sabios del templo de la luz. A una muy corta edad fue instruida en el uso de magias espirituales y psíquicas. Posteriormente aprendió los secretos de la magia de la luz y con ellos partió en lo que sería su primer viaje como misionera para convertirse en sacerdotisa.
Nombre: Blarg Bandak
Guerrero formidable en el combate y portador de la legendaria armadura negra, una de las últimas armas legendarias conocidas. Su padre robó la armadura de Fragar, e intentó usar a su hijo para derrotarlo, pero cuando Blarg se reveló, lo asesinó. De carácter frío y solitario, contrasta con la camaradería de los demás integrantes del grupo, aunque brinda un invaluable apoyo en combate, ya que al lado de Jacs ambos forman un poderoso dúo.
Capitulo x13
En su búsqueda de a última piedra del legado del cielo, Jacs y los demás han sido conducidos hasta la isla del exilio, hogar de Genval quien ha accedido a entregar ese valioso tesoro, pero mientras tanto, Doran y Makia aparecen de repente.
Doran los amenaza desde el cielo, listo para acabar con ellos. –¡Más les vale decirnos dónde se encuentra la piedra del legado del cielo!
Makia –Solamente preguntaremos una sola vez amablemente, así que les sugiero que cooperen con nosotros. ¡En dónde está la piedra!
Nadie se atreve a contestarle.
Kira -¿Qué haremos? –pregunta a sus amigos en voz baja al sentir la presión de los ojos de Makia en ella-. Aunque sean solamente dos, sin la magia de luz de Jacs no podremos hacerles frente a los dos.
Blarg entonces asume al mando poniéndose al frente. –Yo me encargaré de esos dos, no se atrevan a molestarme.
Al .ver que no piensan cooperar, Doran y Makia se lanzan al unísono en contra de Blarg, quien los recibe con su espada. A pesar de soportar el ataque inicial, Blarg se ve en dificultades cuando ambos lo atacan desde flancos distintos obligándolo a protegerse de sus ataques cada vez que intenta atacar a uno de ellos.
Viendo frustrados sus intentos, Blarg intenta escapar del incesante ataque de Doran, pero Makia se lo impide atacándolo por detrás distrayéndolo el tiempo suficiente como para que uno de los rayos de luz de doran logre golpearlo en el pecho haciéndolo caer pesadamente al piso. Makia y Doran unen fuerzas para el ataque final cuando una extraña fuerza hace que los dos caigan al suelo incapaces de moverse.
Cerca de allí puede verse a Valtron tocando con sus manos la tierra e invocando un hechizo de la misma naturaleza. -¡HYPER GRAVEDAD!
Makia -Pero, ¿qué es esa energía? ¡No puedo moverme! –grita intentando en vano ponerse de pie sin tener la suficiente fuerza para ello.
Kira -¡Tuviste una gran idea en utilizar un hechizo como ese, Valtron! –le felicita.
Valtron, que parece tener problemas manteniendo el poder del hechizo le reprocha: –¡Deja los halagos para después y aprovecha para atacarlos!
Kira se apresura a invocar su hechizo más poderoso. -¡MAREMOTO ÁRTICO!
En cuestión de segundos, Doran y Makia desaparecen en una masa de hielo que instantes después estalla en mil pedazos.
Blarg reacciona con ira. -¡Les dije que no se metieran en esto!
-Ahora es asunto de todos, Blarg. –responde una voz.
Cerca de ellos aparecen Failkaz, Asort y Merlun, que se unen a la lucha.
En ese momento Doran y Makia salen de los escombros protegidos por sendos campos de fuerza de luz y oscuridad que los protegieron durante la explosión.
Doran –Esos trucos de segunda no pueden hacernos daño.
Mientras tanto, en otra dimensión, Jacs, Genval y Kira han logrado llegar hasta la piedra, la cual se encuentra a escasos pasos de ellos. Jacs se acerca a la piedra dispuesto a tomarla cuando una voz delante de él lo toma por sorpresa: –Yo me encargaré de la piedra del cielo.
Al mirar al frente se encuentra cara a cara con Galiax, quien los mira con una sonrisa maliciosa.
Xolfia -¡Es Galiax!
Jacs -¡¿Cómo ha podido entrar aquí?!
Galiax –Muy simple: la magia Galáctica me otorga poderes más allá de la magia común. Incluso más allá de lo que sus obtusas mentes pueden imaginar, como lo puede ser replicar energías como lo es la magia de la luz y de la oscuridad.
La reacción de Genval al ver por primera vez al niño lo sorprende. -Ese niño… ¡así que ese niño es el Exordium! Ahora entiendo lo que tratabas de decirme, Jacs. ¡Debemos proteger la piedra a toda costa de él!
La actitud de Galiax se enseria. -Tomaré esa piedra ya sea por las buenas, ¡o por las malas!
Liberando una tremenda cantidad de energía, Galiax expande una ONDA CÓSMICA de la que Jacs, Genval y Xolfia creando una poderosa barrera de luz que los protege hasta que el peligro pasa.
Genval – ¡Jacs, Xolfia! -se apresura a decirles-, deben salir de aquí lo antes posible con la piedra. ¡Yo lo detendré lo más que pueda!
Tras decir esto, Genval usa sus poderes para encerrar a Galiax en un campo de luz creado por él mismo.
