19 septiembre, 2021

Signos Etéreos, Tercer Tomo: Capítulo 25

¡Bienvenidos a la aventura de esta semana, en donde enemigos y aliados se harán frente por fin en el desafío final antes de enfrentar a Galiax en un 2 vs 2 ahora que el guerrero de la armadura oscura, Blarg ha regresado!


Nombre: Jacs Rengard
Residencia: Pueblo Sunabi

Jacs es un joven que fue criado por su madre y por sus abuelos en una granja en las afueras del pueblo Sunabi, situado a las orillas del bosque gris, por lo que se le considera uno de los asentamientos humanos más remotos. Aprendió el arte del combate con espada de su abuelo, quien desde pequeño tomó el papel de su padre después de que éste muriera repentinamente. Las razones de su muerte nunca le fueron revelta años después.

A la edad de 17 años su abuelo también muere en extrañas circunstancias por un asesino misterioso, lo que lo hace emprender un viaje para vengar la muerte de su querido abuelo. Es así como empieza su aventura…



Nombre: Kira Lenndraken

Residencia: Ciudad Paragon

Criada en el seno de una familia de hechiceros respetables de clase alta, aprendió desde muy temprana edad a usar la magia gracias a un riguroso entrenamiento para estar a la altura de las expectativas de su padre, quien antes de que ella y sus hermanas nacieran ansió tener un hijo varón que siguiera sus pasos para formar parte del consejo mundial de hechiceros.

Fuera de su carácter impaciente y temperamental, es una disciplinada estudiosa de la magia. A pesar de dominar y conocer muchos tipos de magias se especializa en magia de agua, a la que ha dominado a la perfección. 



Nombre: Valtron Molvus
Residencia: desconocida

Caza recompensas errante de pasado misterioso. Conoció a Jacs y a Kira luego de que Fragar lo contratase para matarlos, aunque durante la búsqueda de las esencias se unió al grupo renunciando así a Fragar, para luchar en su contra.

Es un personaje balanceado que emplea la espada y hechizos en combate a costa de no tener ninguna especialización.





Nombre: Xolfia Deltariz
Residencia: El templo de la luz

Huérfana de pequeña, fue acogida por los sabios del templo de la luz. A una muy corta edad fue instruida en el uso de magias espirituales y psíquicas. Posteriormente aprendió los secretos de la magia de la luz y con ellos partió en lo que sería su primer viaje como misionera para convertirse en sacerdotisa.



Nombre:  Blarg Bandak

Residencia: desconocido

Guerrero formidable en el combate y portador de la legendaria armadura negra, una de las últimas armas legendarias conocidas. Su padre robó la armadura de Fragar, e intentó usar a su hijo para derrotarlo, pero cuando Blarg se reveló, lo asesinó. De carácter frío y solitario, contrasta con la camaradería de los demás integrantes del grupo, aunque brinda un invaluable apoyo en combate, ya que al lado de Jacs ambos forman un poderoso dúo.




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Capitulo x25

Jacs fue orillado a pelear sin la ayuda de sus amigos contra Doran y Makia, quienes confiaban en tener la batalla ganada, pero cuando todo parecía perdido, Blarg aparece nuevamente para unirse a la lucha.
 
La presencia de Blarg en el campo de batalla hace a Makia retroceder. –No tenemos elección Doran... parece que después de todo sí tendremos que usar el poder de Galiax.
 
Doran –Así parece… pero descuida. Si nos aseguramos de acabar con ellos antes de que se consuma todo el poder, podremos conservar un poco de energía para cuando nos enfrentemos a Galiax.
 
Makia -Entonces hay que hacerlo ahora. –agrega con voz decisiva.
 
En ese instante ambos activan el poder de sus brazaletes al accionar un botón, que libera el poder encerrado en ellos.
 
Jacs -¿Qué están haciendo?
 
Blarg –No tengo idea, pero ten por seguro que no será nada bueno para nosotros. Sólo asegúrate de pelear con todas tus fuerzas.
 
Jacs y Blarg se preparan para el encuentro final generando barreras mágicas alrededor de ellos como protección.
 
Una vez listos, los cuatro se enfrentan en el aire a gran velocidad. Las violentas explosiones que provoca el encuentro de las energías estremecen la tierra, pero no parecen tener efecto alguno fuera de la barrera que los mantiene cautivos.
 
Valtorn -¡Es increíble que aun sin usar el poder de las invocaciones Jacs y Blarg puedan luchar de esa manera! –exclama con asombro al presencial la batalla.
 
