Signos Etéreos: Capítulo 18

Estamos una vez más en los viernes de Signos Etéreos. En esta ocasión tenemos la primera de dos partes en las que Jacs y sus amigos se meten en graves aprietos. ¿Quieres saber cómo? Averígualo en el capítulo 18 de esta semana.

Nombre: Jacs Rengard
Residencia: Pueblo Sunabi

Jacs es un joven que fue criado por su madre y por sus abuelos en una granja en las afueras del pueblo Sunabi, situado a las orillas del bosque gris, por lo que se le considera uno de los asentamientos humanos más remotos. Aprendió el arte del combate con espada de su abuelo, quien desde pequeño tomó el papel de su padre después de que éste muriera repentinamente. Las razones de su muerte nunca le fueron revelta años después.

A la edad de 17 años su abuelo también muere en extrañas circunstancias por un asesino misterioso, lo que lo hace emprender un viaje para vengar la muerte de su querido abuelo. Es así como empieza su aventura…

Nombre: Kira Lenndraken

Residencia: Ciudad Paragon

Criada en el seno de una familia de hechiceros respetables de clase alta, aprendió desde muy temprana edad a usar la magia gracias a un riguroso entrenamiento para estar a la altura de las expectativas de su padre, quien antes de que ella y sus hermanas nacieran ansió tener un hijo varón que siguiera sus pasos para formar parte del consejo mundial de hechiceros.

Fuera de su carácter impaciente y temperamental, es una disciplinada estudiosa de la magia. A pesar de dominar y conocer muchos tipos de magias se especializa en magia de agua, a la que ha dominado a la perfección. 

Nombre: Valtron Molvus
Residencia: desconocida

Caza recompensas errante de pasado misterioso. Conoció a Jacs y a Kira luego de que Fragar lo contratase para matarlos, aunque durante la búsqueda de las esencias se unió al grupo renunciando así a Fragar, para luchar en su contra.

Es un personaje balanceado que emplea la espada y hechizos en combate a costa de no tener ninguna especialización.

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Titulo: El pueblo psíquico de Solian: El ángel y el demonio
Escenario: En las afueras del pueblo Solian

Tiempo: Dos días después de atravesar los pantanos.

Personajes: Jacs, Kira y Valtron

Con la llegada al continente del éste, los tres aventureros fueron sorprendidos por un enemigo que poseía la esencia de las sombras, y después de una corta batalla lograron conseguir la de las sombras, por lo que ahora se dirigen al pueblo Solain, que es conocido por ser la frontera natural que delimita con el mar de la luz, y más allá está la ciudad de Kimer, hogar del mismísimo Fragar.

Kira camina a paso acelerado, impaciente por llegar a su próximo destino, por lo que anima a sus dos compañeros de viaje que se han quedado rezagados a seguirle el paso. -¡Vamos, chicos! ¡Ya casi llegamos al pueblo Solian!

Con expresión extenuada Jacs alza la cabeza apenas lo suficiente para mirar a su compañera-… no lo entiendo, ¿por qué quieres que nos detengamos en el pueblo Solian?

Valtron–Ya se los dije antes. En ese pueblo habitan poderosos hechiceros amigos de mi familia que conocen los secretos de la magia psíquica y espiritual.

Valtron –Ahora lo entiendo. He escuchado que ese pueblo es muy famoso y visitado precisamente por esa razón. Se dice que es el único lugar en el mundo en el que se especializan en esos dos tipos de magia exótica; muchos adivinos y psíquicos famosos han nacido o estudiado en ese lugar. He escuchado que incluso nobles, reyes y plebeyos vienen de todas partes del mundo sólo para que les lean el futuro, o  para purificar su espíritu.

Kira –En efecto Valtron. De hecho, yo vine a estudiar un par de años cuando todavía era una niña.

Mientras conversan los tres cruzan las puertas que dan hacia el pueblo, cuya atmósfera les transmite un are de

Tranquilidad que contrasta con el ajetreo de las ciudades grandes.

Jacs –Pero, yo creía que eras una hechicera especializada en la magia del agua –espeta a su compañera de viaje.

