Batalla en las alturas
Durante el transcurso de la batalla contra
Argol, Doma le pidió a Dine que liberase los poderes, hasta hora sellados de
Leiyus para que él pudiese estar al nivel de su rival a pesar del alto riesgo
que existía de que perdiera el control sobre sí mismo, pero al final, incluso
sus poderes de dragón fueron insuficientes, por lo que Dine y Doma debieron
ceder los propios para que éste finalmente estuviese a la par con su adversario.
Kindolf duerme plácidamente, con una sonrisa
en el rostro hasta que de un momento a otro, le da por cambiarse de posición
abrasando algo entre sus manos. En ese instante, una mano le da unas palmaditas
suaves en la mejilla para despertarlo, pero al no haber reacción de parte suya,
aquella mano termina por darle un par de bofetadas fuertes que terminan por
despertarlo.
Kindolf -¡Hey! ¡Quién es el tonto que...!
–grita, exaltado apenas despierta.
Para su sorpresa despierta al lado de Dine,
quien en esos momentos le lanza una mirada de disgusto. No es sino hasta ese
momento que el escudero se percata que sus brazos están alrededor de la cintura
de ella, quitándolos de inmediato. -¡Perdona Dine, no fue mi intención! Yo…
Dine –¡Mejor cállate! –lo ataja-. ¡Este no es
el momento para bromas!
Kindolf -¿Qué sucede? ¿Dónde estamos? -Antes
de que ella pueda responderle, Kindolf nota la presencia de Doma -. ¡Doma! ¡Viejo
amigo! ¡¡Creí que habías muerto!!
Doma –Ya les explicaré luego, por ahora,
debemos dejar todo en manos de Leiyus.