Una de las grandes diferencias entre el primer tomo es la introducción
de varias tecnologías futuristas y de corte extraterrestre, por lo que en las
ilustraciones, además de las típicas presentaciones de personajes importantes y
magias nuevas daré hincapié en algunos aspectos tecnológicos que a mi parecer
merecen una mayor explicación. Tal es el caso del planeta M-17, que en realidad
es una base móvil formado por un cascarón exterior con un centro hueco, un aro
metálico que le da estabilidad y dos grandes torres en sus polos, las cuales
generan y distribuyen la energía a toda la estación.
El planeta M-17, hogar de los nuevos enemigos de la saga, es
visitado por nuestros héroes en el tercer capítulo, y está hecho completamente
de compuestos metálicos. Su superficie está llena de depresiones y estructuras
pensadas para la defensa y el ataque.
La parte más compleja de esta ilustración, sumada a mi inexperiencia en dibujo fue dar una apariencia natural a las depresiones del planeta con patrones de circuito de computadora y que estas se amoldaran a la forma esférica del planeta, algo que logré gracias al manejo de programas de vectores.
No olviden visitar el blog la próxima semana para el cuarto
capítulo del segundo tomo de Signos Etéreos.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario