La gran batalla ha empezado, y Jacs y sus amigos han comenzado
a enfrentarse a enemigos cada vez más formidables. ¿Podrán detener a Quázar y
al resto de enemigos a tiempo? Averígualo en el capítulo 24
Nombre: Jacs Rengard
Residencia: Pueblo Sunabi
Jacs es un joven que fue criado por su madre y por sus abuelos en una granja en las afueras del pueblo Sunabi, situado a las orillas del bosque gris, por lo que se le considera uno de los asentamientos humanos más remotos. Aprendió el arte del combate con espada de su abuelo, quien desde pequeño tomó el papel de su padre después de que éste muriera repentinamente. Las razones de su muerte nunca le fueron revelta años después.
A la edad de 17 años su abuelo también muere en extrañas circunstancias por un asesino misterioso, lo que lo hace emprender un viaje para vengar la muerte de su querido abuelo. Es así como empieza su aventura…
Residencia: Pueblo Sunabi
Jacs es un joven que fue criado por su madre y por sus abuelos en una granja en las afueras del pueblo Sunabi, situado a las orillas del bosque gris, por lo que se le considera uno de los asentamientos humanos más remotos. Aprendió el arte del combate con espada de su abuelo, quien desde pequeño tomó el papel de su padre después de que éste muriera repentinamente. Las razones de su muerte nunca le fueron revelta años después.
A la edad de 17 años su abuelo también muere en extrañas circunstancias por un asesino misterioso, lo que lo hace emprender un viaje para vengar la muerte de su querido abuelo. Es así como empieza su aventura…
Nombre: Kira Lenndraken
Residencia: Ciudad Paragon
Criada en el seno de una familia de hechiceros respetables de clase alta, aprendió desde muy temprana edad a usar la magia gracias a un riguroso entrenamiento para estar a la altura de las expectativas de su padre, quien antes de que ella y sus hermanas nacieran ansió tener un hijo varón que siguiera sus pasos para formar parte del consejo mundial de hechiceros.
Fuera de su carácter impaciente y temperamental, es una disciplinada estudiosa de la magia. A pesar de dominar y conocer muchos tipos de magias se especializa en magia de agua, a la que ha dominado a la perfección.
Nombre: Valtron Molvus
Residencia: desconocida
Caza recompensas errante de pasado misterioso. Conoció a Jacs y a Kira luego de que Fragar lo contratase para matarlos, aunque durante la búsqueda de las esencias se unió al grupo renunciando así a Fragar, para luchar en su contra.
Es un personaje balanceado que emplea la espada y hechizos en combate a costa de no tener ninguna especialización.
Residencia: desconocida
Caza recompensas errante de pasado misterioso. Conoció a Jacs y a Kira luego de que Fragar lo contratase para matarlos, aunque durante la búsqueda de las esencias se unió al grupo renunciando así a Fragar, para luchar en su contra.
Es un personaje balanceado que emplea la espada y hechizos en combate a costa de no tener ninguna especialización.
Residencia: Planeta artificial M-17
Nombre: Milon Erconoz
Es el príncipe al mando de las fuerzas del planeta M-17. Después de llegar a la tierra, Milon ayuda a Jacs ya sus amigos durante una invasión de sus hombres. Él les advierte del peligro que corren al portar las esencias y les pide ayuda para detener a Quázar y sus aliados.
Es un líder nato, de carácter centrado que sabe mantener la sangre fría en situaciones difíciles, aunque sus habilidades en combate no sean sobresalientes.
Capitulo 024
Mientras que Valtron y Milon pelean contra el
comandante Plata, Jacs y Kira tuvieron un segundo encuentro inesperado con
Gamma, con quien terminaron en una especie de alianza temporal, así, los tres
se ponen en marcha para continuar la búsqueda de Valtron y Milon, quienes se
encuentran en peligro…
A pesar de sus intentos, el comandante Palta parece
superarles en resistencia y fuerza, lo que deja a Milon y a Valtron en una
encrucijada entre la vida y la muerte.
El comandante plata lanza una vez más su cadena en
contra de Milon, quien logra esquivarla, pero apenas pasa junto a él, la cadena
parece cobrar vida repentinamente y regresar hacia él. Milon intenta protegerse
generando un escudo metálico que se despliega desde su traje en su antebrazo,
el cual cede ante la impresionante fuerza de la cadena de Plata, quebrándose en
mil pedazos y dejándolo fuera de combate con el impacto.
Valtron observa incrédulo la escena: -¡Es un
verdadero monstruo! Ya verás, ¡no me vencerás tan fácilmente!
Dicho esto, Valtron alza su espada, la cual encanta
con el poder del trueno y se dispone a atacarlo con ella, pero para su
sorpresa, el encantamiento desaparece de su espada y ésta se vuelve tan pesada
que se ve obligado a soltarla de inmediato.
G. Plata –Estúpido niño, ¿aún no entiendes que poseo
dominio total sobrre el metal? Eso incluye tu primitiva arrma de jugete –le
explica con una sonrisa maliciosa.
Entonces Plata atrapa a Valtron con su cadena con la
cual estruja con fuerza a su víctima. Valtron hace un intento desesperado por
soltarse de las cadenas que aprietan su cuerpo y su cuello, y cuando está a
punto de perder el conocimiento, una onda radiactiva golpea la espalda de Plata
causándole daño suficiente como para que pierda el control de la cadena.
G. Plata -¿Qué?, ¡¿qué fue eso?! –exclama con furia.
Al mirar atrás se encuentra con que Milon ya se ha
recuperado del ataque anterior.
Milon –Aún no me has vencido. –le asegura entre
jadeos y luchando por mantenerse en pie.
Plata observa al apenas consciente Milon para luego
esbozar una sonrisa perversa –Bien, supongo que este gusano puede esperrar,
mientrras tanto, me encarrgaré de ti.
Milon se prepara para recibirlo con otro hechizo -¡NÚCLEO
ATÓMICO!
Para su sorpresa, el coronel Plata no hace nada para
evitar el hechizo, que va directamente a su cabeza. En el último instante,
Plata golpea con su frente el hechizo, y éste rebota como si fuese una pelota,
volando en dirección opuesta a Plata hasta estallar en una parte lejana del
campo de batalla.
Milon retrocede incrédulo ante lo que acaba de ver
-¡No... No es posible!
G. Plata –En verrdad me decepcionas, Milon. Crreí
que tendrría más diverrsión con ustedes, perro estoy comenzando a aburrirrme.
Milon -¡Valtron, ahora!
Distraído por Milon, Plata no se da cuenta de que
Valtron está detrás de él con un hechizo de hielo en la mano que termina por
congelarlo de pies a cabeza.
Valtron –Eso sólo lo detendrá por un momento,
debemos coordinar nuestros ataques, o acabará con nosotros –apremia a Milon
apenas se reúne con él.
Casi al instante, el comandante Plata logra
liberarse de su prisión helada haciendo añicos el hielo circundante, creando
una neblina temporal de la cual emerge si cadena a toda velocidad hacia Valtron
y Milon, que son golpeados y arrastrados hasta una pequeña antena cercana que
es derribada tras el impacto.
C. Plata emerge de entre los fragmentos de hielo –Esa fue una buena estrrategia, perro
necesitan mucho más que simple magia si quierren dañarrme de verrdad.
Valtron -¡Cómo es que ninguno de nuestros ataques
logra hacerle daño! –grita exasperado.
C. Plata –Eso es muy simple, pobrre crriaturra
inferrior: además de este trraje, he hecho un pacto con la magia metálica que
me confierre poderr absoluto sobrre ella a cambio de una parrte de mi vida.
Ahorra verrán de lo que estoy hablando.
De repente, el cuerpo de plata parece derretirse
hasta fundirse con el suelo metálico que lo rodea. Sintiendo peligro, Milon
reacciona. –¡Planea atacarnos por debajo! Debemos separarnos. ¡Atácalo con magia eléctrica y yo
usaré magia radioactiva! ¡Intentemos sincronizar nuestros ataques para que los
efectos de nuestros hechizos le hagan más daño!
Valtron asiente nervioso con la cabeza –Está bien.
En una fracción de segundo los brazos de Plata
aparecen por debajo de ellos apresando sus pies. Mientras Milon lucha por
liberarse, Valtron utiliza magia de hielo para debilitar el metal que lo
sostiene para después romperlo a golpes con el mango de su espada. A su lado
emerge otro brazo, mucho más grande que los anteriores que intenta aplastarlos
con el puño, pero Milon y Valtron unen fuerzas formando un campo de energía
electromagnética que los protege. Una vez pasado el peligro, ambos intentan
trazar un plan.
Milon –Tenemos que hacer que salga a la superficie
de alguna forma.
