Quedan
muy pocos capítulos para que concluya Signos Etéreos, por lo que lo mejor de
las aventuras de Jacs, Kira y Valtron está por venir. Sin ir más lejos, en este
capítulo podrán presenciar no sólo una de las mejores batallas que se han visto
hasta ahora, sino también uno de los puntos claves en los que gira la trama, y
si creen que el villano principal, Fragar será el protagonista en esta ocasión
piénsenlo dos veces. ¿Quieres saber cómo termina este combate? ¡No esperes más,
que el capítulo 27 está a punto de comenzar!
Nombre: Jacs Rengard
Residencia: Pueblo Sunabi
Jacs es un joven que fue criado por su madre y por sus abuelos en una granja en las afueras del pueblo Sunabi, situado a las orillas del bosque gris, por lo que se le considera uno de los asentamientos humanos más remotos. Aprendió el arte del combate con espada de su abuelo, quien desde pequeño tomó el papel de su padre después de que éste muriera repentinamente. Las razones de su muerte nunca le fueron revelta años después.
A la edad de 17 años su abuelo también muere en extrañas circunstancias por un asesino misterioso, lo que lo hace emprender un viaje para vengar la muerte de su querido abuelo. Es así como empieza su aventura…
Residencia: Pueblo Sunabi
Jacs es un joven que fue criado por su madre y por sus abuelos en una granja en las afueras del pueblo Sunabi, situado a las orillas del bosque gris, por lo que se le considera uno de los asentamientos humanos más remotos. Aprendió el arte del combate con espada de su abuelo, quien desde pequeño tomó el papel de su padre después de que éste muriera repentinamente. Las razones de su muerte nunca le fueron revelta años después.
A la edad de 17 años su abuelo también muere en extrañas circunstancias por un asesino misterioso, lo que lo hace emprender un viaje para vengar la muerte de su querido abuelo. Es así como empieza su aventura…
Nombre: Kira Lenndraken
Residencia: Ciudad Paragon
Criada en el seno de una familia de hechiceros respetables de clase alta,
aprendió desde muy temprana edad a usar la magia gracias a un riguroso
entrenamiento para estar a la altura de las expectativas de su padre, quien antes
de que ella y sus hermanas nacieran ansió tener un hijo varón que siguiera sus
pasos para formar parte del consejo mundial de hechiceros.
Fuera de su carácter
impaciente y temperamental, es una disciplinada estudiosa de la magia. A pesar
de dominar y conocer muchos tipos de magias se especializa en magia de agua, a la
que ha dominado a la perfección.
Nombre: Valtron Molvus
Residencia: desconocida
Caza recompensas errante de pasado misterioso. Conoció a Jacs y a Kira luego de que Fragar lo contratase para matarlos, aunque durante la búsqueda de las esencias se unió al grupo renunciando así a Fragar, para luchar en su contra.
Es un personaje balanceado que emplea la espada y hechizos en combate a costa de no tener ninguna especialización.
Residencia: desconocida
Caza recompensas errante de pasado misterioso. Conoció a Jacs y a Kira luego de que Fragar lo contratase para matarlos, aunque durante la búsqueda de las esencias se unió al grupo renunciando así a Fragar, para luchar en su contra.
Es un personaje balanceado que emplea la espada y hechizos en combate a costa de no tener ninguna especialización.
Descripción de hechizos:
Magia de fuego:
Magma de impacto: se crea un espeso magma que, a pesar de ser más
lento que el plasma, provoca daños
colaterales una vez llega al objetivo al estallar.
Magia de viento / trueno:
Ojo de huracán: invoca el poder de tornado combinado con relámpagos. En su interior, la víctima
es destrozada por la fuerza centrífuga mientras es atacada con relámpagos.
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Titulo: Reencuentro con el
pasado: un nuevo espíritu de lucha
Escenario: La isla sagrada
Tiempo: Una semana después
de haberse enfrentado a Fragar
Personajes: Jacs
Después de ser
derrotados por Fragar, Jacs fue transportado a una misteriosa isla en donde un
anciano llamado Genval decidió enseñarle a dominar la magia de la luz. Ha
pasado una semana desde que llegó a la isla y gracias a su entrenamiento y
dedicación ha progresado mucho desde entonces.
Jacs permanece
sentado, en medio de un claro entre la selva. Su rostro está cubierto de perlas
de sudor, intentando concentrar toda su energía. Finalmente y con un grito hace
que la esfera de energía de luz que descansa en sus manos se eleve por entre
los árboles liberando un deslumbrante resplandor que opaca el sol de medio día.