Entre tanto, el poder oscuro de Balrg colisiona con el de Makia enfrascándose así en un duelo de poderes. Al mismo tiempo, Jacs libra su propia batalla en contra de Doran.
 
Jacs - ¡FULGOR DE ESTRELLA!
 
Para su sorpresa, Doran detiene su hechizo con las manos desnudas para luego destruirlo con las palmas.
 
Doran y Makia entonces se unen para usar su ataque más poderoso en contra de ellos: -¡CLAROSCURO!
 
Jacs y Blarg logran esquivar el ataque, pero este resulta tan poderoso que la explosión detrás de ellos los alcanza, lanzándolos contra la barrera, que desaparece en el acto al ser alcanzada por la onda expansiva..
 
Makia -¿Qué sucedió? ¡Por qué desapareció la barrera!
 
Doran –Tal parece que todo se debe a nuestro hechizo. Al igual que hizo Blarg para entrar aquí, nuestro poder mezclado con el de Galiax debió de reaccionar con la energía de la barrera, anulándola.
 
Mientras los dos hablan, Jacs y Blarg logran recuperarse.
 
Blarg –Parece que han aumentado su fuerza de manera considerable. –dice sacudiéndose el polvo de los hombros.
 
Jacs –Claro, pero ahora que la barrera ha sido destruida, podemos pasar a la fase dos, ¿no crees?
 
Con una sonrisa, Blarg entiende al instante de lo que habla y cada uno prosigue a usar la invocación suprema. En cuestión de segundos las criaturas de la luz y la oscuridad hacen acto de presencia.
 
Makia -¡Han llamado a las criaturas astrales Doran! ¿Qué hacemos ahora?
 
Doran –No te precipites. Podrán haber logrado incrementar sus poderes, pero recuerda que nosotros tenemos el de Galiax, el cual es mucho más poderoso que el de la luz y la oscuridad combinados. ¡Al ataque!
 
Los se enfrentan una vez más, pero esta vez las criaturas interceden por sus invocantes haciendo imposible que Doran y Makia puedan hacerles daño. Doran usa todas sus fuerzas para lanzarle una LANZA DORADA a Jacs, quien es capaz de cortarla en dos con su espada sin ningún problema. Entren tanto, Makia se vale de una lluvia de DAGAS SANGRIENTAS que Blarg simplemente se limita a absorber con su armadura negra sin causarle daño alguno. Desesperada, Makia cambia su estrategia y lo ataca con un CHOQUE DE IRA tan poderoso que ésta vez Blarg se ve obligado a esquivar.
 
Al ver que sus ataques son inefectivos, Doran y Makia se reúnen de nuevo haciendo una pausa en la batalla.
 
Makia -¡Maldición! ¡Es inconcebible que estemos perdiendo!
 
Doran –Lo sé, pero hay algo de lo que estoy seguro que ellos no pueden hacer aún: nuestro hechizo más poderoso.
 
Makia -¿Te refieres al CLROSCURO?
 
Doran –Exacto. Con el poder de Galiax será más que suficiente para romper sus defensas y en ese momento atacaremos con todo.
 
Habiendo formulado un nuevo plan, ambos se preparan para llamar a su más poderoso hechizo
 
Jacs -¡Cuidado Balrg! Parece que se preparan para atacarnos de nuevo con ese hechizo.
 
Blarg -Entonces, ¡deja de hablar y hagamos lo mismo!
 
Utilizando todas sus fuerzas al máximo, Doran y Makia crean el más poderoso CLAROSCURO jamás visto, cuya energía es tal, que anula parcialmente la gravedad del área de combate haciendo que piedras a su alrededor comiencen a levitar.
 
Doran – No importa qué tan fuertes sean, ¡jamás podrán sobrevivir a esto!
 
Cuando liberan su hechizo, Jacs y Blarg usan a las criaturas astrales, que interceptan el ataque. Ambas criaturas son arrastradas hacia el suelo por la fuerza del hechizo, pero sorprendentemente logran contenerlo hasta que la energía de su ataque se agota.
 
Makia -¡Cómo! –grita incrédulo.
 
Doran  -¡No es posible! –agrega con asombro.
 
Aunque exhausto por el esfuerzo, Jacs sonríe. –Parece que se han confiado demasiado y al final hemos sido nosotros lo que tenemos ésta batalla ganada.
 
Doran desvía la vista disimuladamente hacia su brazalete, el cual contiene un contador que le indica el tiempo restante de poder que le queda; han pasado diez minutos, lo que lo hace enfurecer. -¡No! Ese maldito Galiax nos ha engañado. Con esta cantidad de poder no podremos ganarles, Makia.
 