Valtron -¿Cómo vamos a hacer eso?, ¿alguna idea?
Milon –La única manera que se me ocurre es enviando
una onda eléctrica al suelo.
Valtron -¿Estás loco, nosotros también seríamos
alcanzados por la electricidad?
Milon –Ambos haremos un hechizo eléctrico y a mi
señal, saltaremos.
Una vez de acuerdo, ambos crean poderosos hechizos
de trueno que lanzan contra el suelo para un instante después, de saltar tan
alto como pueden. Una poderosa onda eléctrica se expande bajo sus pies la cual
aprecian disolverse mientras caen de nuevo al piso.
Milon -¡Lo logramos!
La risa de Plata se escucha por todas partes. –Me
has subestimado, Milon, ¿Crrees que no había anticipado a ataques eléctrricos?
De pronto, una gran columna de meta se yergue desde
el suelo recolectando toda la energía eléctrica dispersa para después enviarla
al espacio.
C. Plata –No tiene caso que peleen con todas sus
fuerrzas, ustedes son como pequeños insectos parra mi.
Valtron –No hay forma de dañarle... parece que ha
creado una especie de pararrayos que desvía la energía de todos nuestros
ataques eléctricos.
Milon -¿Alguna otra idea?
Antes de que Valtron pueda responder, Plata los
ataca con su enorme cadena, pero antes de que siquiera pueda alcanzarlos se
detiene ante la orden de una voz. –Espera, comandante Plata.
No muy lejos de allí
se encuentra el artefacto volador en el que se transporta Midga, quien
observaba la pelea momentos antes sin que lo notasen.
G. Plata –Ah, perro si es usted, señor Midga. ¿Ha venido a verr cómo
acabo con estas crriaturras?
Milon -¡Es Midga! –dice con sorpresa al ver al
anciano.
Midga –Desde un principio supe que tú serías un
problema, Milon, pero aun así creí que podría sacarte algo de provecho al igual
que este remedo de planeta. Sólo vine a mostrarte antes de que mueras cuál será
el destino que tú y tus amigos sufrirán. La fase dos de mi venganza está por
comenzar…
Milon -¡¿De qué estás hablando?!
Midga –No es un secreto que durante varios años he
convencido a tu gente de trabajar para mí construyendo una legión de marionetas
leales. Pero tu gente, al igual que todo ser vivo es débil por naturaleza. Lo
que en verdad necesito para conquistar el universo son soldados que no
necesiten alimento o descanso. Una legión que siga al pie de la letra mis
órdenes sin importar qué. –Mientras habla, el anciano presiona un botón que
parece un control remoto. En cuestión de segundos aparecen del suelo millones
de robot similares a los que encontraron en la nave abandonada.
Milon –¿Qué son esas cosas?
Midga –Son mi última creación. Usando la fuente de
energía de las esencias y convirtiendo el metal de este basurero, he sido capaz
de crear estos robots que son capaces de hacer lo que ningún ser vivo puede
hacer.
Al dar una señal con su control, los robots despegan
en masa rumbo al espacio sideral en medio de un estruendo ensordecedor causado
por los propulsores que los impulsan. Pronto ,los robots llegan a la zona de
batalla, en donde empiezan a atacar indiscriminadamente tanto a aliados como a
enemigos. Pronto las naves de ambos bandos se ven superadas en número por los
nuevos enemigos.
Milon -¡Detente!
Midga –Sólo imagina: si con sólo la tecnología y mi
ingenio soy capaz de hacer esto, piensa en lo mucho que podría hacer con
obtener el absoluto control de la magia... –mientras habla se acerca a ellos
pasando de largo a Plata, que ha suspendido su ataque por el momento y se encuentra
a la expectativa, inclinándose como reverencia hacia el anciano-. ¿A caso no lo
entiendes? ¡Yo fui quien creó este planeta artificial en primer lugar!, al
igual que el traje que tú y Plata están usando en estos momentos. Ahora piensa
todo lo que sería capaz de hacer con la energía ilimitada que poseen las
esencias mágicas. Una vez que posea todas las esencias del universo, ¡no habrá
nada que pueda detenerme!
Valtron –Todavía no has ganado, Midga. ¡No te lo
permitiremos!
Midga –Pero si ya han perdido, muchacho. Comandante Plata, ¡encárgate de ellos!
Plata se levanta y con una sonrisa perversa se
dispone a cumplir las órdenes de Midga. –Como usted diga.
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