Kira -¡Acaso no me has puesto atención! Mi padre me envió aquí porque nuestro linaje tiene una historia vinculada a todas las magias conocidas. Y, como lo dijo Valtron, si realmente quieres aprender a usar la magia psíquica o espiritual, el pueblo Solian es el sitio al que tienes que viajar.

Valtron –Esa sí que es una sorpresa para mí. No sabía que una niña como tú pudiese usar ese tipo de magia tan compleja.

Kira –En realidad sólo cuento con conocimientos básicos de esas dos magias, pero sé lo suficiente como para emplearla, aunque mis hechizos no sean tan poderosos como los de las personas que aquí viven.

Después de un rato los tres se detienen en la última casa de la calle. Una lujosa construcción que sobresale de las demás casas por su tamaño y por la excentricidad de su forma recordando a un gran hongo gigante. Frente a la puerta, observan una fila de personas que esperan pacientemente frente a una pequeña ventana a un lado de la puerta principal. –Es aquí –señala tocando la puerta entre la confusión de las personas que los observan.

Una señora menuda y de mediana edad se asoma por la puerta y apenas reconoce a Kira se alegra al instante. –Kira, ¿eres tú? ¡Cómo ha crecido, señorita!

Ambas se abrazan en señal de amistad. –Hola Merlina. Ha pasado mucho tiempo desde la última vez que nos vimos.

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Merlina – ¡Pero por supuesto! ¡Ya eres toda una jovencita! –exclama la mujer fijándose en ella con mayor detenimiento.

El cumplido parece incomodar a Kira, por lo que cambia de tema rápidamente. –Ellos son mis amigos, -presentándolos ante la mujer-: Él es Jacs, y éste de acá es Valtron. Hemos venido de visita a ver al maestro Fariz. ¿Se encuentra en casa?

Merlina -Por supuesto, ¡pasen! –invitándolos al interior de la cas.

Dentro, la mujer los guía por la sala principal hasta un corredor que lleva a una amplia habitación decorada al estilo persa, en donde la tenue luz de las velas encendidas es la única fuente de iluminación en aquél espacio sin ventanas. En el centro de la misma, notan lo que en un principio toman por bola de cristal, pero que al mirar con mayor detenimiento resulta ser una esencia hasta ahora desconocida.

Merlina -Espérenlo aquí, por favor. Iré a avisarles de su presencia.

Jacs es el primero en acercarse a la esencia para mirarla mejor -¡Miren eso! ¡Parece ser una esencia!

Kira –Pero claro que es una esencia. Es la esencia psíquica. Una magia extraña que rige la mente y la fuerza vital de los seres vivos. Mi maestro, es reconocido a nivel mundial por ser el mejor psíquico que existe. Incluso los reyes de los doce reinos le respetan por su gran habilidad de predecir el futuro.

Fariz –Veo que aún me recuerdas. –Se escucha una voz desde el fondo de la habitación.

Frente a ellos, un hombre con turbante, muy alto y de mirada penetrante les sonríe al tiempo que se acerca a saludarlos-.  Me alegra verte de nuevo, Kira. Sabía que vendrías el día de hoy desde que te vi en los pantanos de la media luna.

Kira –Lo malo de saber el futuro es que no hay sorpresas –lo saluda con una sonrisa forzada.

Fariz -¿Cuánto tiempo ha pasado ya?, ¿ocho años? Dime, ¿Qué te trae a un lugar tan lejano como este? ¿Acaso viniste a estudiar de nuevo conmigo?

Kira –En realidad… -antes de que pueda continuar, él la interrumpe.

Fariz –Era broma. Sé que están aquí porque están en busca de las esencias.

Kira  -Bueno –contesta un tanto apenada por la repentina revelación-, en realidad sólo veníamos a saludar ¡Es verdad!, no te he presentado con mis amigos. Ellos son Jacs Rengard y Valtron Molvus –señalando en su dirección.

Fariz da un paso al frente –Cualquier amigo de Kira es amigo mío –saludándolos de la mano a cada uno-. Pueden quedarse el tiempo que gusten y tomar todo lo que necesiten para su viaje, pero les advierto que del otro lado del mar de la luz se encuentra la ciudad de Kimer, donde sólo encontrarán muerte.

Jacs –No se preocupe. Estaremos preparados para todo lo que nos espera adelante. Nada me detendrá hasta encontrar al responsable de la muerte de mi abuelo, ni siquiera Fragar.

Fariz –Espera un momento… tu apellido me parece familiar –refiriéndose a Jacs-. Me pregunto, ¿dónde lo habré oído antes?... ¡Pero, claro! Eres descendiente de Lanz Rengard, mejor conocido como el guerrero fénix.

Valtron se sorprende al escuchar esto -¡Habla en serio!, ¡me está diciendo que su abuelo fue el legendario guerrero de la llama!

Kira también parece sorprendida al escucharlos –Jacs, ¡¿eso es cierto?! Ahora entiendo por qué eres tan bueno con la espada.

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Jacs –En realidad no sé de lo que hablan. Mi abuelo nunca me habló de su pasado. Desde que yo recuerdo él siempre vivió con nosotros en mi pueblo natal. Desde pequeño me enseñó a usar la espada con un estricto entrenamiento. Es la primera vez que escucho que alguien lo llama así.

Fariz –Eso explicaría el por qué el guerrero fénix desapareció tan de repente hace tantos años.

Jacs –Esperen un momento: si mi abuelo era tan famoso, quizás haya sido uno de los motivos por los que Fragar lo buscaba.

Fariz desvía la mirada -…me temo que eso deberás descubrirlo por tu propia cuenta. Si continúas en tu empeño de buscar al responsable de su muerte, inevitablemente te encontrarás con su pasado.  Cosas que quizás no querrás saber…

Jacs –Estoy dispuesto a correr el riesgo.

Fariz –Pues bien, pónganse cómodos. Parece que han tenido un largo viaje, así que, ¿por qué no se quedar a almorzar conmigo? Les hará bien reponer las fuerzas antes de continuar.

Kira – ¡Por supuesto!

Horas más tarde y después de haber descansado lo suficiente los cuatro se reúnen alrededor de una gran mesa circular, en ella se sirve un gran manjar de alimentos muy variados, desde frutas y vegetales hasta pescados, carnes y postres.

Tanto Jacs como Valtron, que están muertos de hambre, se abalanzan contra la comida avergonzando a Kira, quien no tarda en llamarles la atención –Jacs, ¡podrías tener algunos modales en la mesa!

Jacs –Lo siento –se disculpa, tratando de comportarse y con la boca llena de alimento.

Fariz –Está bien. Deben estar hambrientos. Por cierto, Kira. Me gustaría ayudarlos de alguna forma. No puedo acompañarlos en su aventura, pero me gustaría al menos leer su futuro.

Kira – ¿Es en serio, maestro? Pero una lectura de futuro es muy costosa, especialmente si la hace un maestro como usted. Nosotros no contamos con los recursos suficientes como para pagar algo como eso.

Fariz –No se preocupen. Ustedes están haciendo algo que nadie se había atrevido hasta ahora; enfrentar a Fragar. Quizás alguna de mis predicciones pueda servirles.

Habiendo terminado de comer el grupo se reune en la sala oscura que contiene la esencia psíquica. En silencio los tres observan cómo Fariz se concentra utilizando la esencia como medio para ver su futuro.

Con voz apenas audible y manteniendo los ojos cerrados, Fariz rodea con sus manos a la esencia sin tocarla. En determinado momento abre los parpados rápidamente y comienza a hablar: -…veo que en su camino se encontrarán con un ente de maldad pura… Dos de ustedes perderán algo muy importante en esa batalla… algo que es vital para su existencia… sólo uno de ustedes quedará en pie por una coincidencia y de esa persona dependerá si logran sobrevivir… La prueba a la que se enfrentarán será muy difícil… y aquí es donde se divide su destino en dos posibles desenlaces: En el primero, aquella persona que permaneció en pie logra rescatar a sus dos amigos. En el segundo desenlace, esa persona falla en su intento y sus amigos mueren irremediablemente…

Valtron comenta después de unos momentos de silencio: -…parece que la batalla con Fragar será muy difícil.

Jacs –Así parece… tendremos que utilizar todas nuestras fuerzas para derrotarlo.

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Valtron –Hay algo que no comprendo. ¿Acaso no habías dicho, Kira, que tu maestro era un muy respetado psíquico? Por qué no nos dice cuál de los dos futuros es el que nos espera.

Fariz –El futuro está compuesto de las consecuencias directas de nuestras decisiones. Mientras que las decisiones tienen cambios, el destino obedece a circunstancias de las cuales, sin importar qué hagamos se cumplirán de algún modo u otro.

Jacs –Bueno, será mejor reanudar nuestra marcha. Al final de cuentas, es cuestión de tiempo que eso ocurra y debemos estar preparados.

Llega da la tarde y habiendo recogidos sus cosas, los tres se despiden de Fariz y de su ayudante afuera de su casa.

Kira –Le agradezco mucho por toda su hospitalidad y atención que ha tenido para con nosotros, maestro.

Fariz –Ni lo menciones, Kira. Les deseo un buen viaje.

Tras despedirse de mano con su maestro, Kira, Jacs y Valtron se alejan del pueblo en la misma dirección en la que se oculta el sol. Para cuando llegan a los límites de la ciudad comienzan a comentar entre ellos lo que les dijo el adivino Fariz.

Jacs –Parece ser que nos esperan muchos peligros… me pregunto si no hice mal en no haberle pedido su esencia antes de irnos.

Valtron –No la necesitaremos si logramos encontrar la esencia de la luz que según las leyendas, se encuentra en algún lugar del mar interior que atraviesa este continente.

Kira –Claro Jacs. Además ahora que sabemos que eres el hijo del guerrero de la llama, estoy más que segura que tendremos una oportunidad si peleas empleando la magia de la luz y tu espada.

Jacs se detiene de improviso –Es verdad, ¡mi espada! – grita buscando por todas partes-, ¿dónde está mi espada?... ¡Oh, no! Debí haberla dejado en la casa de Fariz mientras comíamos.

Kira –Vaya, ¡eres un atolondrado sin remedio! –lo regaña.

Valtron –Mejor date prisa y regresa por ella, nosotros te esperaremos aquí.

Jacs asiente y se da la vuelta dirigiéndose una vez más a la casa de Fariz. Para cuando su silueta se haperdido entre las casas del pueblo, una figura siniestra que los había estado asechando se alza de pronto detrás de  Kira y Valtron, quienes son alertados tras escuchar la risa del siniestro ser.

??? –Los estaba esperando… -dice el desconocido cuando ellos se ponen en guardia.

Jacs regresa de nuevo al pueblo hasta la casa de Fariz, en donde es recibido por él mismo. Allí, Fariz le regresa su espada pero cuando se da la media vuelta para regresar con sus amigos el adivino lo detiene. -¡Espera un momento Jacs! Antes de que te vayas, tengo algo muy importante que decirte. Ese suceso del que les hablé se cumplirá muy pronto, antes de que te enfrentes a Fragar. A partir de ahora deben tener mucho cuidado y permanecer unidos todo el tiempo.

Jacs –Está bien, no se preocupe. Cuando Kira quiso acompañarme en mi viaje le prometí a su padre que la cuidaría de todo peligro, y hasta ahora no le he fallado.

Fariz se despide de él con una bendición mientras lo ve partir –Que tengan buen viaje.

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El adivino permanece al pie de la puerta, mirando en dirección de Jacs con aire preocupado, sabiendo que el terrible destino que les ha predicho será inevitable.

Para cuando Jacs regresa a la colina, en las a afueras de la ciudad, no encuentra rastro alguno de sus amigos. Jacs intenta llamarlos una y otra vez sin obtener respuesta, así que trata de seguir el camino preguntándose si se habrán cansado de esperarlo y se han adelantado, dejándolo atrás.

