Se acerca un fin de semana más y con él llega otro capítulo de
Signos Etéreos. En éste capítulo veremos las dificultades que pasan Jacs y Kira
por obtener unos objetos mágicos llamados "tesoros".
Cabe destacar que este sea probablemente el único capítulo en el que no se
hace mención de ningún hechizo. También he añadido unas líneas entre pagina y
pagina para comodidad de los lectores y así sea más digerible la lectura.
No
olviden que mañana habrá actualización con información relacionada al capítulo,
y puede que una que otra ilustración complementaria.
Nombre: Jacs Rengard
Residencia: Pueblo Sunabi
Jacs es un joven que fue criado por su madre y por sus abuelos en una granja en las afueras del pueblo Sunabi, situado a las orillas del bosque gris, por lo que se le considera uno de los asentamientos humanos más remotos. Aprendió el arte del combate con espada de su abuelo, quien desde pequeño tomó el papel de su padre después de que éste muriera repentinamente. Las razones de su muerte nunca le fueron revelta años después.
A la edad de 17 años su abuelo también muere en extrañas circunstancias por un asesino misterioso, lo que lo hace emprender un viaje para vengar la muerte de su querido abuelo. Es así como empieza su aventura…
Residencia: Pueblo Sunabi
Jacs es un joven que fue criado por su madre y por sus abuelos en una granja en las afueras del pueblo Sunabi, situado a las orillas del bosque gris, por lo que se le considera uno de los asentamientos humanos más remotos. Aprendió el arte del combate con espada de su abuelo, quien desde pequeño tomó el papel de su padre después de que éste muriera repentinamente. Las razones de su muerte nunca le fueron revelta años después.
A la edad de 17 años su abuelo también muere en extrañas circunstancias por un asesino misterioso, lo que lo hace emprender un viaje para vengar la muerte de su querido abuelo. Es así como empieza su aventura…
Nombre: Kira Lenndraken
Residencia: Ciudad Paragon
Criada en el seno de una familia de hechiceros respetables de clase alta,
aprendió desde muy temprana edad a usar la magia gracias a un riguroso
entrenamiento para estar a la altura de las expectativas de su padre, quien antes
de que ella y sus hermanas nacieran ansió tener un hijo varón que siguiera sus
pasos para formar parte del consejo mundial de hechiceros.
Fuera de su carácter
impaciente y temperamental, es una disciplinada estudiosa de la magia. A pesar
de dominar y conocer muchos tipos de magias se especializa en magia de agua, a la
que ha dominado a la perfección.
¡Nos leemos la próxima semana con el cuarto capítulo, aventureros de
historias fantásticas!
Lee la novela online en:
Titulo: La montaña del Sabio: Una nueva Misión
Escenario: Al pie de la
montaña del sabio
Tiempo: Un día de viaje
después de salir de la ciudad
Personajes: Jacs y Kira
Después de una breve escala
en la ciudad Paragon, en donde Jacs conoce a una joven y entusiasta hechicera
que decide acompañarlo, ambos parten rumbo a la montaña del sabio, en donde se
dice existen unos artefactos misteriosos que los ayudarán en su travesía.
Ambos caminan con paso lento
rumbo a una larga e impresionante cadena de montañas al frente suyo. Rompiendo
con la monotonía del viaje, Jacs le pregunta a su compañera –Oye, Kira. Tienes
muchos conocimientos sobre la magia, ¿no es verdad? Exactamente, ¿qué son esos
artefactos que mi abuela me envió a buscar y cuál es su uso?
Kira –Se llaman tesoros, Jacs. En realidad
desconozco los motivos por los que tu abuela te aconsejó que las buscaras, pero
esos artefactos tienen un único propósito y ese es el de buscar las esencias
mágicas.
Jacs -¿Esencias? –repite
extrañado.
Kira –Tú sabes, ¡esencias!
–le responde exasperada, como si esperara que supiera de lo que habla.
Jacs solo se limita a
mirarla, extrañado.
Kira -¡En qué planeta has
vivido todos estos años! ¡Me refiero a las esencias mágicas! Los amplificadores
de magia que regulan la energía y en las que habitan las criaturas astrales.