Xolfia -Pero, ¡no podemos dejarlo aquí!
Jacs toma la piedra con una mano y con la otra toma a Xolfia de la mano y la sujeta con fuerza sin darle tiempo de protestar. -¡Vámonos!
Sin inmutarse, Galiax usa sus poderes intentando destruir la barrera que lo confina mientras el anciano usa toda su fuerza para mantenerlo dentro. –Bien anciano –le advierte Galiax con una mirada fría-, si lo que quieres es desafiarme, te complaceré…
En cuestión de segundos, una onda expansiva llena los pasadizos del laberinto, convirtiendo el espacio oscuro y vacío en una luz cegadora que devora todo y en cuestión de segundos alcanza a Jacs y a Xolfia, que desandan el camino, ahora visible a toda velocidad. Al mirar atrás, Jacs se da cuenta que la onda está por alcanzarlos, por lo que le entrega la piedra a Xolfia y la lanza con todas sus fuerzas a la salida, que está a unos metros de ellos. Para sorpresa de Kira, Doran y el resto de combatientes en la superficie observan cómo Xolfia aparece saliendo de la entrada de la cueva seguida de Jacs y una intensa luz tras ella que destruye la cueva.
Kira corre hacia Jacs a auxiliarlo. -¡Jacs!, ¡Xolfia! ¡Han conseguido la piedra!
Jacs se levanta dificultosamente –Sí, pero desafortunadamente Genval no lo logró…
Kira -¿Qué pasó?
Jacs –Estábamos a punto de tomar la piedra cuando Galiax apareció. Él… se quedó para detener a Galiax mientras nosotros escapábamos, entonces el recinto entero colapsó.
Valtron –Genial –repone con sarcasmo-, ¡sólo nos faltaba eso!
Failkaz –Y no es el único, Valtron.
Jacs toma a Xolfia, que todavía sostiene la piedra en sus manos y se la arroja a Valtron para que la atrape. –Blarg y yo los detendremos. ¡Ustedes huyan de aquí con la piedra!
Sin perder tiempo, Kira y Valtron se adentran en la selva.
Kira -¡Maldición! ¿A dónde quiere que corramos si nos encontramos en una isla? –replica sin dejar de correr.
Failkaz, Merlun y Asrot tratan de ir tras ellos, pero Jacs los ataca con su espada cortándoles el paso.
Merlun –Pero que chico más arrogante. ¿Acaso pretendes enfrentarnos a todos juntos?
Failkaz –Aunque poseas la magia de la luz, no tienes oportunidad contra nosotros si solamente te ayuda tu amigo de armadura.
Jacs –¡Eso lo veremos! –contesta en tono desafiante con su espada en alto.
Blarg y Jacs se ponen uno al lado del otro y con una mirada rápida, ambos sincronizan sus ataques para atacarlos con sus espadas. Failkaz, Asrot y Merlun se ven en dificultades ante la diferencia de poderes, pero cuando Jacs intenta atacarlos directamente, Doran y Makia protegen a sus amigos con barreras mágicas que detienen en seco su ataque.
Doran –Nosotros dos seremos suficientes para Jacs y Blarg, el resto debe ir a buscar a sus amigos. Ellos deben tener las piedras. ¡No dejen que salgan de la isla con la piedra!
Sin darle tiempo a Jacs para evitarlo, los tres enemigos restantes se adentran en la jungla tras sus amigos.
Jacs empuña su espada con fuerza encarando a sus enemigos con perlas de sudor en la frente. –No tenemos otro remedio, Blarg, tendremos que usar nuestro máximo poder.
Blarg –No tienes por qué decírmelo. Espero que estés listo.
Tanto Jacs como Blarg recitan las invocaciones de la luz y la oscuridad, que hacen que el cielo se oscurezca al aparecer las criaturas astrales que residen en las esencias con las que atacan a Doran y a Makia.
Entre tanto, Kira, Valtron y Xolfia continúan corriendo con la esperanza de encontrar una salida de la isla.
Sin detenerse, Xolfia comenta: –No debimos haber dejado a Jacs y a Balrg solos.
Kira –Deja de preocuparte tanto Xolfia. Jacs es lo suficientemente fuerte para arreglárselas solo, lo que importa ahora es alejar las piedras de esos tipos.
Delante de ellos emerge de la nada una pared de hielo sólido que les corta el paso.
Failkaz –Muy tarde, ¡ya estamos aquí!
Failkaz, Asort y Merlun les salen al paso.
Valtron –Ni hablar... No hay más remedio, tendremos que pelear contra ellos.
Antes de que alguno de ellos haga el primer movimiento, una extraña energía cubre la atmósfera haciendo que la realidad se distorsione; lo mismo ocurre en el lugar en el que Jacs, Blarg, Dora y Makia están luchando. Para sorpresa de todos, las criaturas astrales regresan a sus esencias al romperse el sello mágico de energía que los sostenía.
Jacs -¡Qué está sucediendo!
Frente a ellos aparece una abertura en el espacio de la que sale Galiax. En segundos, todos los presentes son transportados al mismo en donde Galiax, Jacs y Blarg se encuentran.
Galiax –Se acabaron los juegos. Es hora de que me entreguen las piedras.
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