30 septiembre, 2016

Signos Etéreos, Segundo Tomo: Capítulo 21

La espera ha terminado, y aunque me tomó mucho más tiempo de lo esperado, finalmente puedo continuar con la publicación de los capítulos finales del segundo tomo de Signos Etéreos. He estado muy ocupado dedicando tiempo a las ilustraciones que acompañan estos nuevos capítulos, pero confío en que la espera haya valido la pena.


Nombre: Jacs Rengard
Residencia: Pueblo Sunabi

Jacs es un joven que fue criado por su madre y por sus abuelos en una granja en las afueras del pueblo Sunabi, situado a las orillas del bosque gris, por lo que se le considera uno de los asentamientos humanos más remotos. Aprendió el arte del combate con espada de su abuelo, quien desde pequeño tomó el papel de su padre después de que éste muriera repentinamente. Las razones de su muerte nunca le fueron revelta años después.

A la edad de 17 años su abuelo también muere en extrañas circunstancias por un asesino misterioso, lo que lo hace emprender un viaje para vengar la muerte de su querido abuelo. Es así como empieza su aventura…


Nombre: Kira Lenndraken
Residencia: Ciudad Paragon

Criada en el seno de una familia de hechiceros respetables de clase alta, aprendió desde muy temprana edad a usar la magia gracias a un riguroso entrenamiento para estar a la altura de las expectativas de su padre, quien antes de que ella y sus hermanas nacieran ansió tener un hijo varón que siguiera sus pasos para formar parte del consejo mundial de hechiceros.

Fuera de su carácter impaciente y temperamental, es una disciplinada estudiosa de la magia. A pesar de dominar y conocer muchos tipos de magias se especializa en magia de agua, a la que ha dominado a la perfección. 



Nombre: Valtron Molvus
Residencia: desconocida

Caza recompensas errante de pasado misterioso. Conoció a Jacs y a Kira luego de que Fragar lo contratase para matarlos, aunque durante la búsqueda de las esencias se unió al grupo renunciando así a Fragar, para luchar en su contra.

Es un personaje balanceado que emplea la espada y hechizos en combate a costa de no tener ninguna especialización.




ResidenciaPlaneta artificial M-17
NombreMilon Erconoz

Es el príncipe al mando de las fuerzas del planeta M-17. Después de llegar a la tierra, Milon ayuda a Jacs ya sus amigos durante una invasión de sus hombres. Él les advierte del peligro que corren al portar las esencias y les pide ayuda para detener a Quázar y sus aliados.

Es un líder nato, de carácter centrado que sabe mantener la sangre fría en situaciones difíciles, aunque sus habilidades en combate no sean sobresalientes.













Capitulo 021


Titulo: Alianza: la guerra planetaria ha comenzado

Regresando de su infructuoso viaje al planeta Gaia, nuestros amigos regresan al planeta Beniac, que está por ser atacado por el planeta M-17, que ya se encuentra en camino.

En la sala de realidad virtual Jacs entrena con su espada en un ambiente abierto para pulir sus habilidades como espadachín, practicando horas practicando, por lo que decide tomar un merecido respiro y regresa al piso superior para descansar. En su camino se encuentra a Kira, quien permanece en el área común con la mirada perdida, viendo desde la oscuridad el brillar de las estrellas lejanas.

Jacs -¿Te sucede algo, Kira?

Kira –No, nada… bueno es sólo que… tengo un poco de miedo sobre lo que está por venir.

Jacs se sienta a su lado para acompañarla secándose el sudor de la frente con un paño limpio: -Kira, no sé exactamente cuánto poder tenga Quázar o su hermano, pero es realmente no importa. El que ellos sean mucho más fuertes que nosotros no lo es todo en una batalla. Nosotros tenemos una voluntad muy fuerte que nos une como grupo. Si crees en ti, los límites de tus capacidades se desvanecen igual que cuando luchamos contra Fragar. Eso fue algo que mi abuelo siempre me decía…

Kira –Jacs, ¿Cuál es tu sueño? –se atreve a preguntar tras un largo silencio.

Jacs -¿Cómo? –responde con sorpesa.

Kira -¿Cuál es tu sueño? -repite-. La razón por la que estás aquí.

Jacs sonríe y desvía la mirada hacia las estrellas –Creerás que es algo tonto, pero mi sueño es llegar a ser como mi abuelo: alguien fuerte, capaz de proteger con sus habilidades a quienes no pueden hacerlo por si solos.