Jacs –No entiendo de qué
hablas…
En ese momento Kira pierde
la paciencia, pero intenta calmarse para explicarle: –Dijiste que venías del
pueblo Sunabi, ¿No es verdad? Es natural que habiendo nacido en un lugar tan
remoto nunca hayas escuchado de la magia hasta ahora. Después de todo, ese pueblo colinda con los bosques oscuros
considerados como el fin de nuestro mundo. Te lo voy a explicar: Si estás
buscando los tesoros, significa que tu abuela quería que fueses en busca de las
esencias mágicas. Probablemente te dijo eso porque pensó que su inmenso poder
te ayudaría de alguna manera.
Jacs –No lo sé… ella nunca
mencionó nada más. Lo que quiero es encontrar al responsable de la muerte de mi
abuelo y de mi padre.
En ese instante Kira, que va
ligeramente por delante de él se detiene manteniendo su vista al frente.
–Bueno, sea como sea, aquí es justo cuando empieza lo difícil.
Cuando Jacs gira la cabeza
al frente nota que han llegado a las faldas de una de las montañas dela
cordillera, que se diferencia de las demás por tener su cima cubierta por una
espesa niebla. Kira entonces saca una cuerda que inmediatamente ata alrededor
de su cintura, luego prosigue a hacer lo mismo con él.
Jacs -¿Qué estás haciendo?
–inquiere mientras ella le ata la cuerda alrededor.
Kira - Se dice que esta
montaña está bajo un hechizo desconocido que hace que los que vienen en busca
de los tesoros pierdan el rumbo hasta la cima -le responde mientras asegura la
cuerda con un nudo-, por lo que he venido prevenida para evitar que nos
separemos.
Jacs –Ahora entiendo.
Comencemos entonces a ascender.
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Mientras suben por un
sendero remarcado con piedras en los bordes en la montaña y se adentran en la
niebla, sus siluetas desaparecen en ella poco a poco hasta perderse. La
limitada visión rápidamente les dificulta cada vez más el ascenso conforme
avanzan.
Pese a la falta de visión
logran llegar hasta una intersección la cual se divide en tres caminos
diferentes: El primero luce muy inclinado y sube por entre las nubes hasta
perderse, mientras que el segundo parece un camino que rodea la montaña. El
tercer camino desciende hasta llegar a un sendero que conduce a la cara opuesta
de la montaña.
Tras pensarlo un momento,
Kira propone: –Creo que debemos ir por allá - Señalando el camino que rodea la
montaña.
Jacs –Pero…
Antes de poder decir algo
ella lo interrumpe –Piénsalo. Tomar el camino que conduce hacia la cima sería
lo más lógico, pero recuerda que este sitio está encantado, por lo que otros ya
deben haberlo intentado antes.
Jacs –Tienes razón, lo había
pensado de esa manera.
Una vez elegida la ruta,
ambos continúan la marcha. Las horas pasan deambulando entre la niebla sin
ninguna novedad. De pronto divisan algo frente a ellos. Pronto se dan cuenta de
que han llegado al mismo punto desde el que partieron horas antes.
Kira -¿Qué? ¡No puede ser!
Jacs –Si caminamos alrededor
de la montaña es natural que acabemos en el mismo punto. –Comenta sin sorpresa.
Kira –No, ¡no lo es! –le
grita molesta-. Ese camino no era totalmente circular. ¡Había tramos en los que
subíamos! …espera un momento. ¿No habías hecho muescas con tu espada a manera
de marca cuando pasamos por aquí?
Jacs –Sí, ¿por qué?
En vez de responderle ella
se pone a inspeccionar un árbol cercano en busca de las marcas. No encuentra
nada en su corteza.
Kira –¡No puede ser! Estoy
segura de que es el mismo árbol de antes, ¡pero no tiene marca alguna!
Jacs –Creo que deberíamos
regresar por dónde venimos, así podremos confirmar si estamos en el mismo lugar
o no.
Kira -¿Bromeas? No voy a dar
un paso atrás. Ahora tomaremos ese camino que parece conducir a la cima.