Cuando el haz de luz desaparece, Jacs se tira en el suelo, exhausto.
En ese momento
Genval aparece detrás de él –Parece que has mejorado mucho en estos días. Ya
eres capaz de dominar la magia de la luz, aunque no por completo –lo felicita.
Jacs –Lo sé.
He estado entrenando día y noche y aún no soy capaz de conjurar hechizos –le
responde con la respiración todavía agitada por el esfuerzo.
Genval –Eso no
es tan importante ahora. Ya has logrado avances muy importantes en muy poco
tiempo. Ahora que puedes dominar el poder de la luz podrás aprender a usar
hechicería más fácilmente.
Jacs –Supongo
que tiene razón…
Genval le
advierte mirándolo fijamente: -Debes apresurarte muchacho. Estoy seguro que
Fragar no se ha quedado con las manos cruzadas todo este tiempo. Presiento que
algo está por suceder.
Jacs
–Comprendo, pero no puedo esperar más. Mis amigos me necesitan. Tengo que saber
que están bien y por eso he decidido volver. Mañana intentaré hacer un hechizo,
y si lo logro, regresaré con ellos.
Genval –Admiro
tu dedicación, muchacho. Yo también quisiera poner de mi parte y darte algo que
seguramente te ayudará en la batalla, pero será hasta mañana cuando te lo
entregue.
Esa misma
noche Jacs yace en la cama sin poder
dormir. Pesadillas acosan su mente sobre lo ocurrido el día en que peleó
en el castillo. Se ve a sí mismo peleando junto a sus compañeros, pero no
importa qué magia utilicen, pues Fragar es inmune a sus ataques. Al final, su
enemigo libera una enorme cantidad de energía oscura que termina por engullirlo
a él y posteriormente a sus amigos.
En medio de la
pesadilla escucha una voz que conoce bien, pero que no había escuchado en mucho
tiempo. –Jacs… debes ser fuerte… Tus amigos te necesitan…
Jacs despierta
en ese momento agitado. Se levanta y mira por la ventana al exterior en
dirección a la luna. “Abuelo… protege a
mis amigos” -dice para sus adentro
La mañana del
día siguiente amanece nublado. El mar está agitado, pero eso no detiene el
entrenamiento de Jacs, que desde el amanecer se encuentra practicando en la
playa. Después de formar esferas de luz de energía, las lanza hacia el mar
agitado. En cuestión de segundos los rayos de luz estallan en la lejanía al
caer al mar. Genval, como siempre, observa sus progresos en silencio cerca de
allí.
Pronto se
desata una nueva tormenta que cobra fuerza conforme poderosos truenos caen
haciendo retumbar la tierra con su poder. En cierto momento, uno de los truenos
cae tan cerca de Jacs que se ve obligado a saltar para no ser alcanzado por el
impacto.
Jacs -¿Qué fue
eso? –se pregunta asusutado, mirando al lugar en el que cayó el trueno.
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De pronto un fuerte
viento comienza a soplar desde mar adentro. La luz de un trueno a sus espaldas
revela una sombra detrás de Jacs. En lo alto de una palmera, una figura lo
observa y de un salto baja hasta donde está él. –Volvemos a vernos cara a cara,
Jacs Rengard.
Jacs -¡Quién
eres! ¡Da la cara! –grita sin poder reconocer entre el vendaval la forma de su
interlocutor.
-¿Es que acaso
no me reconoces? Soy Shinka Ud. El hombre más fuerte después de Fragar, y he
venido por lo que me corresponde.
En un
parpadeo, Shinka se coloca al lado de Jacs –Tú y yo tenemos una pelea
pendiente. Fragar no me permitió acabar contigo en el castillo, pero ahora no
hay nada que me detenga. Reclamaré tu vida como mía, y así acabaré de una vez
con el último de los Rengard.
Entonces
Genval interviene. -Eres muy osado al
pisar tierra sagrada con intenciones siniestras, muchacho. Si yo fuera tú, me
iría de inmediato a menos que quieras morir a manos de los espíritus que
custodian esta isla.
Shinka lo
voltea a ver con desprecio – ¡Este asunto no es de tu incumbencia, anciano! Es
un asunto familiar entre él y yo.
Jacs
-¿Familiar? ¡Qué quieres decir con eso!
Shinka suelta
una risotada –Para ser tan hábil con la espada eres un poco lento. Fragar no
asesinó a tu abuelo ni a tu padre. Fui yo.