Kira deja escapar una sonrisa al escucharlo.

Jacs -Dime Kira, ¿cuál es el tuyo?

Kira -Pues al igual que tú, desearía estar al nivel de las expectativas de mi familia. Como ya sabes, mi padre es una persona muy importante en el consejo de magia. A pesar de nacer como mujer, desde niña siempre apoyó mi deseo de convertirme en una hechicera tan sabia y fuerte como él a pesar de que por decreto jamás podré formar parte del consejo de magia como lo es él. Siempre tuvo la paciencia y el cariño para enseñarme todo lo que él sabía desde que yo tengo uso de razón. Mi gran sueño es poder cumplir ese deseo y ser reconocida como una gran hechicera.

Jacs -Estoy seguro de que eres el orgullo de tu padre. ¡Eres la persona con mayor dominio y conocimiento en la magia que conozco!

Kira se sonroja levemente ante sus halagos –¿En serio?

Jacs -Claro que sí. Si no fuera por ti y Valtron, probablemente no habría sido capaz de encontrar todas las esencias y derrotar a Fragar yo solo. Realmente no sé lo que habría sido de mí si no nos hubiésemos conocido.

-No se olviden de mí –Dice Valtron caminando hasta ellos desde el fondo de la habitación-. Creo que hasta me emociona la idea de poder enfrentarme a Quázar; justo como en los viejos tiempos.
–Y también yo –dice Milon al unírseles-, después de todo fui yo quien pidió su ayuda y es mi responsabilidad liberar a mi gente.

Jacs -Parece que todos tenemos alguna inquietud que no nos deja dormir. Yo les prometo, que mientras quede un aliento de vida en mi cuerpo, ¡no dejare de luchar!

Kira -Hagamos un pacto aquí mismo.

Jacs -¿Qué clase de pacto?

Kira -Que permaneceremos juntos en la batalla, y dar lo mejor de nosotros mismos. –estirando su mano al frente.

Jacs -Lo prometo –agrega haciendo lo mismo.

Valtron -Cuenten con mi apoyo –uniéndose a ellos.

Milon es el último en pactar -No dejaré de pelear hasta el final…

Kira –Entonces, ¡Que así sea!

Todos juntan sus manos como símbolo de unión.

En pocas horas, la nave de Milon aterriza en la estación espacial de la nave de Beniaca, en donde ya los esperan en medio de un caos. El corpulento Beniac sale a  recibirlos junto con su mascota al hombro. -Llegan justo a tiempo. M-17 está a sólo unas horas de llegar a nuestra posición, y parece que se acercan con intensiones hostiles. Milon, si sabes algo que nos puede ser de ayuda, éste es el momento de decírnoslo.

Antes de que él pueda contestarle Jacs se le adelanta  –Yo recuerdo que cuando estuvimos allí el planeta entero se encontraba protegido por una especie de barrera que la nave tubo que traspasar.

Milon –Jacs está en lo cierto. El planeta entero funciona gracias a la esencia metálica, de la cual obtiene toda su energía. En cada polo cuenta con dos torres que generan un campo de energía y lo distribuyen a través de toda su atmósfera gracias a una intrincada red de pequeñas torres distribuidas en toda su superficie. Si logramos destruir o dañar una de esas grandes torres, entonces podremos contraatacar. Debo reconocer que, a simple vista, su tecnología parece más avanzada que la nuestra, por lo que podríamos orquestar una contraofensiva a gran escala si rompemos sus defensas.

Beniac -¡Excelente! Tenemos ya listos varios cañones estelares que son capaces de destruir planetas enteros si son bien empleados, pero para que funcionen deben estar lo suficientemente cerca de su objetivo.

Kira –Un momento, Milon. ¿Cómo piensas entrar al planeta M-17 en primer lugar y destruir las torres?

Milon –Para eso necesitaremos su ayuda. Jacs deberá emplear la magia de la luz y su espada para crear una ruptura temporal en la barrera por la cual podamos infiltrarnos; una vez allí, usaremos nuestra magia combinada para atacarla torre principal, ubicada en el polo norte del planeta artifical.

Valtron -¿Y si Jacs no es capaz de hacerlo? La magia metálica es capaz de rechazar los poderes de Jacs, ¿recuerdas?

Milon –La magia metálica sólo es efectiva para rechazar energía. ¿Recuerdan aquellos robots que nos atacaron en esa nave abandonada? Me di cuenta que si  Jacs usa su espada encantándola con magia de luz es capaz de penetrar sus defensas con facilidad, de modo que un ataque similar será suficiente para rasgar esa barrera, o al menos una parte de ella.

Jacs –¿No estamos olvidando algo importante? Quázar y Gamma seguramente estarán allí, esperándonos.

El comentario de Jacs provoca un incómodo silencio.

Kira –Creo que yo tengo la solución a eso.

Beniac -¿De verdad? ¿Cuál?

Antes de que ella pueda poder responder, la puerta de la sala en donde se encuentran se abre abruptamente. Un soldado se acerca a ellos corriendo y respirando agitadamente.-¡Señor Beniac, hemos detectado naves enemigas entrando en la zona más externa de nuestro territorio junto con el planeta artificial que detectamos anteriormente!

Beniac parece sorprendido  –No me esperaba que fueran tan rápidos…  ¡No tendré tiempo cenar antes de la batalla! –comenta desilusionado.

Kira – ¡Déjese de tonterías, este no es tiempo para comer! –le reprocha.

Milon –No hay más alternativa. Tenemos que adelantar los preparativos de nuestro ataque, Beniac, Mantengan una posición defensiva respecto a M-17 hasta que hayamos anulado el campo de fuerza.

Beniac –Está bien. Asignaré cuatro de mis mejores naves con sus pilotos para que  los escolten en su misión.

Dentro de poco despegan cuatro naves de combate desde los cuarteles de la nave madre de Beniac a toda velocidad, dirigiéndose al espacio profundo, hacia el planeta M-17, que ya puede verse desde esa distancia a simple vista. Pronto divisan una flota interminable de naves enemigas

-¡Allí están la flota del planeta M-17! –se escucha la voz de Milon por la radio en el interior de las naves- Ellos seguramente no esperan que un grupo tan reducido como el nuestro sea un problema. Si pasamos a través de sus defensas a velocidad de viaje estelar, reduciremos a cero la posibilidad de que nos disparen, pero moverse a una velocidad en una zona tan densamente ocupada podría acabar en una colisión fatal.

Jacs –¡Tendremos que correr el riesgo!

Así, las cuatro naves aceleran al máximo hasta alcanzar velocidades cercanas a la luz. Las naves enemigas no tardan en detectar su presencia, pero son incapaces de abrir fuego debido a las altas velocidades a las que viajan forzándolos a hacer maniobras evasivas de último momento para evitar un choque.

Una vez pasada la flota enemiga las naves desaceleran conforme se acercan al planeta artificial. En la nave que se encuentra al frente de la formación está Jacs, quien permanece al borde de su asiento. Al acercarse a M-17, encanta su espada con magia de luz mientras la cúpula de la nave se abre, permitiéndole mantenerse de pie sobre el fuselaje de la nave. En el momento justo en el que logra distinguir la barrera de energía Jacs utiliza sus brazaletes, que concentran todo su poder de luz un instante antes de saltar hacia la barrera con la espada al frente, que al hacer contacto con la energía de la barrera provoca una ruptura en ella, permitiendo a sus amigos en las otras naves traspasarla y destruir las torres aledañas con bombas que agrandan la grieta lo suficiente para que éstas puedan entrar.

Mientras tanto, en alguna parte de M-17, en el interior de una sala oscura, Quázar observa con interés el ataque de cerca gracias a una decena de pantallas que le informan a detalle de lo que está ocurriendo.

Gamma -¿Quieres que me encargue de ellos, hermano?

Galgorg –No, ya has hecho suficiente. Mi padre ya ha enviado al Comandante Plata a interceptarlos.

Gamma -¿Plata? ¡Eso no es justo! Sabes muy bien que si fueron capaces de matar a Reynuz, plata no será capaz de detenerlos. Sólo yo puedo…

Quázar lo interrumpe  –Tú tampoco pudiste acabar con ellos en más de una ocasión, además, plata ha recibido poderes nuevos que le concedió mi padre hace poco. Ya no es el mismo de antes.

Gamma –Sabes muy bien que él no es nuestro padre, ¡así que deja de llamarlo así! –le reprocha con disgusto.

Galgorg –Sí lo es, y más te vale no intervenir en esto, a menos que nuestro padre o yo te lo digamos. Es mi última palabra sobre el asunto.

Frustrado, Gamma sale de la habitación dejando a Quázar solo con sus pensamientos. 

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