Sin darle tiempo de
protestar, Kira se encamina con paso veloz tomando el segundo sendero
arrastrándolo junto con ella. Jacs intenta detenerla, pero ella simplemente no
lo escucha y acelera el paso.
Con cada minuto que pasa y
con cada paso que da, la impaciencia y el descontento de Kira aumentan cada vez
más hasta que imperceptiblemente comienza a
trotar a paso veloz y finalmente termina por correr con Jacs detrás de
ella. Inesperadamente él se detiene en seco tirando de la cuerda que los une
deteniendo el avance de ambos bruscamente.
Kira -¡Qué te pasa!, ¿por
qué me detienes de esa manera? –le reprocha disgustada.
Jacs –Mira hacia abajo –le
responde con semblante serio.
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Cuando ella lo hace no logra
más que neblina delante de ella. Entonces la neblina se aclara un poco
revelando que sus pies están al borde de un abismo muy profundo. Es entonces
cuando cae en cuenta que estaba a punto de caer. Ella retrocede, asustada al
pensar que estuvo muy cerca de morir. –E… eso estuvo cerca. –asegura ella con
el corazón todavía exaltado y sin dejar de mirar el precipicio desde una
distancia segura.
Repentinamente su atención
se desvía cuando la figura de una anciano aparece a sus espaldas.
Jacs -¿Quién será ese señor?
–murmura a su compañera.
Kira –Quizás se trate del
anciano que vive en esta montaña. ¡Oiga, anciano¡ -le grita al viejo, que sigue
su camino sin siquiera voltear hasta perderse de vista en la niebla.
Mientras Jacs corre detrás
de Kira siguiendo sus pasos nota que la cuerda, normalmente tensa por los
constantes tirones se vuelve flácida. Momentos después encuentra el otro
extremo de la cuerda rota sin explicación aparente.
En cierto momento, la
neblina a su alrededor se vuelve tan densa que Kira se ve obligada a detenerse
un momento para orientarse. En ese momento mira a todas partes sin poder ver
otra cosa que neblina a su alrededor. De repente el anciano reaparece enfrente
de ella. Kira da unos pasos hacia atrás al ver que el anciano se dirige
directamente a ella, pero antes de que pueda reaccionar, el hombre la atraviesa
cual fantasma incorpóreo. Esto la asusta tanto que no evita soltar un grito de
espanto el cual se escucha por toda la montaña.
Jacs, que no se encuentra
muy lejos escucha el grito y acude al lugar en el que cree haberlo escuchado.
No tarda mucho en dar con ella, de rodillas y todavía gritando.
Apenas lo ve, ella lo toma
de las ropas y lo sacude mientras señala en la dirección en la que se dirigía
la aparición -¡E… ese anciano estaba muerto!
Jacs -¿De qué hablas?, ¿cuál
anciano? –pregunta mirando a todas partes sin poder ver nada. De pronto, un
pequeño animalito parecido a un roedor de dos colas se detiene frente a ellos
por un instante. –No me digas que eso fue lo que te asustó, Kira.
Kira -¡Por supuesto que no…! –dice avergonzada,
entonces mira detenidamente al animalillo y su expresión de terror es
reemplazada por una de alegría y sopresa. Espera un momento, ¡es un wombi!
Jacs -¿Wombi? –repite.
Kira –Se cree que estas
criaturas estaban extintas. –Le aclara acercándose al animalito con cautela,
pero apenas se acerca un poco, éste sale corriendo hacia un camino de losas de
piedra el cual no habían visto hasta ahora.
Jacs –Mira eso. A diferencia
de los otros caminos, ese parece diferente a los demás.
Kira –Tienes razón. Vamos a
ver hacia donde nos lleva…
Ambos siguen el sendero que
en poco tiempo los conduce hacia unas largas escaleras de piedra que conducen a
la cima. Los dos comienzan su acenso a buen ritmo, pero conforme avanzan y el
aire se vuelve más enrarecido comienzan a agotarse. Finalmente, tras un último
esfuerzo, logran llegar a la cima. Allí descubren una especie de templo.