Caminando por el sendero que conduce a las afueras del pueblo distingue entre los matorrales una mano que sobresale por entre la maleza. Rápidamente se dirige hacia el lugar, y tras los matorrales descubre a Kira, que yace inconsciente en el suelo. Temiendo lo peor, Jacs se inclina poniendo su oreja cerca de la boca y la nariz de su amiga para percibir su respiración, y cuando nota que sigue viva, se alegra. No pasa mucho tiempo hasta que encuentra a Valtron en las mismas condiciones. Intenta despertar a ambos, pero no lo consigue, así que decide regresar cargando con ellos a la casa de Fariz, en donde los recuestan en dos camas en una habitación de huéspedes.

Fariz –No creí que la profecía fuese a cumplirse tan pronto. –se lamenta con voz triste al contemplarlos a ambos recostados en las camas.

Jacs -¿Qué es lo que tienen? –inquiere, angustiado.

Fariz pasa las manos por sobre los cuerpos de ambos iluminándolos con un aura rosada. Tras el examen, llega a una conclusión: -…parece que sus mentes están en blanco.

Jacs -¡Eso qué significa! –inquiere al borde de la desesperación.

Fariz –Significa que alguien ha destruido sus almas. Lo siento, Jacs, de veras lo siento.

Jacs -¿Cómo? ¡Qué es exactamente lo que tienen!

Fariz –Los seres vivos estamos compuestos por un cuerpo físico y un cuerpo espiritual. En este caso, su cuerpo sigue vivo, pero su mente, su personalidad y sus recuerdos se han ido de sus cuerpos. La única parte inmortal de un ser humano ha desaparecido en ellos, en pocas palabras, nunca volverán a despertar.

Jacs –No… ¡No es verdad! ¡Tiene que haber algo que podamos hacer! -grita al borde de la desesperación.

Ante el diagnóstico sombrío de Fariz, Jacs pierde el control derrumbándose en el suelo y comienza a llorar por la frustración. -¡Tiene que haber algo que podamos hacer! ¡Tiene que haberlo! –repite fuera de sí.

Fariz permanece en silencio.

Jacs –Por favor, ¡necesito su ayuda!

Fariz –La única manera de remediar esto es mediante la magia espiritual. Pero, aunque yo sé emplearla, no puedo hacer nada por ellos en este momento… Creo saber quién es el responsable, pues sus poderes se basan en la hechicería espiritual. Si quieres salvarlos tendrás que traerme la esencia espiritual que está en manos de esta persona.

Jacs -¡Dígame su nombre y dónde se encuentra!

Fariz –Su nombre es Valkin, el espiritista, y vive al norte de aquí en una cueva. Él es un adepto de Fragar, por lo que te recomiendo que tengas cuidado. Alguna vez fuimos amigos, pero fue corrompido por la avaricia algunos años atrás y se entregó al mal. Si me traes su esencia, seré capaz de revertir los efectos del hechizo, pero ten cuidado, él es muy poderoso.

Jacs –No me importa –tomando su espada-. ¡Pelearé con él y traeré la esencia!

Fariz –Antes de que te vayas quiero advertirte que, si no logras recuperar la esencia y traérmela antes del amanecer, el hechizo no podrá revertirse jamás. Su alma no ha sido destruida del todo, simplemente ha sido fragmentada, pero a medida que los rayos del sol brillen, esos fragmentos serán enviados al mundo de los muertos, y entonces ni la magia podrá devolverlos a la vida. Debes saber que la mayoría de tu magia no servirá con Valkin, así que encantaré tu espada con mis poderes psíquicos para que tengas alguna ventaja sobre él.

Tomando entre sus manos la espada de Jacs, Fariz utiliza un hechizo en ella. De un momento a otro, el acero del filo de la espada desaparece quedando únicamente un contorno brillante que asemeja a una espada hecha con luz de neón.

Jacs –Está bien. ¡No fallaré! Regresaré antes del amanecer.

Habiendo encantado su espada, Jacs se apresura a tomar el sendero que lo conducirá hasta a la cueva, pues sabe que tiene el tiempo contado y que de él dependen las vidas de sus amigos.