Makia -¿Qué sugieres? –le pregunta angustiada.
 
Doran agacha la cabeza en forma pensativa para luego responderle: -¡...apaga tu brazalete y salgamos de aquí!
 
Makia -¿Qué?
 
Doran -¡Ya oíste! No tenemos otra salida. Tendremos que dejarlo para después, o terminaremos muertos igual que los demás. ¿Eso quieres?
 
Makia –Está bien. Tienes razón. ¡Larguémonos de aquí!
 
Dicho esto, ambos apagan el poder de sus brazaletes y emprenden la huída por aire en dirección a la parte más profunda del bosque. Con la batalla terminada, Jacs y Blarg regresan a las criaturas a sus esencias.
 
Jacs – ¿Por qué se fueron?
 
Blarg –Es obvio que al ver nuestro poder decidieron escapar para que no los matáramos como sus inútiles compañeros.
 
Kira y el resto se acercan a ellos.
 
Kira -¿Qué sucedió? ¿Por qué dejaron de pelear tan de pronto?
 
Jacs –No lo sé, pero parece que ellos dos dejaron de ser un problema por ahora, así que aprovechemos para retomar nuestro camino hacia la fortaleza de Galiax.
 
Doran y Makia se alejan a toda velocidad volando en el aire, y aunque ambos vuelan velozmente, Doran incrementa su velocidad, dejando un poco atrás a Makia. – ¡Espera Doran! ¿A dónde vamos?
 
Doran –De continuar con la batalla, seguramente habríamos acabado muertos, y ya que hemos fallado en nuestra misión, Galiax seguramente nos mataría, así que lo único que podemos hacer por ahora es alejarnos lo más que podamos y esperar pacientemente. Cuando esos tontos se enfrenten a Galiax podremos entrar en escena y atacarlos cuando estén débiles. Entonces nos apoderaremos de la esencia cósmica y los derrotaremos a todos.
 
Mientras viajan por el aire, de repente una figura aparece frente a ellos que los hace detenerse. Doran reconoce de inmediato la inconfundible sonrisa maléfica de Galiax.
 
Doran -¡Galiax!
 
Galiax -¿Acaso piensan que soy un niño estúpido? No pueden escapar de mí.
 
Makia –No sabemos de lo que hablas, ¡en serio!
 
Galiax –De nada les sirve mentir. Lo sé todo desde que lo planearon.
 
Droan -Entonces, ¿por qué no hiciste nada para evitarlo?
 
Galiax –Porque no era necesario. Además, fue divertido ver cómo peleaban contra ellos. Esperaba que murieran con dignidad, pero en vez de eso decidieron huir como ratas, así que ahora ya no me son de utilidad en absoluto.
 
Doran  se pone al frente de Makia para protegerla. -¡Maldito seas! Aunque tú seas quien nos dio vida, ello no significa que puedas tratarnos como tus marionetas! –Entonces Doran se da vuelta y con los ojos llenos de pánico le ordena a Makia-: ¡Huye de aquí!
 
Makia -¿¡Qué es lo que piensas hacer!?
 
Doran -¡¡Ahora!!
 
Makia obedece en el acto y se aleja en dirección contraria sin siquiera mirar atrás. Doran entonces activa el poder de sus brazaletes y se enfrenta a Galiax invocando un poderoso rayo de luz con el que lo ataca. Galiax recibe el impacto directo, pero éste no le causa ningún daño.
 
Galiax –Así que pensabas matarme con mi propio poder, ¿eh? –dice intentando no reír-. Ahora, ¡muere!
 
Sin siquiera moverse, Galiax envía enormes cantidades de energía a través de los brazaletes hacia Doran, quien de inmediato se ve sobrecargado de poder causándole un gran daño, y en un intento desesperado, Doran intenta quitarse los brazaletes, pero antes de que pueda lograrlo éstos explotan junto con él.
 
Al escuchar el grito de su compañero y la explosión Makia se detiene momentáneamente para mirar atrás y horrorizada trata de escapar a toda velocidad, pero antes de que pueda notarlo Galiax le da alcance, bloqueando su camino.
 
Con una mirada perturbadora, Galiax le dirige sus últimas palabras: –Descansa en paz, Makia.
 
Galiax termina con ella envolviéndola en un poderoso rayo de energía hasta que no queda rastro de ella, entonces mira hacia lo lejos, en dirección en la que están Jacs y los demás y agrega con una sonrisa: –Estoy ansioso por comenzar el espectáculo. Ellos serán testigos del poder que han estado guardando las piedras del legado del cielo cuando lo libere.

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