Cautelosamente, los dos se adentran en el recinto cuyas puertas permanecen
extrañamente abiertas. Dentro, encuentran un patio rodeado de varias
habitaciones; el lugar parece abandonado. En el otro extremo del complejo,
notan un leve resplandor que proviene de una de las habitaciones, dentro
encuentran un fuego recientemente encendido que calienta un caldero.
Kira –Cualquiera diría que
en este lugar habita una bruja o algo por el estilo –comenta nerviosa tras
haber visto el caldero. Mejor será que nos vayamos de aquí.
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Cuando está a punto de
salir, se da vuelta para llamar de nuevo a Jacs a quien encuentra probando el
brebaje con una cuchara de madera. ¡Esto está delicioso, Kira! –exclama él
saboreando el brebaje-. ¡Deberías probarlo!
Kria reacciona sacudiéndolo
de nuevo de sus ropas –Pero, ¡qué haces! ¡No sabes ni lo que es! –dice hecha
una furia.
Jacs –Tranquila, es
solamente caldo de pollo.
Kira –¿Caldo de pollo…?
¿nada más? ¿Qué clase de bruja vive aquí?
??? –Ninguna –contesta una
voz detrás suyo.
En la entrada de la
habitación aparece una anciana que viene acompañada del animalito que avistaron
anteriormente.
Kira –¡Es el fantasma!
–señalándola con el dedo, asustada.
??? –Tampoco estoy muerta niña.
El anciano que viste era una ilusión que utilizaba para alejar a los visitantes
indeseados.
Jacs –¿Entonces quién es
usted?
Vidal –Mi nombre es Vidal, y
soy la protectora de esta montaña.
Kira -¡Entonces usted debe
ser el sabio!, o mejor dicho, la sabia de la montaña.
Vidal –Bueno, supongo que
así es como me conocen –responde con una tímida sonrisa al acercarse a ellos.
Jacs –Eso quiere decir que
usted tiene los tesoros, ¿no es así?
Vidal –Así es, chiquillo,
pero eso no significa que se las voy a entregar así como así. Esos artefactos
han estado por mucho tiempo a mi cuidado.
Kira –Usted no entiende.
Necesitamos esos tesoros.
Vidal –El hecho de que hayan
llegado hasta aquí me dice que sus intenciones no son codiciosas o perversas,
sin embargo, tienen que probar que son dignos de portar los tesoros. Con ellos
se les concede la oportunidad de encontrar las esencias, mismas que están
esparcidas por toda la tierra y obtener su poder. Es por eso que no puedo
entregárselos tan fácilmente.
Jacs –Entonces, ¿qué debemos
hacer?
Sin contestarle, la anciana
se acerca a Jacs y lo inspecciona con la mirada de arriba abajo –cierra los
ojos– le dice. La anciana entonces acerca sus manos extendidas hacia él. –Puedo
ver que eres un joven noble –le confiesa con los ojos todavía cerrazdos-,
desafortunadamente tus pensamientos están llenos de rencor e ira. Lo siento, no
puedo entregarles los tesoros.
Kria –Pero, ¿por qué?
Vidal –Puedo ver que la
razón por la que buscas las esencias es la venganza. Si quieres encontrar la
esencia para vengarte, será inútil.
Jacs –Usted no sabe por lo
que he pasado… -repone apartando la vista al recordar el cuerpo sin vida de su
abuelo cubierto por una manta.
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Vidal –Claro que lo sé,
puedo ver el rencor en tu corazón.
Jacs –¡No! No es así. Mi
padre fue asesinado cuando yo era apenas un niño, y mi abuelo corrió la misma
suerte hace unos días por un asesino desconocido. Quiero encontrar a quien lo
hizo, saber por qué motivo mató a mi familia para así poder seguir con mi vida.
Vidal -¿Y crees que el
camino que tomas es el camino correcto?
Jacs –Mi abuela me contó que
mi abuelo murió intentando protegernos. Si esa persona asesinó a mi abuelo,
tarde o temprano me buscará para matarme a mí también. Probablemente mi madre y
mi abuela también corran peligro, así que por favor le pido nos entregue los
tesoros. No lo estoy haciendo por mí, sino porque quiero proteger a mis seres
queridos.