Jacs enmudece
en el momento en el que otro relámpago resuena.
Shinka –Así
es. Aunque fue Fragar el que ordenó su muerte, yo fui quien cumplió esa orden.
Jacs –Por
qué... ¡Por qué los asesinaste!
Shinka –Tu
abuelo fue el hombre más fuerte en su momento. Eso ya deberías saberlo, y al
darle muerte demostré que yo era digno de tomar su título como el hombre más
fuerte del ejército de Fragar, pero cuando estaba a punto de darme ese título,
Fragar se enteró que existía un descendiente más del que debería encargarme
antes de ocupar el máximo cargo, ¡y ese descendiente eres tú! Cuando mueras,
seré conocido como la leyenda que mató al guerrero fénix y acabó con toda su
dinastía.
La ira de Jacs
al escuchar esto le hace hervir la sangre –Mi… mi abuelo… era un anciano cuando
lo mataste. Ni siquiera llevaba consigo su espada ni su medallón ese día. ¡¿Y
aún así te jactas de haberlo vencido, cobarde?! ¡No eres más que un asesino a
sangre fría sin honor!
Shinka –
¡Cuida tus palabras, chico! Debo admitir que no fue una pelea limpia, pero eso
se puede arreglar. Es por eso que he venido por ti. Tengo instrucciones de
llevar tu cuerpo ante Fragar y recuperar la espada junto con el medallón de
fuego que llevas, pero eso me da igual. Esto es personal; será un duelo limpio
entre tú y yo. Estoy ansioso por ver lo que ese viejo decrépito te enseño con
la espada.
Jacs –Si
realmente eso es lo que quieres, ¡acepto tu desafío!
Shinka
–Entonces que así sea. Será un desafío a muerte.
Genval
-¡Espera un momento! No puedo permitir que manchen con sangre un sitio como
este.
Jacs –Lo
siento, Genval, pero es mi pelea. ¡Necesito acabar con él por lo que le hizo a
mí familia! Si no soy capaz de vencerlo, entonces jamás tendré posibilidad
alguna de vencer a Fragar. Es momento de ponerme a prueba. El motivo de mi
viaje fue encontrar al responsable de la muerte de mi abuelo y de mi padre, y
ahora que lo tengo enfrente de mí, ¡no lo dejaré escapar!
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Genval
recapacita por unos momento -…muy bien, si eso es lo que realmente quieres, no
los detendré. Pero no seré responsable de tu muerte si acaso llegas fallar.
Jacs –Lo entiendo
y acepto el riesgo.
Genval –Buena
suerte entonces.
Habiendo
llegado a un acuerdo con el anciano, ambos contendientes desenfundan sus armas
y se lanzan uno contra otro en pleno apogeo de la tormenta. El sonar de los
metales al chocar a gran velocidad resuena por toda la isla. Shinka toma ventaja
de la partida en una fracción de segundo en la que Jacs se distrae hiriéndolo
en el hombro derecho. Jacs logra reaccionar haciéndole un corte superficial a
su enemigo antes de éste pueda alejarse.
Después de un
intenso enfrentamiento entre espadas ambos se separan para tomar un respiro.
–Nada mal para un chico de campo como tú. ¡Es momento de llevar esta pelea a
otro nivel! –grita Shinka adquiriendo una pose ofensiva.
Utilizando las esencias de viento y del trueno, encanta
su sable con ambos poderes. Jacs hace lo mismo encantando su espada con magia
de luz. –Que así sea.
Shinka es el
primero en atacar a Jacs ráfagas de energía que son esquivadas hábilmente.
Pronto, las acometidas de Shinka se vuelven más agresivas y difíciles de
esquivar, por lo que Jacs se ve en dificultades. Los aceros de ambas hojas se
encuentran de nuevo en el aire chochando con violencia producto de las energías
de las que están cargadas.
Enfurecido,
Shinka comienza un ataque a gran velocidad con su espada generando ráfagas de
energía que provocan cortaduras por todo el cuerpo a su adversario.
Desesperado, Jacs lanza una ráfaga de energía que contrarresta el ataque
obligando a Shinka a defenderse recibiendo el ataque con su espada. La onda de
choque es tan poderosa que sus pies hacen fricción contra el suelo. Todavía
aturdido por el ataque, Shinka no se percata de la cercanía de Jacs, que
aparece de un salto frente a él con intención de clavarle su espada en el
pecho, pero falla cuando el ninja reacciona y se mueve evitando así el fatal
ataque. La espada de Jacs queda por un momento enterrada en el tronco de un
árbol.
Secando el
sudor de su frente, Shinka queda asombrado por la habilidad de Jacs. -Debo
confesarlo, creí que vencerte sería más fácil, pero has resultado ser un gran
oponente. Sin duda hay algo de tu abuelo en tu sangre.
Jacs lo mira
con rencor mientras habla –¡Tus halagos no me hacen falta! Eres la razón por la
que estoy aquí. Con tu muerte, el espíritu de mi abuelo podrá encontrar la paz.
Shinka cierra
los ojos simulando confianza –No son halagos, eso es lo que lo hace divertido.
Jacs – ¡No te
dejaré vivir por lo que me has hecho!
Shinka –Muy
bien, si así lo quieres. ¡Puedes perdonarme en el otro mundo!
El ninja lo
ataca con todas sus fuerzas y a una velocidad tal, que Jacs simplemente no
puede ver sus movimientos con claridad. Shinka aparece frente a él blandiendo
su espada listo para matarlo, pero Jacs logra poner su espada un momento antes
de ser cortado por el sable. El golpe es tan fuerte que su espada sale volando
de sus manos cayendo a varios metros de allí. Jacs hace un intento por distraer
a Shinka lanzando llamas hacia él sin contar con que su enemigo las extingue
con sólo un corte de su arma. Creyéndose vencedor, el ninja avanza hacia él,
tirado en el suelo, en un estado vulnerable y sin su espada.
Jacs hace un
último intento por recuperar su arma haciendo un salto hacia atrás, pero Shinka
no se lo permite pateando su espada hacia otra parte. Sin otra salida, Jacs se
ve obligado a escapar hacia los árboles de los que salta de rama en rama con la
esperanza de permanece fuera del alcance de su enemigo.
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Durante la
prosecución Shinka lo acosa lanzándole estrellas encantadas de trueno y viento.
Repentinamente, cuando están muy cerca el uno del otro, Jacs se da media vuelta
atacándolo con un hechizo de fuego. -¡MAGMA DE IMPACTO!-. Una columna de magma
se eleva desde el suelo entre los contendientes. Sorprendentemente, Shinka pasa
sobre el magma sin ningún problema. -¡OJO DE HURACÁN!
El poder del
ninja choca con el magma causando que el éste sea arrojado en todas direcciones
provocando incendios en toda la jungla y
en el bosque. Jacs y Shinka saltan en direcciones opuestas para ponerse a
resguardo del magma. En su caída, Shinka se golpea de espaldas contra un árbol
perdiendo su sable. Aprovechando esto, Jacs logra recuperarse e intenta
atacarlo con sus puños sin darse cuenta que el ninja lo espera con una pequeña
daga que mantenía escondida bajo su ropa. Aunque Jacs logra evitar el primer
ataque, una segunda daga logra herirlo en el vientre al no poder apartarse a
tiempo. Aturdido y debilitado, Jacs cae pesadamente de espaldas al suelo. Intenta
levantarse una vez más, pero la pérdida de sangre lo debilita. Sus energías lo
abandonan así como su espíritu de lucha.
Con la vista
borrosa observa cómo Shinka se le acerca para asestarle el golpe final con su
sable. En ese momento, escucha la voz de Kira que le llama –Jacs… ¡Jacs!
El tiempo
parece detenerse para él cuando mira la figura de su abuelo arrodillado frente
a él:
“Jacs,
lamento no poder haberte protegido. Has tenido que pagar por mis errores, pero
no es momento de rendirte. Tus amigos te necesitan. ¿Recuerdas por qué te
enseñé a usar la espada?” -. En ese momento sus recuerdos de su infancia
afloran:
Jacs puede
verse a sí mismo a los cinco años, practicando con su abuelo el combate de
espada usando como sustituto unas ramas secas afuera de su cabaña, en el bosque.
Aunque el niño toma el entrenamiento como
un juego, pone atención a todas las indicaciones que su abuelo le da.
Mientras
tanto, Shinka se toma su tiempo para atacar cargando su espada al máximo de
energía al tiempo que salta muy alto en el aire para después poner toda su
fuerza en el ataque final que tiene como objetivo clavar su arma en el corazón
de Jacs. Aún delirando, tendido bajo la lluvia, Jacs recobra la consciencia de
golpe sólo para ver a Shinka caer del cielo sobre él. –No… puedo rendirme, ¡no
ahora!
La
recuperación de Jacs sorprende a Shinka -¿Qué?, ¿cómo es posible que aún pueda
ponerse en pie?... pero es demasiado tarde para ti. ¡Muere!
El poder de
Shinka es tan poderoso, que a ese punto pareciera un cometa que desciende a
gran velocidad a causa de la enorme cantidad de energía que ha acumulado a su
alrededor.
Jacs toma su
espada, que yacía tirada cerca de él para encantarla de nuevo con magia de luz.
Entonces da un largo salto para encontrarse con Shinka. “Sí. ¡No puedo rendirme! Vale la pena vivir, ¡quiero vivir! Abuelo,
¡guía mi espada!”.
Ambas fuerzas
colisionan en el aire creando una onda expansiva que se extiende por toda la
isla y por un momento, el tiempo parece detenerse. Puede verse cómo el sable de
Shinka se hace añicos ante la fuerza de la espada de Jacs, que atraviesa el
aire hasta encajarse el pecho del ninja.
Habiendo
gastado toda su energía, Jacs se deja caer al suelo junto con el cuerpo inerte
de Shinka. Al poco tiempo recobra la consciencia. Haciendo un gran esfuerzo
logra ponerse de pie y con pasos vacilantes, camina hacia unos pasos hacia
Genval antes de desplomarse de nuevo.
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Genval acude
en su ayuda, pero antes de poder llegar hasta él, un brazo toma por el cuello a
Jacs mientras siente cómo el frío metal se entierra en su espalda. Jacs deja
escapar un alarido en el momento en el que Shinka, ya moribundo lo sujeta por
detrás. –Lo hiciste muy bien, pero no pienso irme al otro mundo solo. ¡Te
llevaré conmigo al infierno! Subestimaste a tu adversario; ese tipo de cosas
son las que hacen de tu linaje débil. –continúa Shinka al tiempo que entierra a
mayor profundidad la daga en su espalda.
En un esfuerzo
supremo, Jacs toma el mango de su espada, que todavía permanece enterrada en el
pecho de Shinka y con sus últimas fuerzas la encanta con el poder de la luz. La
energía dorada atraviesa la hoja hasta adentrarse en el cuerpo de Shinka. Los
ojos del ninja, así como su boca, dejan escapar un resplandor de luz.
En un último
grito de dolor el cuerpo de Shinca se desvanece en medio de la poderosa luz
hasta que no queda nada de él. Ya sin fuerzas y herido Jacs se deja caer al suelo,
perdiendo el conocimiento al instante.
Han pasado
horas desde que terminó la batalla. Jacs recobra la conciencia,l recostado en
una cama. Pronto reconoce el interior de la casa de Genval, quien permanece en
la misma habitación, junto a la chimenea. Cuando nota que ha despertado se le
acerca.
Jacs -¿Qué
sucedió? ¿Qué pasó con Shinka?
Genval le
responde con una sonrisa –Parece que lo venciste, muchacho. Utilizaste muy bien
la magia de la luz para derrotarlo. Ahora estás muy débil para partir, pero en
cuanto mi magia curativa surta su efecto te recuperarás por completo.
Jacs –C… creí
que al vengar a mi padre y a mi abuelo encontraría algo de paz en mi interior,
pero sólo conseguí abrir viejas heridas…
Genval –El
camino de la venganza no trae más que dolor. Pero ahora, gracias a eso has
podido dominar la magia de la luz. Ahora estás listo para desafiar a Fragar.
Jacs –No… me
siento… capaz todavía…
Genval –Por el
contrario. Ahora eres capaz de manejar la luz. Ten en cuenta que en tu próxima
batalla no lucharás solo. –El anciano entonces procede a entregarle unos
brazaletes dorados-. Estos brazaletes ayudarán a aumentar tu afinidad con la
magia de la luz. Con ellos, podrás manejar mucho más fácil la magia.
Acto seguido
le muestra su espada, que muestra la marca del símbolo de la luz en su hoja.
-Además, me he tomado la molestia de sellar un hechizo de luz en tu espada. Ten
en cuenta que sólo funcionará una vez, por lo que deberás usarlo en el momento
preciso en la batalla. No debes encantar tu espada por ningún motivo con otro
tipo de magia antes de activarlo, o el hechizo de luz se perderá.
Jacs examina
detalladamente el símbolo grabado con un resplandor dorado: “Con esto, ¡seguramente podré vencer a Fragar! Esperen un poco más
amigos. Que pronto estaré con ustedes”. –dice para sus adentros.
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