19 noviembre, 2021

Signos Etéreos, Tercer Tomo: Capítulo Final (30)

Han pasado años desde aquél día en el que concebí la idea para una historia basada en mi anime favorito del momento: Slayers. A partir de allí nació Signos Etéreos, también conocida como Symbol God's, que me motivó a seguir escribiendo historias y novelas de todo tipo con el paso del tiempo. 

Fue desde ese entonces que me dedico a escribir historias. Algo que veo, más como una meta personal  más que como una actividad lucrativa, o un camino a la fama. 

Seguramente muchos se preguntarán: ¿Este es el fin de la historia? Probablemente, no. Como autor, creo que el universo de Signos Etéreos tiene todavía mucho potencial por delante. Incluso tengo un par de ideas que podrían extender el universo de SE en un futuro, pero por el momento, las aventuras de Jacs y sus amigos han llegado a su fin.

Pero estoy seguro que algún día volveremos a este mundo medieval en el que todavía hay mucho por descubrir y explorar.

¡Muchas gracias a todos! ¡Nos leemos en nuestra siguiente aventura!

-Unno


Nombre: Jacs Rengard
Residencia: Pueblo Sunabi

Jacs es un joven que fue criado por su madre y por sus abuelos en una granja en las afueras del pueblo Sunabi, situado a las orillas del bosque gris, por lo que se le considera uno de los asentamientos humanos más remotos. Aprendió el arte del combate con espada de su abuelo, quien desde pequeño tomó el papel de su padre después de que éste muriera repentinamente. Las razones de su muerte nunca le fueron revelta años después.

A la edad de 17 años su abuelo también muere en extrañas circunstancias por un asesino misterioso, lo que lo hace emprender un viaje para vengar la muerte de su querido abuelo. Es así como empieza su aventura…



Nombre: Kira Lenndraken

Residencia: Ciudad Paragon

Criada en el seno de una familia de hechiceros respetables de clase alta, aprendió desde muy temprana edad a usar la magia gracias a un riguroso entrenamiento para estar a la altura de las expectativas de su padre, quien antes de que ella y sus hermanas nacieran ansió tener un hijo varón que siguiera sus pasos para formar parte del consejo mundial de hechiceros.

Fuera de su carácter impaciente y temperamental, es una disciplinada estudiosa de la magia. A pesar de dominar y conocer muchos tipos de magias se especializa en magia de agua, a la que ha dominado a la perfección. 



Nombre: Valtron Molvus
Residencia: desconocida

Caza recompensas errante de pasado misterioso. Conoció a Jacs y a Kira luego de que Fragar lo contratase para matarlos, aunque durante la búsqueda de las esencias se unió al grupo renunciando así a Fragar, para luchar en su contra.

Es un personaje balanceado que emplea la espada y hechizos en combate a costa de no tener ninguna especialización.





Nombre: Xolfia Deltariz
Residencia: El templo de la luz

Huérfana de pequeña, fue acogida por los sabios del templo de la luz. A una muy corta edad fue instruida en el uso de magias espirituales y psíquicas. Posteriormente aprendió los secretos de la magia de la luz y con ellos partió en lo que sería su primer viaje como misionera para convertirse en sacerdotisa.



Nombre:  Blarg Bandak

Residencia: desconocido

Guerrero formidable en el combate y portador de la legendaria armadura negra, una de las últimas armas legendarias conocidas. Su padre robó la armadura de Fragar, e intentó usar a su hijo para derrotarlo, pero cuando Blarg se reveló, lo asesinó. De carácter frío y solitario, contrasta con la camaradería de los demás integrantes del grupo, aunque brinda un invaluable apoyo en combate, ya que al lado de Jacs ambos forman un poderoso dúo.




Descarga el capítulo

Capitulo x30

Galiax finalmente ha liberado el hechizo que contenían las piedras del legado del cielo, creando con ellas un conjuro tan poderoso que amenaza la existencia no sólo del mundo, sino del propio universo. Usando como último recurso el poder de las esencias en su poder, Jacs y sus amigos intentan detenerle invocando un hechizo igual de legendario que podría salvar al mundo o terminar por condenarlo…
 
La gran masa de energía continúa creciendo a proporciones desmedidas logrando rozar las nubes mientras se alimenta de los restos de lo que queda de las esencias cósmica, de luz, y de la oscuridad. Potentes rayos de energía emergen de vez en cuando, golpeando regiones remotas de la tierra que destruyen vastas zonas al tiempo que la energía negativa atrae lo mismo rocas que escombros, formando un vacío a su alrededor que absorbe incluso el aire circundante.
 
Blarg y Jacs se encuentran ya en posición y de un momento a otro comienzan a absorber energía de la esfera de energía pura. Lentamente se observa cómo una especie de canal de energía se forma entre ellos y el conjuro tras absorber su energía.
 
Al mismo tiempo, sus amigos invocan la fuerza interna de las esencias; con las esencias de agua, hielo, flora y molecular a su alrededor, Kira alza las manos sobre su cabeza y junta sus palmas al tiempo que cierra sus ojos para concentrarse: “Criaturas que moran en las esencias: Apelo a su voluntad para que me otorguen su poder y protejan este mundo...” –recita en su mente.
 
Valtron hace lo propio con las esencias de la tierra, sombra, viento y metálica: “Confiéranme el derecho de usar su fuerza para luchar contra el mal...”
 
Xolfia les sigue usando las esencias psíquica, espiritual, del trueno y del fuego: “Uniendo nuestras fuerzas en una sola luz de esperanza…”
 
Las esencias de inmediato comienzan a reaccionar, creando líneas de energía entre ellas hasta formar un círculo entre los cuatro junto con las doce esencias en conjunto.
 
El resplandor de sus energías sumadas es percibido por los ojos de Jacs al volverse hacia abajo: –Ya están casi listos, ¡prepárate! –le advierte a Blarg.
 
Cuando las energías de los cuatro se entremezclan, liberan toda su energía en forma de una columna de luz multicolor que asciende hacia arriba, justo debajo de la formación de energía de Galiax. En ese instante Jacs y Blarg liberan todo su poder sumándolo al de sus amigos para concentrar el haz en un solo punto. El poderoso hechizo que convocan logra penetrar la capa que recubre al núcleo hasta que ésta sale por el otro lado. El rayo es tan potente que al ascender al cielo aparta las nubes a su alrededor a gran velocidad hasta perderse el oscuro del espacio.
 
Por unos segundos todos se mantienen expectantes ante cualquier indicio de que sus esfuerzos hayan resultado, pero el tiempo pasa y la energía del hechizo de Galiax parece seguir aumentando sin cambio alguno.
 
Kira -¿Qué sucedió?
 
Jacs – ¡Parece ser que no surtió efecto! –grita con frustración.
 
En ese momento se escucha un fuerte ruido que los hace alzar la vista. Frente a sus ojos, la forma perfectamente esférica del hechizo comienza a deformarse. Pequeños fragmentos de energía comienzan a desprenderse en todas direcciones, formando un espectáculo semejante a una lluvia de estrellas que desaparecen en el firmamento.
 
Kira -¡Lo hicimos! –exclama llena de alegría al ver la lluvia de estrellas.
 
Jacs –Pero, ¿Dónde está Galiax?
 
Todos buscan con la mirada alguna señal de su enemigo, que anteriormente había desaparecido devorado por su propio hechizo.
 
Valtron –Parece ser que desapareció completamente cuando fue absorbido por su propio poder.
 
Kira –Es verdad. Él podrá haber sido el guardián de la magia cósmica, pero nunca pudo dominar sus poderes completamente, ¿recuerdan? El invocar un hechizo de semejantes magnitudes debió superar por mucho sus capacidades.
 
Blarg -¡Esperen! ¿Qué es eso de allá arriba? –exclama de repente con tono alarmado.
 
En el cielo puede verse una pequeña esfera de luz flotando a cierta distancia. Al mirarla, Jacs tienen la visión por una fracción de segundo del rostro de Galiax en su mente. De repente todos escuchan una voz que proviene de la esfera: –No crean que se han librado tan fácil de mí.
 
Xolfia -¡¡Galiax!!
 
Jacs -¿¡Cómo es posible que siga vivió!?
 
Galiax continúa hablando a través de la esfera: –Al parecer, cuando el hechizo salió de mi control, mi cuerpo fue convertido en energía pura derivada del conjuro. ¡Ahora soy parte de él!
 
Blarg -¡Es que no hay forma de matarlo de una buena vez! –exclama exasperado.
 
Galiax –Si no puedo destruir todo el universo, ¡¡me conformaré con que mueran todos ustedes junto con este planeta!!
 
Los cinco observan cómo la pequeña esfera de energía que ahora es Galiax comienza a descender en dirección a la tierra a velocidad creciente.
 
Xolfia entonces entiende lo que está a punto de hacer: – ¡No puede ser! ¡Va a destruir la tierra él mismo!
 
Kira -¡¿Qué?!
 
Xolfia –Al haber dispersado la mayor parte de la energía del conjuro, piensa usar lo que queda del sí mismo para acabar con la tierra. ¡Planea suicidarse para acabar con todos nosotros!
 
Valtron – ¡Tenemos que pensar en algo, y rápido!
 
En ese momento de tensión, Jacs percibe una presencia a su izquierda. Al girar la cabeza, nota una silueta borrosa y pequeña que lo observa junto a un árbol. De inmediato reconoce de quién se trata.
 
Los labios de Jacs pronuncian algo quedamente que sólo él puede escuchar: -Yo sé qué hay que hacer… -asegura Jacs.
 
Extendiendo su mano derecha, Jacs hace un llamado a todas las esencias que él y sus amigos han encontrado, llamándolas al interior de la gema de su espada rota sólo para momentos después volar en dirección de Galiax.
 
Kira -¡Jacs!, ¡¿qué intentas hacer?!
 
Jacs entonces se detiene por un momento y se vuelve hacia sus amigos. -La única forma de detener a Galiax es haciendo lo que él hizo con el hechizo último: ¡Destruiré las esencias para crear con su energía una barrera protectora!
 
Valtron -¿¡Estás loco!? ¡No tienes la fuerza para hacer eso! ¡Incluso Galiax, que es mucho más fuete que nosotros no pudo contener la fuerza de tres esencias! ¡Es un suicidio!
 
Blarg –Jacs tiene razón –interviene de repente-, ahora dejen de interponerse en su camino.
 
Jacs agradece el acto de solidaridad de Blarg con una sonrisa. Finalmente se despide de sus amigos con un ademán de la mano y parte a toda velocidad para interceptar a Galiax.
 
Kira -¡Jacs! –le grita inútilmente al verlo partir.
 
Mientras vuela al encuentro de su destino, la mente de Jacs se llena de pensamientos angustiosos: “Sólo espero que la fuerza de todas las esencias sea suficiente para salvarnos...”
 
Una vez ha llegado a su destino, Jacs hace salir las esencias y las dispone a su alrededor formando un círculo. Pronto el poder de éstas comienza a formar canales de luz multicolor al resonar con las diferentes energías. Al ver esto Jacs se alegra de que su plan esté funcionando, entonces fija su atención al cielo. De pronto, las criaturas encerradas dentro de las esencias aparecen alrededor de él sin haber sido invocadas.
 
Jacs –Por favor criaturas astrales… les imploro que me den todo su poder para salvar la tierra. ¡Bríndenme su energía!
 
Una por una, las esencias revientan cual vidrio, liberando toda su energía. Las criaturas astrales se elevan al cielo formando una espiral y dejando una estela de luz hasta formar un domo de energía multicolor sobre Jacs. El tiempo parece detenerse cuando la luz de Galiax alcanza la superficie de la barrera, generando una explosión de inmensa magnitud. Los colores de los árboles se desvanecen quedando en contrastes de blanco y negro mientras una potente luz de destrucción se expande más allá del bosque gris. La enorme reacción de la fuerza de choque se eleva generando una enrome bola de fuego, que asciende hasta el espacio mientras grandes cuarteaduras emitiendo magma aparecen desde la zona cero. Por un momento, la energía de la explosión ilumina el firmamento desplazando a la oscuridad por unos segundos al tiempo que arrasa con montañas enteras…
 
El sol se asoma por primer a vez en muchos días. El sonido de los pájaros se escucha y el agua fluye como cascada hacia la depresión de lo que antes era el bosque gris, y que ahora se ha convertido en un enorme cráter.
 
La mano de Kira aparece por entre los escombros y su cabeza asoma de las rocas. Aunque aturdida, de inmediato se pone a buscar a sus amigos levantando las rocas con desesperación. De pronto escucha un ruido detrás de ella que la hace alzar la vista y mirar atrás. Allí encuentra a pocos metros a Jacs, quien con sus ropas maltrechas y cubierto de polvo la saluda con una sonrisa. Ella de inmediato corre a abrazarlo.
 
Kira –Jacs, ¡estás vivo!
 
Poco a poco Valtron, Blarg y Xolfia se reúnen con ellos emergiendo de entre las rocas y el polvo, mirando con asombro a sus alrededores.
 
Blarg –Apenas puedo creer que hayamos sobrevivido –dice admirando en lo que ha quedado reducido el campo de batalla.
 
Aún abrazada a Jacs, Kira nota el reflejo de la luz del sol ascendente en su tesoro, el cual tiene su gema cuarteada a la mitad. Siguiendo una corazonada saca su medallón y lo observa: el símbolo del agua de las gemas de su medallón, de un azul marino ha cambiado a un gris opaco y sin vida. Sabiendo lo que aquello significa, ella toma su medallón entre sus manos y baja la cabeza. –La magia... la magia ha desaparecido... –murmura con mirada triste-. Ahora, ¿qué será de nuestro mundo sin la magia? –dice al borde del llanto.
 
En ese instante siente detrás de ella la mano de Jacs en su hombro, quien en ese momento la mira a los ojos: –No te preocupes. La magia no ha desaparecido… simplemente ha dejado de existir la forma en cómo la controlábamos, y eso te lo puedo asegurar porque nuestro mundo y nosotros mismos seguimos aquí. La energía sigue con nosotros. Francamente, desde que emprendí mi primer viaje desde el pueblo Sunabi, me di cuenta de que el hombre no estaba preparado para la responsabilidad de utilizar la magia sin hacerse daño.
 
Kira –Pero...
 
Jacs –La magia volverá algún día –la interrumpe-, cuando el hombre aprenda a usarla sin avaricia ni sed de poder. Entonces lograremos una perfecta armonía.
 
Desde lo profundo del cráter dejado por la batalla, los cinco parecen hacerse más pequeños mientras la vista se eleva hasta el espacio, en donde se aprecia en su totalidad a la tierra, que es bañada por la luz de un nuevo día.
 
-5000 años después-
 
La tierra ha cambiado mucho desde aquél entonces. En el lugar de aquella épica batalla se ha alzado una ciudad futurista que ha sido construida dentro y fuera del cráter, el cual tiene ahora un enorme lago en su parte más baja. Debido a la inclinación del terreno, sus habitantes se sirven de zapatos anti-gravedad y trenes casi verticales para desplazarse.
 
En una de muchas casas que conforman parte de los suburbios dentro del cráter vive una chica que yace durmiendo en su cama cuando su despertador holográfico suena. Todavía adormilada, ella lo apaga con desgano, y tras unos minutos más mira la hora. De un salto se levanta de la cama. -¡Se me hace tarde! –grita corriendo de un lado a otro al tiempo que trata de vestirse, desayunar y lavarse los dientes al mismo tiempo.
 
Cuando pasa por la cocina toma un empaque de leche del cual bebe sin detenerse. Su madre, que está ajustando la máquina lavaplatos tranquilamente parece acostumbrada a la escena, por lo que no le presta atención a los reproches de su hija. -¡Es tardísimo! ¿Dónde está Kumi? ¡No voy a alcanzar el autobús!
 
En otra habitación de la casa que permanece a oscuras, una niña pequeña observa con mucho interés unos medallones gastados y envejecidos que descansan en una vitrina empolvada y cerrada con llave. Aunque viejos y sin brillo, pueden apreciarse los símbolos del agua y del fuego.
 
En ese momento la chica mayor pasa por allí y se asoma dentro al notar la presencia de su hermana menor: –Kumi, ¿qué estás haciendo allí? ¡Voy a llegar tarde a la escuela otra vez!
 
Sin prestarle atención, la niña continúa admirando semejantes piezas olvidadas por el tiempo. –Ralia, ¿qué es eso? –le pregunta repentinamente a su hermana mayor.
 
Por un momento la chica parece olvidarse de su apuro e intenta recordar el origen de las piezas que observa con tanto interés su pequeña hermana: -Bueno, creo que son unas reliquias familiares… Se supone que son medallones que se usaban en la antigüedad para hacer magia.
 
Mientras ella le explicaba, se da cuenta con sorpresa que la niña ya ha abierto el anaquel y tomado uno de los medallones con el símbolo del agua. Al mirarlo detenidamente se puede apreciar en sus ojos un reflejo azul proveniente del medallón que sólo ella parece apreciar. De pronto su hermana le arrebata el medallón de las manos y la reprende: -Oye, ¡no puedes tocar eso! ¿Te imaginas si papá se entera? ¡Te dejará sin dulces por una semana!
 
Cuando está a punto de dejarlo en su lugar, la alarma de su reloj pulsera suena. Al mirarlo se altera de nuevo.
-¡Por Dios, no lograremos llegar a la escuela!
 
Entonces toma a su hermana menor y se la lleva consigo dejando el medallón en el borde de una pequeña mesa antes de salir a toda prisa. Abandonado en la oscuridad del cuarto, el medallón deja escapar una gota de agua cargada de luz azulada que escurre hacia el borde de la mesa hasta caer al suelo.
 
FIN

No hay comentarios.:

Publicar un comentario