La anciana entonces nota la
espada que Jacs tiene en la espalda –Esa espada que llevas es muy especial. Eso
prueba que no eres una persona común y corriente. Ahora veo todo más claro. No es casualidad
que ustedes hayan llegado hasta aquí.
La anciana entonces golpea
dos veces su pie contra el piso, lo cual abre una puerta secreta que aparece de
la nada. –Síganme por favor- los invita.
Los dos siguen a la anciana
por unas angostas escaleras que dan hacia un cuarto muy oscuro en el que se
encuentra un cofre. Al abrirlo, la mujer mayor extrae un guante y una pulsera
los cuales poseen cada uno una gran joya de forma semi-esférica; la del guante
es roja mientras que la de la pulsera es de color azul.
Vidal –Elijan el tesoro que
sea de su agrado –ofreciéndoles las piezas.
Jacs es el primero en elegir
el guante –Yo quiero este.
Kira hace lo mismo con la
pulsera –El azul me va bien.
Me pregunto cómo funcionan…
-inquiere al inspeccionar la joya de su tesoro.
Vidal –Estos son artefactos
mágicos que se dice fueron creados por una civilización muy antigua, antes de
la era de las mil batallas. Durante ese periodo, fueron utilizados por los
guerreros de más alto rango. Se cree que solamente sobreviven diez de estos
objetos incluyendo estos tres que poseo, aunque los otros siete permanecen
perdidos.
Jacs –Pero, ¿cómo van a
ayudarnos estos artefactos a encontrar las dichosas esencias?
Vidal –Como mencioné antes,
los tesoros no sólo sirve para localizar esencias, sino que también pueden ser
muy útiles en la batalla, ya que con estos artefactos ustedes pueden invocar la
magia. Si quieren buscar la esencia de una magia en específico, lo que deben
hacer es encontrar el símbolo de la magia correspondiente a la esencia y
pasarlo frente a la gema –Explica mostrando un medallón y poniéndolo enfrente
de la gema roja. Una vez hecho esto, el tesoro no sólo les indicará con una señal
hacia dónde se encuentra lo que están buscando, sino que también podrán usarlo
para invocar dicha magia. Igual que un medallón.
Kira -¿Significa que también
pueden funcionar como un medallón para canalizar la magia?
Vidal –En efecto, niña.
Jacs –Pero, ¿cómo podemos
encontrar los símbolos de las magias de las que hablas? ¿Acaso existen otras
magias? Creía que sólo existía la magia de fuego.
Vidal –En el mundo existen
muchos tipos de magia. Tú posees un medallón con el símbolo del fuego, mientras
que tu amiga tiene uno con el símbolo del agua. Pueden empezar por buscar esas
dos esencias si pasan sus medallones frente a sus tesoros.
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Tanto Jacs como Kira
obedecen a la anciana al poner sus medallones frente a la gran gema de sus
tesoros. Esta comienza a brillar y a emitir un halo que recorre los bordes del
símbolo de sus medallones dibujando un emblema de fuego y de agua
respectivamente en su interior. Cuando el proceso termina, el mismo símbolo
queda brillando dentro de la gema por unos segundos hasta desaparecer. De
pronto, el tesoro de Jacs tiene otra reacción y la gema proyecta un pequeño
rayo de luz que llega hasta una de las paredes del lugar.
Vidal –Me parece que ha
comenzado a trabajar –Asegura-. No me extraña que señale en dirección al valle
del infierno.
Kira –Va… ¡valle del
infierno dijo! Ese lugar es muy peligroso –dice con sorpresa.
Jacs –Ahora lo entiendo…
quizás mi abuela sabía que el asesino posee una de las esencias mágicas. El
tesoro nos guiará hasta la esencia que está en manos del asesino. ¡En marcha,
Kira!
Emocionado, Jacs sale
rápidamente del lugar dejando atrás a su compañera.
Kira -¡Espera Jacs! –le
grita desde el interior. Antes de irse ella se vuelve a la anciana y le da las
gracias, entonces corre detrás de Jacs.
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